7 de agosto 2020 - 00:00

Metalúrgicos, sin acuerdo por sueldos y suspensiones, más cerca del conflicto

Antonio Caló. (Foto de archivo).

Antonio Caló. (Foto de archivo).

NA

La Unión Obrera Metalúrgica (UOM) quedó ayer a un paso del conflicto en dos de las negociaciones que más preocupan a sus dirigentes: la paritaria nacional y la renovación del acuerdo de suspensiones con las cámaras empresarias del rubro, por un lado, y el tironeo con Techint que incluyó despidos, amenaza de lock out en plantas de Tenaris y la vigencia de una conciliación obligatoria. En sendas discusiones fracasaron los intentos de acercamiento y quedó pendiente para la semana que viene el inicio de paros por turno en función de nuevos intercambios ante el Ministerio de Trabajo.

El gremio que encabeza Antonio Caló ayer oficializó su pedido de recomposición salarial mediante un bono no remunerativo hasta fin de año de 6 mil pesos. El pedido tiene la particularidad que parte de los sueldos de agosto y pasa por alto que la paritaria 2019 venció en abril, es decir que admite que no habrá ajuste por el cuatrimestre precedente. La respuesta empresaria, no obstante, fue insuficiente para la UOM al plantear pagos de sumas fijas de entre $3.000 y $4 mil pesos hasta diciembre.

La discusión se desarrolló fuera de las convocatorias de la cartera laboral y contó con la plana mayor de la UOM y representantes de las cámaras empresarias Adimra, Afarte (terminales electrónicas de Tierra del Fuego), Camima (pymes metalúrgicas), Caiama (aluminio) y Fedehogar (fabricantes de electrodomésticos). Por decisión propia los empresarios del rubro autopartista (AFAC) decidieron negociar por su cuenta por entender que la problemática sectorial se distancia de la de otros establecimientos. En otras palabras, sus directivos esperan que la caída abrupta de la producción y venta de autos pese en la dinámica de la negociación.

Pero la discusión sobre salarios fue sólo una parte de los temas abordados en la charla. Desde el 31 de julio venció el acuerdo de licenciamientos masivos que la UOM y las cámaras habían firmado para establecer un piso de 70% del salario neto, o sea 86% del ingreso de bolsillo, en el pago que deben efectuar las empresas afectadas por la crisis y con personal eximido de concurrir a sus puestos. La representación patronal pidió extender ese acuerdo un trimestre más, hasta octubre, pero el gremio puso como condición establecer las sumas fijas como transición para un acuerdo paritario.

La distancia entre el pedido y la oferta era anoche de 12 mil pesos. Es que las cámaras ofrecieron pagar con los salarios de agosto un monto de $3.000; de 3.500 pesos por septiembre y octubre, y de 4 mil pesos por noviembre y diciembre. Ese escalonamiento totaliza 18 mil pesos frente a los 30 mil que representaría el pago extra de $6.000 mensuales planteado por la UOM. En todos los casos está previsto reanudar las discusiones a partir de enero con la expectativa, incierta, de contar para entonces con un escenario de pospandemia.

El gremio, además de una crisis sectorial que ya costó miles de puestos de trabajo durante el gobierno de Mauricio Macri y que se agravó de manera dramática a partir de la cuarentena, está a su vez presionado por los reclamos de seccionales como las de La Matanza, Morón, Córdoba y Santa Fe que en las últimas semanas, y a espaldas de la conducción nacional, encararon negociaciones con las empresas de cada distrito para establecer acuerdos de transición. Otro factor de discordia resultaron las quejas de varias seccionales por el funcionamiento de la obra social nacional (Osuomra, a cargo de la conducción del gremio pero con gestión tercerizada) frente a supuestos casos en los que omitió brindar la cobertura médica a sus afiliados.

En paralelo con la paritaria hubo también conversaciones no oficiales entre dirigentes de UOM y ejecutivos del grupo Techint. Como contó este diario la semana pasada, el conglomerado que encabeza Paolo Rocca inició un conflicto días atrás cuando les planteó a las comisiones gremiales internas de sus plantas de Tenaris (que fabrica tubos para la actividad petrolera) su intención de reducir al 50% el valor de los salarios de los operarios suspendidos a partir de agosto y hasta fin de año. A falta de una respuesta favorable, en particular en la planta más grande del grupo en ese rubro, la de Siderca, en Campana, los directivos motorizaron 140 despidos de trabajadores de empresas tercerizadas pero bajo su control.

El lunes el Ministerio de Trabajo nacional dictó la conciliación obligatoria y el lunes que viene habrá una audiencia para debatir la propuesta de rebaja en las suspensiones. El jefe de la seccional Campana de la UOM, el exdiputado Abel Furlán, había denunciado por carta a los ministerios nacional y bonaerense un intento de “lock out”.

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