26 de junio 2006 - 00:00

Hace diez años surgió título de "piquetero"

En ese lugar, en abril del año siguiente, ante el incumplimiento de promesas gubernamentales, esas ciudades fueron nuevamente sitiadas por manifestantes. Hubo enfrentamientos con la Policía y nació el denominado «bloque piquetero» que lleva el nombre de Teresa Rodríguez, en memoria de una maestra -ajena a la protesta- muerta durante el desarrollo de los hechos presuntamente por un disparo de arma efectuado por un policía.
El 20 de junio de 1996, los medios regionales publicaban la noticia que anunciaba la decisión del gobernador Felipe Sapag (Movimiento Popular Neuquino) de no construir una planta de fertilizantes en sociedad con una empresa canadiense. Durante la tarde de ese mismo día se inició un corte de ruta, un método drástico y de escasos antecedentes que parecía no tener mucho tiempo de duración. «La continuidad de la medida y su sostenimiento popular -había ayuda desde los comedores escolares y se mantuvo la decisión de no abrir los comercios y apoyar la protesta- en pocos días la transformó en noticia a nivel nacional», citaba el diario «La Mañana del Sur».
Esta pueblada, luego de resistir la orden de desalojo de la Justicia federal y de enfrentamientos entre 20 mil vecinos y gendarmes, culminó cuando los representantes de los 21 piquetes distribuidos en las rutas 22 y 17 más sus salidas alternativas decidieron aceptar lo propuesto por el gobernador Sapag, quien se vio obligado a viajar a la zona y escuchar, por primera vez en su extensa carrera, los insultos de una multitud.
El gobernador habló, culpó del desempleo a la privatización de YPF y prometió obras, subsidios, el restablecimiento de los servicios de gas y luz a todos los vecinos y también el llamado a una nueva licitación, a la que no se presentó nadie.
Fueron promesas cumplidas la instalación de la planta La Oxígena (Air Liquide); el desarrollo del yacimiento El Mangrullo, que luego se entregó a los dos municipios a través del ENIM; la construcción del Hospital Complejidad VI, del jardín 5 de Cutral Có, del 3 de Plaza Huincul y del edificio para la Escuela 334 del barrio Otaño; la pavimentación de las rutas 5 y 7 y la reactivación de la cooperativa Coserpet. Nunca se instaló la planta de ácido fórmico como se había prometido ni llegó la ampliación del CPEM 51, como se había planteado.
Durante la semana en que terminó la manifestación, el gobierno nacional envió un avión con 40 mil raciones de comida y ropa de abrigo, y se entregaron miles de subsidios a la desocupación de manera excepcional, hasta que se hizo un relevamiento de las necesidades, que culminaron con cuatro mil subsidios para vecinos de Cutral Có y más de mil para Plaza Huincul.

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