11 de enero 2007 - 00:00

Dependencia: 68% de deuda de provincias es con Nación

Dependencia: 68% de deuda de provincias es con Nación
Justamente, este rol acreedor del Estado federal tuvo una evolución muy fuerte en los últimos años. En 1999 apenas 1% de la deuda provincial es con Nación, mientras que en la actualidad esa relación se elevó a 68%, generando un control económico que tiene fuerte gravitación en la faz política, un hecho que no pasa inadvertido en un año electoral.
Existe, en tanto, una provincia clave en esta escalada del rojo provincial: Buenos Aires, la economía de mayor volumen del país, que vio elevar su pasivo diez veces en los últimos diez años, y actualmente representa 38,7% del total de la deuda del conjunto de las provincias.

  • Promesa

  • Subyace, en tanto, la promesa de la ministra de Economía Felisa Miceli de avanzar en una reestructuración masiva de la deuda del conjunto de las provincias, pero este pedido -uno de los principales que hacen los gobernadores- aún no tiene lugar en la agenda de la Casa Rosada.

    Al tomar en cuenta la evolución de la deuda de las provincias, se observa que en 1996 se trataba de unos $ 13.921,465 millones, es decir, 5,1% del PBI de la Argentina. Una década pasó y 2006 da cuenta de unos $ 80.393,411, lo que implica 12,4% del PBI, según los datos suministrados por la consultora abeceb.com, en base a datos del Ministerio de Economía de la Nación tomados en el primer semestre del año pasado.

    Claro que hubo hitos fundamentales en este proceso. «En 2002, tuvieron influencia la devaluación del peso y la aplicación del CER», explicó a Ambito Nacional Mariano Lamothe, economista de abeceb.com. De algo más de $ 22.000 millones en 2001, el stock de la deuda pasó entonces, al ser pesificada, a $ 52.868 millones. A su vez, el salto en el porcentaje del PBI que representaba pasó en apenas un año de 8,2% a 16,9%.

    «A partir de 2002, el crecimiento de la deuda de las provincias estuvo principalmente ligado al efecto del CER», agrega Lamothe, en relación al coeficiente que se ajusta con el índice de inflación. Aquí ya no se verifica un aumento abrupto, pero sí una clara tendencia a la suba al compás del calentamiento de los precios.

    Por su parte, al tomar en cuenta la composición de esta deuda, se observa un fuerte incremento de la participación del gobierno nacional como acreedor de las provincia. En 1999 con un pasivo en torno de los $ 16.565 millones, la deuda de provincias con Nación equivalía a apenas 1% del total. Este porcentaje se elevó en 2006 a 68%.

  • Reprogramaciones

    Influyen aquí las sucesivas reprogramaciones del pasivo que puso en práctica la administración federal bajo denominaciones como Programa de Financiamiento Ordenado (PFO) -$ 2.116 millones- y el actual Programa de Asistencia Financiera (PAF) -$ 4.246 millones-. Estos son acuerdos que se firman anualmente, mano a mano, entre cada gobernador y el Presidente y que, generalmente, están rodeados de un fuerte factor político coyuntural a la hora de determinar la asistencia financiera.

    Se agrega también el Programa de Unificación Monetaria (PUM) -$ 3.632 millones- con el que se rescataron las cuasimonedas que fueron emitidas por una decena de distritos y la emisión de los Bogar -unos $ 33.178 millones-, bonos garantizados con la Coparticipación Federal.

  • Preocupación

    Una idea de la carga que significa esta deuda pública para las provincias se obtiene al considerar que durante 2007 obligará al pago de servicios por $ 13.100, es decir, un aumento de 33% respecto del año pasado. Junto a las partida salarial en constante aumento, estas obligaciones representan la principal preocupación de los gobiernos a la hora de organizar el presupuesto anual.

    Existen, en tanto, diferencias entre los distintos distritos. Queda aquí a la luz el caso de Buenos Aires, cuya deuda era en 1996 de $ 3.000 millones, apenas 1,1% del PBI nacional y 21% del stock total del conjunto del pasivo provincial. En la actualidad es de $ 31.106 millones y abarca 4,7 del PBI y 38,7% del stock.

    Cabe recordar que el gobierno de Felipe Solá hizo efectiva a fines de 2005 una reestructuración de la deuda pública que se encontraba en cesación de pagos por u$s 3.100 millones. En la actualidad, el pasivo bonaerense está contraído 63,6% con el gobierno nacional (ajustable por CER), 25% con tenedores de eurobonos, 8% en manos de organismos multilaterales y el resto en poder de otros acreedores. Según la ley de Presupuesto 2007 que acaba de ser promulgada por Solá y prevé un déficit financiero de $ 1.600 millones, para este año se prevé amortizar deudas por unos $ 2.800 millones, 60% de las cuales están justamente contraídas con el gobierno nacional.

    Al observar la evolución de las otras provincias «grandes», Santa Fe y Córdoba, tienen volúmenes de deuda pública muy inferiores a los de Buenos Aires. En el caso cordobés, los $ 7.136 millones de deuda en 2006 (en 1996 eran $ 911.890 millones) equivalen 1,1% del PBI. El distrito gobernado por José Manuel de la Sota tiene el segundo stock de deuda luego del de Buenos Aires, el cual representa 8,8% del total. En tanto, Santa Fe posee un rojo de $ 1.632 millones (en 1996 era de $ 300.374 millones), 0,2% del PBI.
    Finalmente, los distritos con menor stock de deuda pública son San Luis, La Pampa, Santiago del Estero y Santa Cruz, con pasivos de $ 165.246 millones, $ 195.182 millones, $ 266.967 millones y $ 351.869 millones, respectivamente.

    A su vez, se observan dos casos en que el stock de deuda se redujo. La Ciudad de Buenos Aires pasó de $ 2.138 millones en 1996 a $ 2.043 millones en 2006. En el mismo período Santiago del Estero evolucionó de $ 278.493 millones a $ 266.967 millones.
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