12 de enero 2005 - 00:00

Solá se pelea con Duhalde por las dietas

Felipe Solá
Felipe Solá
La sensación térmica en el PJ no deja de trepar. Con Eduardo Duhalde recluido en Uruguay, Felipe Solá habilitó a un grupo de diputados leales para que propaguen un tormento público contra el duhaldismo por el aumento de $ 34 millones que se otorgó la Legislatura.

Y ayer, luego de una reunión de tres horas con Solá en la Casa de Gobierno de La Plata, los legisladores felipistas pisaron el primer mojón: denunciaron que la suba presupuestaria se programó para costear la primaria que anida en el peronismo de Buenos Aires.

«Es una caja negra para financiar la interna»,
dijeron ayer, a coro, Raúl Pérez, Nicolás D'Alessio y Alfredo Antanuccio, miembros del triunvirato que capitanea la liga felipista que 10 días atrás estuvo a un paso de precipitar la ruptura del bloque de Diputados provinciales del PJ.

«Esto se hizo por una orden de Eduardo Duhalde»,
completó el platense Pérez y maquinó que en todas y cada una de las intervenciones que el duhaldismo gatilló en las últimas semanas para cercar al gobernador, estuvo presente la mano ubicua del ex presidente.

Al barrer el polvillo, se detectan los dos objetivos que persiguió Solá con el movimiento que hizo ayer:

• Entrevió que la furia social por el aumento del gasto legislativo no distingue color partidario ni, mucho menos, las sutilezas y matices de una riña de entrecasa como la peronista. Optó, entonces, por teñir el hecho con un tono político.

Rápido, activó un zigzag recurrente para despegarse del salariazo que se autoconcedieron los diputados, llamó a quienes le responden y los acondicionó para que muten el castigo masivo contra los legisladores en un misil contra Duhalde y La Diputadora, sus soldados en la Cámara baja. Usó un argumento a simple vista consistente: los diputados felipistas, como los transversales Luis D'Elía y Guillermo Luces, y un puñado de radicales disidentes (salvo el possista José Valle), no bajaron al recinto la noche que la mayoría duhaldista, con apoyo de un puñado de legisladores de la UCR, votó el Presupuesto de la Cámara de Diputados llevándolo de 117 a 151 millones de pesos. Pero la ausencia felipista en la votación no fue, hay que decirlo, un repudio a la suba, sino un intento por dejar sin quórum a los duhaldistas para que no puedan votar otro presupuesto, el provincial que supera los $ 17.000 millones. Traducción: los felipistas no votaron el aumento de la Cámara -aunque se beneficiarían con él porque la suba de las dietas es para todos, a pesar de que algunos son «más diputados» que otros- porque se trató la misma noche que el duhaldismo aprobó el Presupuesto provincial modificado que el gobernador vetará esta semana (ver nota vinculada).

• Además, Solá usó el incidente del gasto legislativo para poner en negro sobre blanco que profundizará sus embestidas contra Duhalde. Un golpe por otro golpe: si los duhaldistas le retocaron el Presupuesto provincial y Duhalde arrancó el año con un
«desayuno de trabajo» en su casa de Lomas de Zamora para planificar un acto de la Agrupación Lealtad en La Plata, Solá les devuelve el mazazo con esta lluvia de maldiciones. Es, además, una manera de avisarles a propios y a extraños que no reculará en su plan de escisión del ex presidente. Que sus aliados hayan vinculado a Duhalde con la suba del gasto del Parlamento y, a su vez, digan que ese Presupuesto adicional será usado para financiar una interna partidaria, potencia el ánimo beligerante del gobernador contra el ex presidente, cuente o no con el respaldo de Néstor Kirchner. Y así quedó claro en la cumbre que -luego de un fin de semana en la costa atlántica, de donde volvió el lunes por la noche- mantuvo ayer en la Casa de Gobierno de La Plata con los diputados felipistas, el ministro de Gobierno, Florencio Randazzo, y el jefe de Gabinete, Rafael Magnanini.

• Justificación

Si el efecto era incomodar al duhaldismo, Solá lo logró. Ayer, el presidente de la Cámara de Diputados, el duhaldista Osvaldo Mércuri, distribuyó un informe técnico para justificar el origen y destino de los $ 34 millones de aumento que se otorgó ese cuerpo para el año 2005.

En concreto, destacan cinco aspectos:

1-
Que, por ley, el gasto de la Cámara tiene como límite no ser mayor a 1,5% del Presupuesto provincial. El gasto previsto para 2005 equivale a 1,3%.

2-
Que el aumento está destinado a atender erogaciones por aumentos salariales. Por un lado, la incorporación del $ 100 pesos de aumento otorgados a los empleados legislativos que significa un gasto anual de $ 4,5 millones. Y para atender «el posible» pago de aguinaldo a personal contratado para lo que debería destinar, explican, «6,5 millones de pesos».

3-
Que se prevé gastar $ 9 millones para el pago de un eventual incremento salarial de $ 200 para cada empleado, en línea con el aumento que dispuso el gobierno provincial.

4-
Que, por último, se tomó la «precaución» de incluir como erogación eventual $ 12 millones para el pago del retroactivo a empleados luego de que la Corte Suprema de la Nación -con posterioridad a la sanción del nuevo Presupuesto- declarara inconstitucional un recorte salarial que dispuso Carlos Ruckauf en 2001 y se extendió hasta 2004.

Menos puntual, Mércuri -a quien, según los felipistas, el artículo 3° del Presupuesto le otorga plenos poderes para asignar partidas- abandonó Pinamar para, junto con el presidente del bloque de diputados del PJ,
Juan Garivoto, refutar las imputaciones de los felipistas.

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