La interna del derrotado peronismo santafesino estalló ayer en medio de un ejercicio de asignación de culpas y pedidos de renuncias. Imposible que hubiera sucedido lo contrario cuando el PJ, que lleva 24 años controlando la provincia, perdió el domingo pasado no sólo la gobernación sino también las intendencias clave para mantener algo de poder territorial. Los resumía un quejoso reutemanista: «Armar esto de nuevo va a llevar dos generaciones».
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Toda la falta de coordinación política que mostraron los peronistas de Santa Fe para intentar ganarle a Hermes Binner, apareció ayer para hacer un puntilloso informe de control de daños de la nave provincial del PJ que circuló en mails entre todos los dirigentes. A la cabeza de los culpables aparecieron el comandante de la derrota, Jorge Obeid, Néstor Kirchner y las desinteligencias en el armado de la campaña.
Nadie mencionó a Carlos Reutemann. De hecho, algunos de los pocos departamentos donde el PJ retuvo el mando están bajo su área de influencia. Es cierto que el senador subió algo su bajo perfil para esta elección, pero en ningún momento, fiel a su estilo, puso en juego su capital en nombre de los candidatos.
Existe un primer efecto de esta derrota que puede complicar la elección del 28 de octubre. Los candidatos a diputados nacionales que ya figuran en la lista santafesina, perdieron en sus distritos. Por ejemplo, es el caso de Obeid, que perdió la gobernación y también la ciudad de Santa Fe.
División
La situación de la capital provincial merece un comentario aparte. El peronismo fue con dos listas para la intendencia -el peronista disidente Oscar Martínez y el kirchnerista Martín Balbarrey, actual intendente- y eso posibilitó una derrota. Mientras allí ganó la candidatura de Bielsa, en la elección a intendente la división del PJ permitió que se colara en el medio el socialista Mario Barletta -rector de la Universidad Nacional del Litoral- y se quedara con el cargo.
Obeid encabeza la lista de diputados. Pero detrás lo sigue Alejandro Rossi, de la también perdida Santa Fe y hermano de Agustín, el jefe del bloque kirchnerista de Diputados, Paulina Fiol, esposa de Héctor Cavallero, y Gustavo Marconato. Salvo esta única excepción a la regla -ganó en el departamento de Belgrano-, el resto de los candidatos perdió.
Curiosamente, ganaron en su departamento algunos de los peronistas que no entraron en la lista, como Oscar Lamberto, en San Gerónimo, o los casos de San Martín o General López, donde reina aún Carlos Reutemann.
Esa situación complica la campaña: «Si los candidatos a diputado perdieron, cómo van a convencer al resto del PJ que dejaron afuera que se ponga ahora a bancar la campaña presidencial», se razonaba ayer en Santa Fe.
Se le imputa también a Obeid la responsabilidad de haber cumplido con una promesa electoral al eliminar la aplicación de la ley de lemas en la provincia, pero sin el tiempo suficiente para reacomodar el sistema político del peronismo local. El argumento no es del todo lógico: muchas provincias donde el PJ triunfa nunca usaron el distorsivo sistema de la ley de lemas.
Pero sí es cierto que fue otro error en ese marco apoyar en la provincia a un candidato como Bielsa, casi recién llegado a Santa Fe, contra un político de 40 años de experiencia local como Binner.
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