Trascienden definiciones de Kirchner

Un columnista de fin de semana informó, sin identificarlo, de un diálogo que se estima sólo pudo ser con el presidente Néstor Kirchner o recibiendo puntos de vista directos de él. Tiene, entre otras, estas definiciones: • El primer mandatario está entusiasmado con un proyecto que le habría sugerido el presidente español, Rodríguez Zapatero • Se trataría de un nuevo bloque de «4x4» que conformarían naciones europeas y latinoamericanas en partes iguales • Convergerían socialismos modernos con otros, pro norteamericanos con antinorteamericanos • Básicamente, sugiere un grupo acotado contra las políticas unilaterales de Estados Unidos, como en Irak, lo que despertaría más rencor de George Bush con España • No piensa Kirchner estatizar Aguas Argentinasde la francesa Suez, pero ésta decide en 15 días si se queda o si se va • No aceptarían los franceses pasar de concesionarios a contratistas • Las empresas españolas habrían aceptado un programa gradual de aumento de tarifas • En la Casa Rosada creen que aceptará la oferta de canje por el default 80% de los bonistas locales ( bancos, seguros, fondos comunes, AFJP y privados) y sólo 50% de los extranjeros • Kirchner temería una «pueblada» por el tema Aguas • Otra: no apostará el gobierno a ley marco de los servicios públicos (deberá retirar el proyecto del Congreso) sin consensuarla con las empresas y con el visto bueno de Rodríguez Zapatero que, según lo que se infiere, ocupa el primer lugar junto con el rey de España en las preferencias de Néstor Kirchner.

José Luis Rodríguez Zapatero, Néstor Kirchner, Lula da Silva y Jacques Chirac

(Categorización: IMPRESCINDIBLE, BUENO, REGULAR, PRESCINDIBLE)

BERENSTEIN, SERGIO
«La Nación»

PRESCINDIBLE. Un comentario político que incluye la afirmación de que « Kirchner (Néstor) quedó convertido en un árbitro inesperado e incómodo entre Felipe Solá y el duhaldismo», al ser tan distante de la realidad política ya de por sí hace poco atractiva la columna que la vuelve prescindible en cuanto a su lectura. Tiene el dato de «alguien cercano al despacho presidencial» que afirma sobre el complicado Aníbal Ibarra que «la elección a jefe de Gobierno la ganamos nosotros (la Casa Rosada).

Ibarra fue sólo el candidato». Importa no porque no se haya supuesto eso sino por ser que por primera vez en el Gobierno aceptan que con la segunda vuelta en la Capital Federal (la previa la había ganado Mauricio Macri) el kirchnerismo empleó la estrategia política típica e histórica del duhaldismo y la que se cree hará estragos en la oposición en los comicios generales del 23 de octubre: el voto ganado con subsidio de dineros públicos. Luego tiene el dato, mencionado al pasar, de que «necesitamos que la Argentina participe del concierto de naciones comprometidas con la multilateralidad efectiva» que es uno de los conceptos novedosos de este fin de semana, dictado desde la Casa Rosada, que describe mejor el columnista Joaquín Morales Solá.

BLANCK, JULIO
«Clarín»

BUENO. No tiene mucho pero incluye como periodísticamente valioso la primera interpretación detallada de cómo hubiera podido ser el «golpe de Estado» civil que denunció Estela de Carlotto, Abuelas de Plaza de Mayo, contra Aníbal Ibarra tras quedar mutilado políticamente por los 191 muertos del recital en el local Cromañón. Según el comentarista dominical, el «golpe» del macrismo se buscaba -aún se buscaría dado que la interpelación al jefe de Gobierno de la Ciudad continuaría mañana tras un cuarto intermedio- «siguiendo la letra de la Constitución porteña. En caso de acefalía debería convocarse a elección de jefe de Gobierno junto con los próximos comicios legislativos nacionales en octubre próximo. Gabriela Michetti, jefa del macrismo puro, apuntó exactamente en esa dirección. Le adjudicó a Ibarra la máxima responsabilidad por la tragedia, como un argumento base de un eventual pedido de juicio político». De allí vendría la acefalía, la elección y un posible triunfo de Macri. Digamos nosotros que éste sigue siendo mirado como un ejecutivo capaz de potenciar bien el mejoramiento de la alicaída Buenos Aires, pero temible por el modo de operar políticamente de algunos de sus asesores conocidos. Desde ya este presunto «golpe» le costó alejamiento de legisladores adictos.

