La elección presidencial que sentó al diputado nacional y economista Javier Milei en la Casa Rosada hizo volar por los aires la suposición de que el peronismo iba a ser imbatible en el noroeste del país el pasado domingo. De las seis provincias que integran esta región y en las que la alianza oficialista Unión por la Patria (UP) esperaba un aluvión de votos a su favor, en donde mandan cuatro gobernadores peronistas y un histórico socio, La Libertad Avanza se quedó con la victoria en cinco. Se impuso en Tucumán, La Rioja, Catamarca, Jujuy y en Salta, y solo en Santiago del Estero ganó la fórmula con Sergio Massa a la cabeza.
Milei pisó fuerte en el noroeste y se impuso en cinco provincias (cuatro con mandatarios peronistas)
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En agosto ya había sido sorpresa Milei en las elecciones primarias al convertirse en el postulante a presidente más votado, obteniendo el 30% de los votos, relegando a Massa al segundo lugar, con un 20%. Ganó en 16 de los 24 distritos del país y en el NOA fue triunfo a su favor en Tucumán, Salta, Jujuy y en La Rioja. El peronismo, sin embargo, se reorganizó y dio vuelta estos guarismos en las votaciones generales de octubre: Massa cosechó a nivel nacional el 36% y Milei el 30% de los votos, resultado con el que ambos sacaron pasaje para el balotaje.
Un mes antes de esos comicios, Massa reunió en Tucumán a los gobernadores del norte que reconocieron haber “dormido la siesta”, “que no la vieron venir” y por eso trabajaron de otro modo para las generales, en donde el peronismo recuperó poco menos de un millón de votos, en relación a las primarias. Aunque en estos comicios el gobernador salteño Gustavo Sáenz no logró inclinar la balanza a favor de Massa, sí logró una remontada muy importante. En Jujuy el oficialismo de la Casa Rosada tampoco ganó pero también recuperó terreno.
Massa confiaba en que se iba a repetir la remontada este domingo pero no, la foto final pareció ser idéntica a la de las PASO. Fue paliza en el NOA para el oficialismo peronista. Milei ganó en Tucumán por 52 puntos a 48, en Salta fue 58 a 42, en Jujuy fue 58 a 42, en Catamarca el resultado fue 53 puntos a 47 y en La Rioja fue 54 a 46. Los votos en blanco y nulos fueron mínimos, por lo que se puede inferir que los votos de las generales que obtuvo Juntos por el Cambio (JxC) se trasladaron sin pérdidas desde la excandidata Patricia Bullrich hacia Milei. Salvó la ropa el gobernador Gerardo Zamora, de Santiago del Estero, en donde Massa se impuso con el 68% de los votos, frente al 31% del diputado nacional libertario. Aunque no integran la región NOA pero sí el Norte Grande, hay dos distritos históricos para el peronismo en donde se esperaba también mejores resultados porque cada voto contaba. Se trata de Formosa y Chaco. El gobernador formoseño Gildo Insfrán logró para Massa el 56% de los votos y Milei cosechó el 43%, nada mal, pero insuficientes en el global nacional. Jorge Milton Capitanich, mandatario chaqueño hasta diciembre -cuando dejará esa función para que ese distrito pase a ser gobernado por el radical Leandro Zdero- no pudo darle un triunfo a Massa –que sí logró en octubre- al caer por poco menos de 1.000 votos, de acuerdo al escrutinio provisorio.
Compromiso
Con los números en la mano está claro que los gobernadores peronistas antepusieron sus intereses en los comicios provinciales en detrimento de los nacionales y la primera señal fue el desdoblamiento electoral, excepto en Catamarca, en donde el gobernador reelecto Raúl Jalil logró su reelección en octubre y Massa se impuso. El catamarqueño no pudo repetir ese resultado el domingo. A su favor, las elecciones locales les permitieron a los mandatarios obtener una cosecha relevante de diputados y senadores nacionales, cuyo peso será clave para los proyectos que envíe la Casa Rosada al Congreso desde el 10 de diciembre. Más temprano que tarde la derrota nacional del oficialismo también se trasladará a los peronismos del norte, en donde se esperan reacomodamientos, en especial, en Tucumán, Chaco y Jujuy. En la primera provincia deberá dirimirse en febrero o marzo quién quedará al frente del Partido Justicialista, si continúa el exgobernador Juan Manzur o asume en su lugar el actual mandatario Osvaldo Jaldo, el número dos en el PJ. En tierra chaqueña el peronismo está divido en tres espacios y la derrota de Capitanich, que no pudo ser reelecto, caló hondo y se reflejó en el resultado del fin de semana. En Jujuy el PJ está intervenido por la conducción nacional, sin una resolución de esa crisis a la vista.
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