20 de diciembre 2002 - 00:00

Balean a un ex diputado

El ex diputado nacional Nicolás Garay fue baleado por desconocidos cuando ingresaba en el garaje de su casa. No descartan que se trate de un atentado.
El ex diputado nacional Nicolás Garay fue baleado por desconocidos cuando ingresaba en el garaje de su casa. No descartan que se trate de un atentado.
El secretario de Seguridad provincial, Manuel Aguirre, descartó ayer ante este diario la hipótesis de robo. Los investigadores ahora analizan si se trató de un atentado político o de una agresión producto de su actividad privada como abogado. Anoche cobraba fuerza la segunda vertiente.
El hecho ocurrió a las 14.15 de ayer, cuando Garay ya había ingresado su auto en una playa de estacionamiento de su propiedad -contigua a su vivienda, sobre la calle Moreno- y esperaba junto a su sobrino -quien ofició de chofer- que se cerrara el portón automático. En ese momento ingresó un hombre en el lugar, caminó 25 metros y le descerrajó los cuatro balazos calibre 9 milímetros (un quinto pegó en el vidrio trasero del vehículo). Como el portón terminó por cerrarse, el agresor debió saltar un muro, tras lo cual escapó en una moto que manejaba un secuaz. Ambos estaban encapuchados y usaban guantes.

Garay fue trasladado de urgencia a un centro médico, donde fue sometido a una intervención quirúrgica. Hubo aquí un dato curioso: uno de los cirujanos fue el propio vicegobernador Eduardo Galantini, de amplia trayectoria en esa especialidad. «Llegó muy mal, shockeado y con paraplejia de miembros inferiores», aseguró ayer una fuente. Las dos lesiones que generan mayor preocupación son la del hígado y la de la médula (recibió además heridas en un pulmón y en el antebrazo, que le produjo quebraduras). Anoche la Policía provincial -con la Gendarmería y la Policía Federal- trabajaba intensamente en procura de la detención de los agresores.

Garay es un dirigente liberal sexagenario, de amplia trayectoria en el partido, del que fue presidente. En su carrera fue legislador provincial, y diputado nacional tres veces. Hoy integra el comité ejecutivo partidario y ejerce su profesión -es abogado- en un reconocido estudio de Corrientes.
«Hay dos conjeturas: o la agresión surgió de su actividad privada -lleva una sucesión muy grande y habría herederos en desacuerdo con cómo la conduce-, o provino de su enfrentamiento con Raúl Romero Feris y Rodolfo Martínez Llano», evaluó ayer un liberal correntino.

Según fuentes de la investigación, que anoche se inclinaban por la primera hipótesis, Garay es apoderado de una de las partes en un proceso sucesorio por la suculenta herencia que dejó el ex legislador Alejandro Solari Ballesteros, por un monto que rondaría los 3 millones de dólares. Incluso, dijeron las fuentes, ya habría recibido amenazas por esta actuación.

Garay ya había sufrido una agresión pública a fines de los noventa, cuando pasó cerca del sanatorio donde se encontraba internado y detenido «Tato» Romero Feris. Allí fue golpeado por adeptos al Partido Nuevo.
El liberal intensificó en los últimos meses su confrontación con «Tato» y se opuso a la asunción del ex gobernador como senador nacional tras su detención en Gendarmería. «Si es una cuestión política es muy grave; pero estamos rompiendo con un modelo de muchos años y se puede esperar cualquier cosa», leyó ayer un alto funcionario correntino.

El atentado se da en el marco de un tenso clima político, producto del grave cortocircuito entre el gobierno de coalición -que encabeza el radical Ricardo Colombi- y la oposición, liderada por Romero Feris. El liberalismo correntino está escindido en la provincia: un sector levemente mayoritario apoya a Colombi (entre ellos el actual presidente del partido, Ricardo Leconte), mientras que el resto se distanció del gobierno (por caso, el senador nacional Lázaro Chiappe).

En los últimos meses no se produjeron atentados de este tipo. Sin embargo, la agresión trajo a la memoria los episodios de incendio de autos previos a la intervención federal.

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