Al menos este «golpe» se haría « siguiendo la letra de la Constitución porteña», algo que no hizo Eduardo Duhalde con la Constitución Nacional en 2001 cuando inauguró los «golpes de Estado civiles», en su caso contra el presidente Fernando de la Rúa, arrebatándole un patrimonio hasta ese año exclusivo de los militares, en el siglo pasado.

Otro dato, ya menor, que aporta Blanck es que esta semana la visita de Hugo Chávez sería para invertir desde la empresa petrolera estatal venezolana 1.000 millones de dólares en la compra de Shell argentina (16,5% del mercado doméstico), algo conocido pero no que el inefable Chávez vendría a concretar.

MORALES SOLA, JOAQUIN
«La Nación»

IMPRESCINDIBLE. Esta calificación no lo es porque el columnista, de rentrée tras las vacaciones estivales, exponga un análisis profundo. En realidad no tiene análisis alguno pero muestra una inocultable visita o al presidente de la Nación directamente -lo más probable por el tono afirmativo de lo que transcribe sin hesitaciones- o a un « supervocero». Kirchner sigue siendo una incógnita argentina para muchos que desconcierta más porque se lo escucha sólo en discursos de barricada, cuando se enardece frente a 300 0 400 personas en actos inaugurando obras (que no siempre se inician). Por eso cualquier referencia a un diálogo distendido del mandatario, aunque se publique disimulado, interesa mucho a la opinión pública. Este comentario de ayer de Morales Solá, entonces, es informativo básicamente. Una información suena allí un poco delirante. Como antes Kirchner se entusiasmó con Lula y se desilusionó porque gobernaba distinto, y como se enamoró de los chinos que, creía, comprarían la deuda con el Fondo Monetario y también se desilusionó. Ahora parece que el Presidente está agitado de tanto entusiasmo por unirse a un bloque de naciones latinoamericanas y europeas, aparte de la Unión Europea y el Mercosur, que practiquen «el multilateralismo». Cabe que digamos que si es « multilateralismo económico» es el ideal de cualquier país porque es comerciar con todos, como siempre sostuvo el economista Roberto Alemann a quien no le gustaban las «uniones aduaneras», de naciones vecinas, en Latinoamérica. Pero un multilateralismo así como atrae a Kirchner terminaría de voltear al hoy tambaleante Mercosur y no dejaría paso al ALCA, o sea unión comercial desde Canadá a Tierra del Fuego. El «multilateralismo político» ya no se sabe qué es. Se trata, en principio, de reafirmar a las Naciones Unidas como órgano principal de la política internacional. Una forma de acotar el poder de Estados Unidos, que de manera «unilateral» armó una alianza y decidió la guerra en Irak sin esperar las resoluciones del Consejo de Seguridad. Pero el alcance que este « multilateralismo» puede tener en el caso latinoamericano no está claro, salvo que al español Rodríguez Zapatero -Morales Solá le atribuye la propuesta- le signifique la idea no más aislamiento de Cuba, algo en que está embarcando a Europa.

El proyecto -que se llamaría «cuatro más cuatro», entre un cuarteto de nacionales latinoamericanos y otro similar de europeas buscaría unir -según el columnista- a dos centroizquierdas latinoamericanos muy exitosos, abiertos al capital externo, con plena economía de mercado y defensa de la actividad privada como Ricardo Lagos, en Chile,-y Lula da Silva, en Brasil (ya ubicó la economía de su país como décima en el mundo); se sumaría el Frente de Tabaré Vázquez cuando asuma en Uruguay aunque no se sepa qué socialismo encarará pese a que se lo supone de más posible inclinación hacia el logrado de Lula da Silva. Los tres junto al kircherismo local, que sigue siendo algo políticamente indescifrable, no amable con el capital extranjero (aunque en Aguas Argentinas tenga razón mientras no la estatice) y nada fanático de la propiedad e iniciativa privadas y sí nostálgico del estatismo. Si la mezcla no suena muy coherente para Latinoamérica tampoco lo es para «los cuatro países europeos». Se trataría de unir a esta España actual del socialista Rodríguez Zapatero, jugando abiertamente contra Estados Unidos, con la Inglaterra de Tony Blair, siempre aliados del país de George W.Bush y con irritación con los españoles por el retiro de fuerzas de Irak; con la Francia conservadora y antinorteamericana en Irak de Jacques Chirac y con el poco claro, aunque libreempresista socialismo del alemán Gerhard Schröder. Suena todo una mezcla rara o una teorización más.

