Las acciones argentinas siguieron su rally alcista en el primer mes de 2023. El índice S&P Merval de la Bolsa porteña acumuló ganancias del 13,3% en dólares durante enero. Ocurrió en un contexto de optimismo en los mercados globales ante expectativas de que el sendero contractivo de la Reserva Federal de EE.UU. estaba llegando a su fin por la desaceleración inflacionaria de los meses previos. En ese marco, analistas consultados por Ámbito ven mayor potencial de suba para los papeles locales, aunque señalan que la dinámica dependerá del rumbo monetario del organismo que dirige Jerome Powell y de la capacidad del Gobierno de achicar la brecha y lograr que baje el riesgo-país.
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Ocurrió en un contexto de optimismo en los mercados globales ante expectativas de que el sendero contractivo de la Reserva Federal de EE.UU. estaba llegando a su fin. En ese marco, analistas consultados por Ámbito ven mayor potencial de suba para los papeles locales, aunque señalan que la dinámica dependerá del rumbo del organismo que dirige Powell.
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En cuanto a los sectores más beneficiados a lo largo del mes en el ámbito local, Desde Portfolio Personal Inversiones señalan: “El de bienes raíces (42,77% en pesos), lo que quedó plasmado en la espectacular suba del ADR de IRSA por 33,8% (en dólares), y el financiero (39,27% en pesos), lo que se reflejó en las valuaciones locales de Grupo Financiero Galicia y Banco Macro primordialmente (48,47% y 43,84% en pesos, respectivamente). También fueron 31 días notables para los sectores de servicios de comunicación, industrial y servicios públicos y energía (22,96%, 22,76% y 22,47% en pesos por lado). Dentro de quienes conforman al Merval, también destacó YPF (39,26% en pesos), con el tercer mejor ascenso del panel”.
Lucas Biagetti, analista financiero en Quaestus Advisory, destacó que los inversores se encuentran atentos a diversas señales. En cuanto al plano internacional, detalló: “Una de estas señales proviene de Estados Unidos y la expectativa por parte del mercado sobre los anuncios de la Fed con respecto a movimientos en la tasa de interés. Otra señal es también la presentación de balances y resultados por parte de las principales empresas de Estados Unidos, a partir de los cuales el mercado en general intentará evaluar si hubo algún el impacto significativo en el nivel de actividad tras ya casi un año del inicio del ciclo contractivo monetario de la Fed. Los flujos hacia mercados emergentes seguramente dependerán en gran parte de cómo se vaya desenvolviendo este ciclo y los tonos e indicios que pueda ir dejando Powell”.
En cuanto al ámbito local, Biagetti consideró que desde el Gobierno intentaron dar señales más amigables al mercado en términos fiscales, aunando diversas variables para sugerir un camino de mayor equilibrio fiscal. “La última de estas señales puede considerarse al anuncio del ministro de Economía en relación a la recompra de deuda soberana, que más allá de las diferentes controversias, en lo que confiere a gestión de pasivos resulta sumamente beneficioso para el emisor, que en este caso es el Tesoro Nacional. También existen especulaciones diversas que el monto inicial de mil millones de dólares destinado para este proceso podría aumentarse, lo que alimentaría aún más la tendencia”, señaló.
Perspectivas
Ezequiel Fernández, head of Equity & Credit en Balanz, afirmó que el Merval se tomó un respiro en una zona cercana a u$s700. “Podría ser técnico, relativo a flujos, y en parte debido a la percepción de que un eventual cambio de gobierno no estaría libre de desafíos importantes en lo monetario y lo fiscal. Para que el Merval se acerque más a u$s1.000, deberíamos tener una visión más clara acerca de cómo podría reducirse en forma sustancial la brecha cambiaria en 2024 y que el programa económico esperado reduzca el riesgo país algo más cercano a 600 puntos básicos”.
Por su parte, Biagetti proyectó: “Considerando que es probable que continúe el proceso de contracción monetario de la Fed, sumado a la dinámica electoral, probablemente sea un año más de cautela que de optimismo. De cara a 2024, hay alto grado de probabilidad de un contexto de baja de tasas por parte de la Fed, lo que supondría mejores condiciones para que flujos provenientes desde el exterior vean con buenos ojos a los activos emergentes. Si a esto se le suma una continuidad en el sendero de equilibrio fiscal y un plan que converja en una velocidad inflacionaria más controlada, incentivos adecuados, entre otras medidas necesarias, seguramente veamos una tendencia parecida a la actual”.
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