Incendios forestales en la Argentina: reflexiones y desafíos en el Día Internacional de la Prevención de Incendios Forestales

En la Argentina, la temporada 2024-2025 dejó más de 200.000 hectáreas afectadas en distintas regiones, aunque también crecen las iniciativas de prevención y fortalecimiento comunitario.

Incendio en el Bolson. 

Incendio en el Bolson. 

Hoy, 18 de agosto, se conmemora el Día Internacional de la Prevención de Incendios Forestales, una fecha que busca generar conciencia sobre sus causas, consecuencias y la importancia de la prevención. En Argentina, la temporada 2024-2025 dejó más de 200.000 hectáreas afectadas en distintas regiones, aunque también crecen las iniciativas de prevención y fortalecimiento comunitario.

Un balance necesario en una fecha especial

La conmemoración del 18 de agosto invita no solo a reconocer el esfuerzo de brigadistas de distintas jurisdicciones y bomberos voluntarios que combaten el fuego, sino también a reflexionar sobre los cambios estructurales que necesita el país para enfrentar esta problemática creciente.

En las últimas décadas los incendios forestales han cambiado su comportamiento, frecuencia y recurrencia, aumentando significativamente los impactos negativos ambientales, sociales y económicos a nivel global y regional. Particularmente durante la última temporada, en Argentina se desarrollaron incendios de gran magnitud que arrasaron áreas de gran valor socioambiental, en los Parques Nacionales Nahuel Huapi y Lanín, en las localidades Epuyén, El Bolsón y en la provincia de Corrientes, entre otras. Las condiciones climáticas extremas, sumadas a la presión sobre los usos del suelo, configuraron un escenario de alta vulnerabilidad.

Cambio climático y uso del suelo

Las sequías prolongadas, temperaturas récord, baja humedad y fuertes vientos han potenciado la propagación del fuego en los últimos años. Sin embargo, las causas no se limitan al clima: también se vinculan con la escasa planificación territorial, el avance de la frontera agropecuaria y la urbanización sin ordenamiento, que incrementan los riesgos en zonas de interfase.

La planificación integral y sustentable del uso del suelo es clave: implica integrar aspectos sociales, económicos y ambientales con un enfoque de gestión de riesgos. Ordenar el territorio no solo optimiza el desarrollo, sino que previene conflictos y reduce la vulnerabilidad, no solo frente a los incendios forestales, sino también ante otros eventos como las inundaciones, la erosión del suelo y la degradación ambiental.

Impactos socioambientales y económicos

Los incendios forestales generan pérdidas que van mucho más allá de la superficie quemada. Ecosistemas completos quedan degradados, la fauna y flora sufren daños irreversibles y las comunidades locales enfrentan riesgos de salud, pérdidas económicas y deterioro en la calidad de vida.

En términos económicos, el costo de la emergencia —recursos humanos, equipamiento, logística y rehabilitación de áreas— representa millones de dólares cada temporada, fondos que podrían destinarse a prevención y restauración si existiera una planificación más sólida y sostenida.

Prevención, predicción y concientización

La prevención es la herramienta más eficaz para reducir el impacto de los incendios. En este sentido, Argentina cuenta con herramientas clave como el Índice Meteorológico de Incendios Forestales (FWI), calculado diariamente por el Servicio Nacional de Manejo del Fuego (SNMF), bajo la órbita de la Agencia Federal de Emergencias. Este índice permite estimar el nivel de riesgo de ignición y propagación del fuego en distintas regiones del país, generando alertas que son fundamentales para que los gobiernos provinciales y municipales puedan montar medidas preventivas.

A partir de estos pronósticos se diseñan medidas preventivas como la apertura de cortafuegos, el desarrollo de planes comunitarios de contingencia, las quemas prescriptas bajo supervisión técnica, y la planificación de la presencia de brigadas en zonas críticas. Asimismo, la información se complementa con sistemas de alerta temprana y mapas de riesgo que facilitan la toma de decisiones rápidas y efectivas.

La concientización ciudadana también juega un rol central: más del 90% de los incendios son provocados por actividades humanas, muchas veces negligentes, como fogones mal apagados, quemas agrícolas sin control o basura arrojada en áreas forestales. Por eso, la educación ambiental en escuelas, la capacitación a comunidades rurales y las campañas de comunicación masiva son pilares indispensables.

Capacitación y rol de los brigadistas

Los brigadistas, bomberos y equipos técnicos son la primera línea de defensa frente al fuego. Sin embargo, sus tareas suelen estar poco visibilizadas y con recursos limitados. Fortalecer la capacitación, dotar de mejores condiciones laborales y reconocer socialmente el valor de su trabajo es fundamental para garantizar una respuesta efectiva.

La profesionalización del combate del fuego debe ir acompañada de una inversión sostenida en ciencia y tecnología, que permita mejorar la predicción, el monitoreo y la planificación de los operativos.

Un desafío estructural, pero también una oportunidad

Si bien el panorama actual es complejo, el Día Internacional de la Prevención de Incendios Forestales es también una oportunidad para reforzar la esperanza. Cada vez más municipios incorporan planes de gestión de riesgos, crecen las redes de brigadas forestales en las distintas jurisdicciones, la especialidad forestal dentro de los sistemas de bomberos voluntarios, y las comunidades muestran un compromiso creciente con la prevención.

El desafío es articular esfuerzos entre el Estado, las organizaciones sociales, las universidades y el sector privado, para construir territorios más seguros, resilientes y conscientes. Porque, aunque el fuego sea una amenaza constante, la prevención, la planificación y la educación son herramientas poderosas para convertir la vulnerabilidad en resiliencia y el riesgo en aprendizaje colectivo.

Cifras clave sobre incendios forestales en Argentina

  • Superficie afectada en la temporada 2024-2025: más de 200.000 hectáreas (Ministerio de Ambiente de la Nación).
  • Áreas más impactadas: Parque Nacional Nahuel Huapi (10.300 ha), Lanín (7.000 ha), Epuyén (3.500 ha), El Bolsón (3.000 ha), Corrientes (25.000 ha aprox.).
  • Presupuesto 2024 para la Ley de Manejo del Fuego (Ley 26.815): $7.150 millones, con una ejecución parcial del 65% (Presupuesto Nacional, Ministerio de Economía).
  • Presupuesto 2025 asignado: $9.200 millones, aún sujeto a ejecución.
  • Más del 90% de los incendios tienen origen humano, según el Servicio Nacional de Manejo del Fuego (SNMF).

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