Veamos qué más datos sobre Kirchner brinda Morales Solá: 1) Nuestro Presidente lo considera a «Jacques Chirac el Perón francés (???)». 2) No se piensa rescindir el contrato con la empresa francesa Suez, mayoritaria de Aguas Argentinas. «No estamos lejos de un acuerdo», dijo Kirchner. 3) Si las napas siguen creciendo y las aguas no liberan las aguas servidas «Kirchner teme una pueblada (palabra que repite una y otra vez)», expresa el columnista. 4) «El Estado argentino y el Sindicato de Obras Sanitarias no podrán hacerse cargo de la inversión futura. Pero las versiones han desatado la embozada ambición del gremio», agrega Morales. Cabe pensar -digamos- que Dios nos libre de una gestión sindical que mantuvo en quiebra constante, para dar sólo un ejemplo, hasta aquella YPF petrolera estatal. Además, ¿cómo puede «invertir» un sindicato junto al Estado si son improductivos y se habla del mismo dinero sacado coercitivamente a trabajadores de la actividad privada a las empresas? Si entra el gremio, sin duda los franceses huirán despavoridos. Es lógico. 5) Aguas Argentinas «se ha fijado hasta mitad de febrero como fecha límite para decidir su continuidad en la Argentina y no aceptará pasar de concesionaria a contratista». 6) Otro dato importante: «No habrá ley marco de los servicios públicos (hay un estatista proyecto del Poder Ejecutivo en el Senado aunque ya se avisó que se modificará. Si fue lanzado para atemorizar a las empresas extranjeras lo logró) sin un consenso con las empresas y sin el acuerdo previo del presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero». 7) Según el columnista: «Sólo el rey Juan Carlos de España merece tanta consideración y agradecimiento de Néstor Kirchner como Rodríguez Zapatero». 8) Las empresas españolas habrían aceptado «un programa gradual de aumento tarifario que propone Kirchner». 9) La empresa española «que más seduce a Kirchner es la petrolera Repsol YPF con su nueva conducción».

El columnista agrega algo ya adelantado por este diario: que si Telefónica de España anunció, un día antes de la llegada a Buenos Aires de Rodríguez Zapatero, que demandará por 2.800 millones de dólares a la Argentina por aquella pesificación asimétrica fue en acuerdo y conocimiento del presidente español para darle luego a éste una carta de triunfo al lograr morigerar o hacer desaparecer esa cifra inflada de demanda.

Finaliza el columnista transcribiendo un pensamiento típico del presidente Kirchner. Se conocía que con 50% de aceptación del canje de bonos en default se conformaba (algo que es ilógico porque significa fracaso absoluto dado los juicios internacionales que seguirían). Pero ahora el Presidente explica por qué: aceptaría 80% de los acreedores internos, que serían unos 30.000 millones de dólares que poseen de bonos caídos, y sólo la mitad de los bonistas externos, algo que representarían 31.000 millones de dólares. O sea como límite 60%. Kirchner dijo, según da a entender el columnista: «¿Qué más se les puede pedir a los acreedores de un país que rompió todos los contratos?».

VERBITSKY, HORACIO
«Página/12»

PRESCINDIBLE. Dedica la columna habitual del domingo a una minuciosa narración de la audiencia judicial, en Madrid, en la que se careó con el ex marino Adolfo Scilingo sobre la veracidad de las confesiones realizadas durante el reportaje que publicó en forma de libro. La información ya había sido publicada a lo largo de la semana en distintos medios.