La extraña enfermedad de un jugador de rugby: comió una babosa y quedó inválido de por vida

Una imprudente decisión desencadenó una enfermedad sin retorno. Descubrí la lamentable historia de Sam Ballard.

Un jugador de rugby comió una babosa para bromear y terminó en coma por más de un año.

Sam Ballard era un joven jugador de rugby de 19 años de Sídney, Australia. Una noche de 2010, bromeando con sus amigos, decidió comer una babosa. El joven no sabía que este sería el principio de una tragedia sin retorno. Sam empezó a sufrir dolores intensos y tuvo que dirigirse a un hospital.

Lo que parecía ser una inofensiva broma desencadenó un trágico giro y dejó al joven deportista en estado crítico, sumiéndolo en un coma que se prolongó durante 420 días. La causa de su condición fue identificada como una rara enfermedad parasitaria transmitida por la babosa que comió.

Los primeros síntomas de Sam Ballard tras comerse la babosa para bromear

Sam Ballard comenzó a experimentar síntomas que indicaban la gravedad de su situación. Primero tuvo dolores agudos e insoportables en las piernas, luego vómitos y mareos intensos. Estos síntomas, lejos de desaparecer, se intensificaron con el tiempo, dejando a Sam incapacitado y en estado crítico.

Ante la gravedad de su situación, Sam fue trasladado de urgencia al hospital, donde los médicos quedaron desconcertados. Sus síntomas no coincidían con ningún diagnóstico y su condición empeoraba rápidamente.

Finalmente, los exámenes médicos revelaron que se trataba de una rara enfermedad parasitaria transmitida por la babosa que había ingerido. Ahora debían ver la forma de tratar la enfermedad: el parásito había penetrado en su sistema nervioso central, causando daños devastadores y dejándolo al borde de la muerte.

Sam fue sometido a una serie de tratamientos intensivos y procedimientos médicos en un esfuerzo por estabilizar su condición. Sin embargo, el rugbier estuvo en coma más de un año y finalmente quedó paralizado de por vida y dependiente de cuidados constantes.

El trágico final de Sam Ballard

A pesar del apoyo de su familia y amigos, Sam Ballard tuvo una vida muy difícil. Pasó tres años en el hospital antes de ser dado de alta. Aunque logró asegurar ayuda financiera a través del Plan Nacional de Seguro de Discapacidad, luego de un tiempo los fondos asignados fueron significativamente reducidos.

Aunque se logró revertir esta decisión, la salud de Sam no mejoró y finalmente falleció en noviembre de 2018. La noticia de su muerte resonó profundamente en la comunidad. Los homenajes a Sam inundaron las redes sociales, destacando su espíritu valiente y su impacto en quienes lo rodeaban.