La conducción de vehículos aéreos no tripulados -más conocidos como dron o drones- está abriendo un abanico de posibilidades para el futuro. Los más jóvenes suelen ser los más interesados en aprender, pero hoy en día el perfil es muy variado en las escuelas especializadas de manejo.
Drones: ¿cuáles son sus usos más desconocidos y dónde aprender a conducirlos?
Cada vez es más alta la demanda de conductores de drones en el mundo. En Argentina hay 9.000 pilotos certificados para distintos tipos de utilidades. El agro y la medicina son las áreas que pican en punta en esta tecnología.
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Aunque estamos acostumbrados a relacionar los drones con eventos deportivos o acontecimientos masivos, situaciones que necesitan un observador pasivo que acompañe al piloto para generar contenido audiovisual y evite accidentes durante el manejo, la realidad es que los rubros son casi infinitos para estos vehículos que hasta hace algún tiempo eran considerados de ciencia ficción.
“Hay muchísimos planes de negocios para el manejo de drones. La gente lo relaciona primeramente con lo audiovisual por ser la aplicación inmediata de camarógrafos o fotógrafos, pero en toda actividad del drone el valor que se cobra por su uso está muy bien remunerado”, comenta Rubén Martín, CEO del primer centro de instrucción para vehículos no tripulados del país.
Actualmente se están contratando 80 personas por mes para esta actividad y una sola jornada de trabajo puede pagarse entre 20.000 y 60.000 pesos. Además del rubro audiovisual y de la cobertura de eventos, los drones ya son herramientas de trabajo en los propios deportes. En el fútbol, varios directores técnicos se animan a utilizarlos para evaluar a sus deportistas. Las cámaras térmicas de un drone perciben los diferentes puntos de calor y arrojan resultados inmediatos.
Pero los usos más desconocidos corresponden al transporte de mercaderías, al control y perfeccionamiento de cultivos, lo que le está otorgando mayores facilidades al sector agrícola a la hora de la cosecha y probablemente la utilidad menos percibida por la sociedad es el transporte de órganos y donaciones de sangre.
El agro y la medicina, los sectores que más demandan
Entre los sectores más demandantes de estos aparatos, la industria agrícola es de las que más está apostando por los drones.
“En toda la parte de sembrado al voleo o pulverización de última milla, los drones permiten volar en lugares donde los aeroaplicadores no pueden entrar y se puede cargar fácilmente en la caja de una camioneta”, relata Martín y agrega que también se está utilizando mucho para el seguimiento de cultivos.
Pero el lugar más raro en donde se espera serán de una gran utilidad es en la medicina. Más específicamente, en la donación de sangre o en el traslado de un órgano para un trasplante, un trabajo que necesita de gran precisión para que llegue al receptor en las mejores condiciones posibles.
La cuestión del tamaño del drone cumple una función no menos importante, ya que hay modelos que, por ejemplo, son tan grandes que no entran en una oficina, por lo que dificulta el transporte. De todas formas, la posibilidad está a la vuelta de la esquina y el tipo de drones que transporta mercadería ya está trabajando en Argentina, como en refinerías, gasoductos y líneas de tensión, y resultan otra salida laboral alternativa.
Drone, aprendiendo a volar
Cada vez más empresas del sector IT (Tecnología de la Información) e instituciones civiles de capacitación, buscan formarse en la conducción de drones. En Argentina existen cuatro escuelas para estos cursos. Las empresas suelen formarse en la instrucción del manejo y luego llevan a cabo el trabajo en sus rubros. En cuanto al perfil de los que buscan la licencia suele ser variado, va desde jóvenes de 18 años hasta adultos mayores de 84 años.
Con el objetivo de poder inspirar jóvenes y concientizar sobre nuevas maneras de capacitación vinculadas a la tecnología y a la innovación, Martín participará con un stand especial en Tecnópolis, en el marco de la feria IT Joven.
Durante el evento que tendrá lugar entre el 19 y el 23 de abril, los asistentes van a poder ser pilotos de un dron y saber qué se siente la práctica. El espacio contará con simuladores e instructores explicando cómo es su manejo básico, también cuáles son las oportunidades de negocio y su inmediata aplicación. Toda la experiencia culminará con la posibilidad de volar uno de ellos dentro del predio. Además, se van a sortear cursos con certificación de la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) para aquellos que se animen a vivir la experiencia en IT Joven.
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