Retrocedió Telerman con la suba de impuestos, no soportó las críticas
Jorge Telerman quiso emprender una medida tan antipática como la suba de impuestos con la seguridad de estar llevando adelante un acto de justicia, que castigara más a los ricos y menos a los pobres. Casi una jugada electoralista, pero quizá por lo mal diseñada le resultó en contra. No soportó la catarata de críticas, de vecinos y políticos, y ayer decidió dar marcha atrás. Dice que será por un mes hasta que logre un acuerdo con los legisladores, ya que hasta los propios le bombardearon el decreto de aumento de ABL para la Capital Federal. Aunque son bajos los valores que pagan los porteños en tasas municipales, una corrección de ese estilo requiere mayor empeño que la traza de tres zonas para revalorizar lotes. No pudo convencer, claro, que fuera un acto de equidad aumentar impuestos de 50% a más de 200%. Parece audaz arriesgar el costo político en un jefe de Gobierno que debe entregar el mando el 10 de diciembre próximo. Pero su sucesor, Mauricio Macri, le pidió déficit cero y lo complica a Telerman saldar esa cuenta que no logra sólo con recortar obras y gastos. De ahí, seguramente, el apuro en recomponer lo que recauda la Ciudad de Buenos Aires por el valor de los terrenos sin un estudio serio de cada cuadra.
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La explicación, quizá más cercana al fundamento de la retractación es, por parte del Gobierno porteño, que en principio la idea del aumento impositivo y la redacción ya lista del decreto «se filtró antes de tiempo» y su interbloque «se ofendió» al no ser consultado.
Telerman busca ahora apoyo legislativo para seguir adelante dentro de un mes. Está convencido de que será el autor de la «modificación estructural que no se hizo en quince años del sistema tributario de ABL en la Ciudad de Buenos Aires». Lo compara con aquella consulta popular a la que había convocado por la Policía porteña (también dio marcha atrás) que asegura disparó el debate sobre la necesidad de que «la Ciudad tenga su fuerza de seguridad propia».
Poco tiempo tal vez en la gestión, no le permiten entender a Telerman algunas cuestiones. No se explica por ejemplo cómo en un principio dos legisladores clave le dieron el sí para la readecuación presupuestaria que presentó días atrás y luego le dijeron que no había votos para sancionarla tal como la había enviado. Allí comenzó parte del problema financiero que atraviesa su gestión.
El jefe de Gobierno indicó ayer que decidió «convocar a una comisión conformada por legisladores y el Poder Ejecutivo de la Ciudad para que en los próximos días evalúen y nos hagan propuestas». Por cierto esa comisión existe, pero no funciona.
Telerman de todos modos insistió en la necesidad de los aumentos al decir que el incremento es «antipático pero necesario» y pidió que muchos sectores dejen de lado posturas «hipócritas» al tratar la cuestión.
El jefe de Gobierno argumentó la necesidad de que se dé una discusión «genuina» y alejada de planteos «demagógicos», tras lo cual recordó que «durante muchos años se habló de hacer una tasa de ABL más equitativa».
Para el kirchnerismo «ganaron los vecinos». En el macrismo no salían del asombro al escuchar que el revalúo fiscal a los terrenos porteños quedaba en suspenso por un mes.
El decreto, publicado ayer, contemplaba aumentos desde 50% a más de 200% en el ABL como producto de actualizar los lotes hasta 600 veces como se estipuló para Puerto Madero.
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