Inteligencia artificial al acecho: cuáles son las profesiones más amenazadas según el último estudio de OpenAI

Un informe de OpenAI analizó 44 ocupaciones vulnerables a la automatización. El comercio minorista lidera con 56% de tareas reemplazables.

El análisis sectorial revela que el impacto de la automatización no será homogéneo.

El análisis sectorial revela que el impacto de la automatización no será homogéneo.

La inteligencia artificial dejó de ser una tecnología emergente para convertirse en un factor determinante del mercado laboral global. OpenAI, la compañía responsable del desarrollo de ChatGPT, publicó un exhaustivo análisis que identifica las 44 profesiones con mayor vulnerabilidad frente a los sistemas de IA avanzados, un estudio que enciende las alarmas sobre la reconfiguración del empleo en los próximos años.

El informe, difundido el 6 de octubre de 2025, revela datos contundentes: en el sector del comercio minorista y mayorista, más del 50% de las tareas clave ya pueden ser ejecutadas por inteligencia artificial con resultados superiores a los humanos. El caso más extremo lo protagonizan los empleados de mostrador, donde los sistemas automatizados superaron a los trabajadores en un 81% de las evaluaciones realizadas.

Estos resultados plantean interrogantes fundamentales sobre el futuro del trabajo, la reconversión profesional y las estrategias que deberán implementar gobiernos y empresas para gestionar una transformación laboral sin precedentes en la historia económica moderna.

Metodología del estudio: cómo OpenAI midió el impacto de la IA

Para llegar a estas conclusiones, OpenAI implementó una metodología innovadora denominada GDPval, basada en comparaciones ciegas entre el desempeño de profesionales humanos y modelos de inteligencia artificial en tareas específicas. Los investigadores se concentraron en nueve sectores económicos considerados estratégicos para la economía estadounidense.

El proceso funcionó de la siguiente manera: expertos humanos evaluaron resultados de tareas completadas tanto por personas como por sistemas de IA, sin conocer la procedencia de cada trabajo. Los evaluadores seleccionaron la opción que consideraron superior en términos de calidad, precisión y cumplimiento de objetivos.

Entre los modelos evaluados, Claude Opus 4.1 de Anthropic registró los mejores resultados, superando a profesionales humanos en el 47,6% de los casos analizados. Por su parte, el modelo GPT5-high de OpenAI alcanzó una tasa de éxito del 38,8%. Estas cifras evidencian que la brecha entre la capacidad humana y artificial se estrecha a una velocidad que pocos especialistas habían proyectado hace apenas dos años.

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La metodología también incluyó ejemplos prácticos concretos: enfermeras registradas debieron evaluar imágenes de lesiones cutáneas y redactar informes de consulta, mientras que ingenieros de manufactura trabajaron en la creación de modelos 3D de componentes industriales. En ambos escenarios, los sistemas de IA lograron igualar o superar el desempeño humano según los criterios de los evaluadores.

Los sectores más golpeados por la automatización inteligente

El análisis sectorial revela que el impacto de la automatización no será homogéneo. El comercio minorista encabeza la lista de industrias vulnerables, con chatbots y asistentes virtuales que superan a los profesionales en un 56% de las tareas evaluadas. Este sector, que emplea millones de personas en todo el mundo, enfrenta una transformación radical en la atención al cliente, gestión de inventarios y procesos de venta.

El comercio mayorista ocupa el segundo lugar con un 53% de vulnerabilidad, seguido por empleos del sector público donde la IA demostró un 52% de efectividad. En este último grupo se incluyen oficiales de cumplimiento normativo y trabajadores sociales, profesiones que hasta hace poco se consideraban inmunes a la automatización por su componente de criterio humano y sensibilidad social.

En contraste, el sector de la información —que abarca directores, productores audiovisuales y periodistas— muestra mayor resistencia. Incluso los modelos más avanzados solo superan a los humanos en un 39% de los casos evaluados, lo que sugiere que las actividades creativas, editoriales y de producción de contenidos mantienen una barrera defensiva más sólida frente a la automatización.

Esta disparidad sectorial tiene implicancias directas para las políticas de empleo y reconversión laboral. Mientras algunos sectores podrán experimentar una transición gradual, otros enfrentarán disrupciones aceleradas que requerirán respuestas urgentes en términos de capacitación y nuevas oportunidades laborales.

El ranking completo: las profesiones en la primera línea de riesgo

El estudio de OpenAI elaboró un listado detallado que ordena las 44 profesiones según el porcentaje de éxito de la IA frente a trabajadores humanos. Los empleados de mostrador y alquiler lideran este ranking con un alarmante 81% de tareas en las que la inteligencia artificial demostró superioridad.

Los gerentes de ventas ocupan el segundo escalón con un 79%, seguidos por empleados de envíos, recepción e inventario con un 76%. Los editores, profesionales cuyo trabajo se centra en el juicio crítico y la sensibilidad del lenguaje, se ven superados en un 75% de los casos, un dato que desafía la percepción tradicional sobre qué tareas son exclusivamente humanas.

