Satélites de Kirchner le hacen perder elección a un peronista en La Pampa
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El senador había guardado un cauteloso silencio una semana antes de la votación cuando, con el argumento de que Tierno era el «candidato peronista», dijo que lo votaría. Quiso treparse al podio de una victoria, pero se colgó del estribo del tren de los derrotados.
El entrevero, para Kirchner, no es gratuito. Francisco Torroba, el ganador, porta ADN radical y nunca transitó el escarpado sendero de la Concertación. Es más: ayer mismo, Julio Cobos festejó el resultado pampeano y quizá aparezca por Santa Rosa uno de estos días.
«Ya empezamos a ganar elecciones», alardeó el vice. Kirchner, en Olivos, debe haber bufado con esas declaraciones. En rigor, más allá de los méritos propios de Tierno para polarizar, en contra, la elección revela que la marca PJ aparece, como mínimo, devaluada.
Quizá ni sirva, como consuelo, que una galaxia de agrupaciones de DD.HH., piqueteros mansos y peronistas no pejotistas, contribuyó al derrape de Tierno enarbolando la bandera cristinista. Los asistió, desde la Unidad Presidente, un experto en marginales: Rafael Follonier.
Un grupo vinculado a Abuelas de Plaza de Mayo, denominado Mujeres Peronistas en Lucha, que coordinan Marta Candia y Rita Pais, encabezó la cruzada anti-Tierno, que sumó a sectores de la cultura furiosos porque el ex alcalde quiso convertir una sede cultural en cuartel policial.
Menos expuesto, el Frente de Agrupaciones Kirchneristas, entre las que despunta la agrupación Pampero García -que jugó en la interna PJ con Jorge Lezcano-, y el Movimiento Evita, que pilotea Sergio De Matteo, operaron para empujar a Tierno al precipicio.
Follonier los esponsoreó y mantuvo siempre abierto el teléfono rojo con la Casa Rosada.Un detalle: Follonier, ex viceministro del Interior, alguna vez operador estrella de Marín, no pestañea sin que le llegue el respectivo memorándum firmado de los Kirchner. Los dos.
La doble apuesta del ex presidente tiene, en el corto plazo, una valoración difusa: el club K que combatió a Tierno salió a gritar su cristinismo y prometió abrir la filial pampeana de la Carta Abierta. A futuro puede ser más palpable: si ganaba, Tierno era firme candidato a gobernador en 2011.
Eso, es probable, no agradaría del todo a Kirchner. Es posible que nunca se hayan cruzado pero, en los 70, Tierno -como Kirchner- anduvo por La Plata. Estuvo en otra banda: lo dicen -él no lo desmintió- militante de la ultraderechista CNU, afluente de militantes de la Triple A.
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