29 de octubre 2004 - 00:00

Puja técnica hace peligrar las leyes

Estalló otra querella reglamentaria en el Congreso, que podría tener serias consecuencias en la sanción de leyes. Diputados y senadores no tienen criterio único acerca de la vigencia de los proyectos.

Parece una cuestión técnica. Pero mantener esta discrepancia en cuanto a la fecha de vencimiento de las iniciativas puede afectar un aspecto fundamental del trámite legislativo. Sin zanjar la diferencia, un proyecto podría ser considerado vigente por uno de los cuerpos, mientras el otro argumentaría lo contrario y pedir que se lo archive. Esta diferencia de manual podría derivar en una crisis institucional entre dos alas de un mismo Poder del Estado, algo inédito, y paralizarlo.

Con ayuda de Cristina Fernández de Kirchner, Eduardo Camaño y Daniel Scioli tendrán que sentarse a conversar para superar lo antes posible la discordia, que puede resultar muy peligrosa. De acuerdo con la Cámara alta, las iniciativas caducan a los 4 años, dos por cada ala parlamentaria. La Baja coincide en que son dos por cada una de ellas, pero que no pueden sumarse automáticamente 2 + 2.

Por ejemplo, si un proyecto recibe sanción de Diputados y va al Senado -o viceversa-, según el primero de los cuerpos dispone de 3 años de vigencia (1 + 2), en tanto que el segundo defiende que son 4 (2 + 2).

La falta de sintonía viene de hace tiempo y obedece a interpretaciones distintas de la Ley Olmedo, de 1934, que establece la caducidad de los textos. Por suerte, el conflicto bicameral estalló como consecuencia de una inquietud menor, sobre cesión de tierras a un municipio del conurbano bonaerense. Aunque podría significar un problema serio en caso de que se tratara de un proyecto clave. Podría darse el supuesto de que, a criterio de Diputados, una iniciativa deba ir a archivo, mientras el otro plenario reclamara su vigencia, y no es un dato menor.

• Anomalía

La situación de desavenencia sobre las fechas de vencimiento quedó al desnudo en la última sesión del Senado, cuando el radical jujeño Gerardo Morales descubrió una anomalía en el trámite parlamentario de un texto que pasó por sus manos.

A continuación, los tramos salientes del diálogo que mantuvo el delegado de la UCR con el secretario parlamentario,
Juan Estrada, que ya estaba al tanto del conflicto ( Estrada y su colega de Diputados, Eduardo Rollano, asistirán al vice de la Nación y al quilmeño Camaño en la búsqueda de acuerdo; mientras tanto, el diferendo espera turno en la Comisión de Asuntos Constitucionales que comanda la señora de Kirchner).

Gerardo Morales: En la Comisión de Asuntos Administrativos y Municipales emitimos un dictamen acerca de un proyecto que oportunamente se aprobó aquí y que venía en revisión de la Cámara de Diputados. Se trata del proyecto del (ex) diputado Lorenzo Pepe, por el que se planteaba la transferencia de un inmueble a la Municipalidad de Tres de Febrero. Resulta que dicho proyecto vino al Senado, nosotros emitimos un dictamen que fue aprobado por este cuerpo con las modificaciones acordadas con la comunidad, con la Universidad, con el sector de los ferrocarriles, con el autor de la iniciativa y con los diputados de la comisión que, en su momento, trataron el tema. El proyecto fue aprobado el 25 de agosto de este año. Luego de ello, dicha iniciativa fue enviada a la Cámara de Diputados, la cual lo envió al Archivo, haciendo -desde nuestro punto de vista-una mala interpretación en relación con la caducidad del trámite. Sin embargo, en la sesión del 27 de setiembre, se tomó el mismo texto del proyecto, que ahora ha sido enviado para su tratamiento al Senado. En consecuencia, solicito que se investigue la situación del trámite parlamentario..., de manera tal que no incurramos en un mal procedimiento en el trámite de formación de la ley para evitar que caiga. Realmente, hay una situación confusa y muy mal manejada por la Cámarade Diputados. Juan Estrada:
Lo que ocurre es que el problema gira en torno de la interpretación del artículo 1E de la Ley Olmedo. En la Cámara de Senadores, se ha interpretado que los años en total son cuatro: dos de la Cámara de Diputados y dos de la Cámara de Senadores. Pero la Cámara de Diputados interpreta que cada una de las cámaras tiene dos años, pero no sumados dos y dos, sino, cada una, dos años. Cuando sanciona la Cámara de Diputados y lo comunica al Senado, comienzan a correr los dos años del Senado. Consecuentemente, un proyecto puede estar con trámite parlamentario vigente durante tres años, no cuatro. Esta es la interpretación de la Cámara de Diputados. He estudiado este tema a raíz del proyecto que usted menciona...

G.M.: El punto es que en el Senado no estemos tratando en un mismo año el mismo tema. Se da esa paradoja. Si ya está en la Comisión de Asuntos Constitucionales, le pido que lo trate porque es un hecho grave en cuanto a la conformación de leyes.


J.E.:
Ahora correspondería... que los presidentes de ambas cámaras, con el acuerdo de los bloques, tomen una resolución que adopte una interpretación unificada, a propósito del artículo 1E de la Ley Olmedo, porque ahí radica el problema que motivó la devolución de ese proyecto. Yo estaba en conocimiento y por eso me ocupé de estudiar el tema.

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