Nación postergó una reunión con los gobernadores en la que se discutiría una reforma fiscal

Estaba pautada para este lunes al mediodía en la Casa Rosada. Participarían diversos jefes provinciales y el jefe de Gabinete, Guillermo Francos. Todavía no hay fecha establecida.

El Gobierno postergó una reunión con gobernadores.

El Gobierno nacional postergó una reunión con gobernadores de distintas fuerzas políticas que estaba pautada para este lunes al mediodía con el objetivo de discutir diversos temas fiscales. La misma había sido pedida por los propios jefes provinciales para trasladar diversas inquietudes como la caída de la coparticipación y la recaudación y la merma en la obra pública, entre otros.

La cumbre se iba a desarrollar a las 12 en la Casa Rosada y contaría con la presencia del jefe de Gabinete, Guillermo Francos, interlocutor habitual entre la administración libertaria y los distritos. Por parte de los mandatarios, en un principio se planteó que estarían Sergio Ziliotto (La Pampa), Ignacio Torres (Chubut), Rogelio Frigerio (Entre Ríos) y Martín Llaryora (Córdoba).

Posteriormente, las versiones apuntaron a que, además de Torres y Frigerio, serían de la partida Alfredo Cornejo (Mendoza), Claudio Vidal (Santa Cruz), Raúl Jalil (Catamarca) y Axel Kicillof (Buenos Aires).

Nación postergó reunión con los gobernadores

Sin embargo, Nación tomó la decisión de aplazarla teniendo en cuenta el temario fiscal propuesto por los gobernadores. En Balcarce 50 adujeron que, para discutir esas cuestiones, es necesaria la presencia del secretario de Hacienda, Carlos Guberman, quien está fuera del país, en un viaje de trabajo. Por tal motivo, esperarán a que vuelva para realizar el encuentro.

Aunque todavía no hay una fecha establecida, se espera que el cara a cara con los mandamases subnacionales sea en los próximos días.

En las últimas semanas, el desplome de la coparticipación federal y de la recaudación puso en jaque a los gobernadores, que aducen que el Gobierno nacional se está financiando en base a las provincias. Ese malestar se trasladó a una cumbre que la mayoría de los mandatarios del país animaron el martes pasado en el Consejo Federal de Inversiones (CFI).

Precisamente, de ese encuentro surgió la idea de pedirle una reunión al presidente Javier Milei. Fiel a su estilo, la gestión libertaria desligó a Milei del asunto -actualmente está de gira por Europa e Israel- y delegó las conversaciones en Francos, su habitual embajador ante los distritos.

No obstante, los jefes provinciales reconocen las habilidades diplomáticas del jefe de Gabinete pero también dan cuenta de sus límites a la hora de administrar. Por eso, en esta ocasión, preferían sentarse mano a mano con el Presidente.

Para el Gobierno tampoco es un tema menor. Sus escasas estructuras legislativas lo llevan a depender constantemente de apoyos prestados, en general por parte de los mandatarios dialoguistas. Ahora, en un Congreso donde los proyectos opositores empiezan a ganar volumen, no se puede dar el lujo de abrir un frente con sus aliados.

Derrumbe de la coparticipación federal

Antes de la reunión en el CFI, un informe que circuló entre varios gobernadores advirtió sobre una preocupante reducción en los recursos que las provincias recibirán por transferencias automáticas durante 2025. Según datos de la Comisión Federal de Impuestos, el descenso proyectado sería del 4,2%, "lo que representa una pérdida de casi $2.5 billones en moneda homogénea, equivalente al 0.3% del PIB".

El documento señala, además, que si se compara con los niveles de 2023 el retroceso alcanzaría el 12%, es decir, unos $7,4 billones menos para las provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), una cifra que se acerca al 1% del Producto Bruto Interno. Cabe destacar que, en 2024, las transferencias automáticas representaron el 45% de los ingresos provinciales, con una incidencia superior al 60% en al menos 12 jurisdicciones.

De acuerdo a un informe publicado por Politikón Chaco el jueves, la caída de la coparticipación fue del 23,5% interanual en mayo. La consultora explicó que el quid de la cuestión está en los guarismos del 2024, cuando, en el mismo mes, las transferencias mostraron un fuerte incremento, impulsadas por el vencimiento de los anticipos del impuesto a las ganancias de empresas cuyo ejercicio fiscal cerró en diciembre de 2023.

"Este fenómeno estuvo estrechamente ligado a los efectos de la devaluación de aquel período: muchas compañías, al contar con activos dolarizados, vieron revaluados significativamente sus balances en moneda local, lo que elevó sustancialmente su carga tributaria. Como resultado, la recaudación del impuesto a las ganancias registró una suba extraordinaria", detallaron.