20 de marzo 2023 - 00:01

“Precoz”: una tortuosa relación de madre e hijo

Diálogo con Valeria Lois, quien reestrenó junto con Tomás Wicz la obra de Ariana Harwicz que fue un éxito en el circuito off en la temporada pasada.

precoz. Valeria Lois y Tomás Wicz, madre e hijo en la obra de Harwicz.
precoz. Valeria Lois y Tomás Wicz, madre e hijo en la obra de Harwicz.

“Sería bueno que todo aquel que hace teatro pudiera salir hecho económicamente, pero es algo que no pasa”, dice Valeria Lois, quien protagoniza “Precoz” junto a Tomás Wicz, que se repone el jueves en Dumont 4040. Con dirección de Lorena Vega y basada en la novela homónima de Ariana Harwicz, cuenta la historia de una madre, su hijo adolescente y la relación que los une, entre la ternura y la locura, bordeando los límites del amor insano y perfecto. Lois además ensaya para el teatro Cervantes “Las tres edades” de Walter Jakob y Agustín Mendilaharzu. Dialogamos con Lois.

Periodista: La obra orilla temas como la simbiosis madre-hijo o la violencia institucional, ¿qué otros tópicos aparecen?

Valeria Lois: Todavía no puedo hablar mucho de la obra, la estoy incorporando, la estoy trayendo a mi cuerpo, no estoy pudiendo intelectualizar, estoy en algo más salvaje con la obra que es lo que exige y tiene que ver con habitar a esta mujer en compañía de su hijo, ese dúo atómico que son. Soy una especie de forma haciendo más que pensando. Se sufre haciéndola, se atraviesan cosas muy delicadas y crudas. Intento pensar que la actuación es una fiesta, hasta cuando uno tiene que hacer la cosa más desgarradora, eso de pensar que uno queda mal después de una actuación, queda tocado, corrido de su realidad, creo que uno la pasa mal cuando discute con la familia o el novio. La actuación es todo ganancia y alegría y esta obra siento que tiene su costo anímico.

P.: ¿Qué puede decir del trabajo actoral y la puesta?

V.L.: Ese mundo que se construyó desde la puesta y la versión teatral es un campo muy nutrido de cosas para actuar y nos facilitaron un terreno para un texto que tiene imágenes y llevan a la declamación, entonces permite que pueda ser dicho ahí en ese espacio que es la síntesis perfecta para contar lo que hay que contar. El relato adentro y afuera es el tono que necesitan estos dos personajes para desplegarse.

P.: ¿Cómo es ser dirigida por Vega, con quien siempre actuó?

V.L.: Yo había estado en el proyecto al principio como actriz pero me bajé porque tenía muchas cosas la obra necesitaba alguien que pudiera entregarle toda su energía. En su momento dije la hacía si dirigía Lorena Vega y me terminé bajando, pero siguió adelante por suerte con Julieta Díaz. Lorena me la ofreció ahora y acepté aunque ambas con miedo porque hasta ahora nuestra relación siempre mejorando. Actuamos juntas 30 años atrás, después fuimos amigas muy cercanas y nos reencontramos en “La vida extraordinaria”. Acá nos daba miedo el proceso de que ella me dirigiera, la escucho y eso que tengo dificultad para eso desde el lugar de actriz. Después pensaba que fue un paso más de nuestra vida profesional y relación. Ahí está la fiesta del trabajo.

P.: ¿Cómo ve la escena teatral?

V.L.: Muy nutrida, vivo en un constante tengo que ir a ver, si alguien pudiera tiene para ver todas las semanas de lunes a domingo, hay una cantidad enorme de material y cosas nuevas que me dan curiosidad. Cuando empezó la pandemia tuve la sensación de que podía no existir más el teatro, fue una sensación tan real que cuando volvimos a actuar para 30 personas era un signo de resistencia y creer que podían cerrar con llave los teatros. Ahora todo es un exceso de cosas para ver y eso es una alegría.

P.: ¿Se ve dirigiendo o actuando?

V.L.: Son cosas pendientes de hace tiempo que agarro y suelto, lo de escribir es un sueño que tengo, me dan ganas pero tengo dificultad para armarme la rutina, el espacio y compenetrarme. Y como yo hablo mucho cuando ensayamos me dicen que debería dirigir, me da terror pero lo tengo que hacer. Con paciencia me digo que lo haré.

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