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Resulta especialmente revelador el caso de los desarrolladores de software, con un 70% de vulnerabilidad. Esta profesión, que durante años se consideró protegida por su naturaleza técnica y creativa, enfrenta ahora la paradoja de ser reemplazada por las mismas tecnologías que ayudó a crear. Los detectives e investigadores privados comparten este mismo porcentaje, demostrando que incluso el razonamiento deductivo y la investigación pueden ser replicados algorítmicamente.

Entre las profesiones con tasas de reemplazo superiores al 50% se encuentran asesores financieros personales (64%), enfermeros especialistas (56%), corredores de bienes raíces (54%) y analistas de noticias y periodistas (53%). Esta diversidad de ocupaciones afectadas —desde servicios financieros hasta salud y comunicación— ilustra el alcance transversal del fenómeno.

Incluso profesiones altamente especializadas muestran vulnerabilidad significativa: abogados (46%), analistas de inversiones financieras (41%), farmacéuticos (26%) y contadores (24%). El listado completo revela que prácticamente ningún sector del conocimiento está completamente a salvo de la automatización inteligente.

Profesiones con mayor resistencia y factores protectores

No obstante, el informe también identifica ocupaciones que mantienen ventajas competitivas frente a la IA. Los ingenieros industriales registran apenas un 17% de vulnerabilidad, el porcentaje más bajo del estudio junto con los editores de cine y video. Estas profesiones comparten características comunes: requieren competencias transversales, criterio técnico multidisciplinario y toma de decisiones en contextos de alta complejidad e incertidumbre.

Los gerentes financieros (32%), enfermeros titulados (37%) y especialistas en gestión de proyectos (42%) también muestran mayor resistencia. En estos casos, la combinación de habilidades técnicas, gestión de equipos humanos y responsabilidad sobre decisiones críticas actúa como factor protector.

OpenAI advierte explícitamente que estas cifras no deben interpretarse como una predicción de desempleo masivo inminente. La compañía enfatiza que el objetivo del estudio es dimensionar el potencial de la IA como herramienta de apoyo, no como reemplazo absoluto. La visión propuesta es la de una colaboración entre humanos y máquinas que potencie la productividad y mejore la calidad del trabajo, más que una sustitución completa de la fuerza laboral.

Sin embargo, esta perspectiva optimista contrasta con la realidad de los números: cuando un sistema automatizado supera al 81% de los trabajadores humanos en tareas específicas, la frontera entre "herramienta de apoyo" y "reemplazo efectivo" se vuelve difusa. El debate sobre las implicancias reales de estos avances tecnológicos recién comienza.

Implicancias para Argentina y el mercado laboral latinoamericano

Aunque el estudio se concentró en el mercado estadounidense, sus conclusiones tienen resonancia directa para Argentina y América Latina. El comercio minorista y mayorista, sectores altamente vulnerables según el informe, representan una proporción significativa del empleo en la región. La automatización de estas actividades podría profundizar desafíos estructurales en mercados laborales que ya enfrentan altos niveles de informalidad y subempleo.

Para profesionales argentinos, el mensaje es claro: la especialización técnica por sí sola no garantiza seguridad laboral en la era de la IA. Las habilidades blandas, la capacidad de adaptación, el pensamiento crítico y la creatividad aplicada emergen como competencias diferenciales que las máquinas aún no pueden replicar completamente.

El sector financiero local, con una creciente digitalización de servicios, deberá prestar especial atención a las conclusiones del informe. Asesores financieros, analistas de inversiones y agentes de servicios financieros —todos con tasas de reemplazo superiores al 40%— necesitarán reinventar sus propuestas de valor en un entorno donde los algoritmos pueden procesar información y generar recomendaciones con velocidad y precisión superiores.

El desafío de la reconversión profesional

La velocidad del cambio tecnológico plantea un desafío sin precedentes para los sistemas educativos y las políticas de empleo. Cuando el 81% de las tareas de una profesión pueden ser ejecutadas por IA, la pregunta no es si habrá impacto, sino cuándo y cómo se gestionará esa transición.

Los programas de reconversión laboral deberán anticiparse a estas tendencias, ofreciendo capacitación en habilidades que agreguen valor en contextos de trabajo colaborativo con IA. Esto implica desarrollar competencias en supervisión de sistemas automatizados, interpretación de resultados algorítmicos y toma de decisiones en escenarios donde la IA proporciona información pero el criterio humano define la acción final.

Para las empresas, el desafío es igualmente complejo: aprovechar las ventajas de eficiencia y precisión de la IA sin desmantelar equipos humanos que aportan creatividad, empatía y juicio contextual. La ecuación óptima probablemente no sea reemplazar personas por máquinas, sino redefinir roles donde cada uno aporte su fortaleza distintiva.

El informe de OpenAI no clausura el debate sobre el futuro del trabajo frente a la inteligencia artificial; por el contrario, lo inaugura con datos concretos y metodología robusta. Las 44 profesiones identificadas no son un destino inevitable, sino una advertencia sobre la necesidad de adaptación estratégica, inversión en capital humano y políticas públicas que gestionen una transformación que ya está en marcha.

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