14 de abril 2003 - 00:00

“Priman la demagogia y la irresponsabilidad”

La legalidad de esta medida es más que discutible, ya que toda emisión para financiar al Estado nacional debería estar autorizada por ley y no por un decreto. Ya es discutible que la Ley de Emergencia Económica permita que el Estado nacional asuma endeudamiento con el fin de reordenar el mercado monetario, pero mucho más dudoso es que el Congreso le haya delegado al Poder Ejecutivo la posibilidad de autorizar emisión monetaria. Por ello, a posteriori, se envió al Congreso un proyecto de ley que incorpora un permiso para que el Banco Central pueda asumir esta deuda pública «por única vez». Habrá que ver si es realmente así o si debieron haber redactado «por primera vez». Una vez que se viola una regla de juego de austeridad y responsabilidad, siempre quedará la duda de si no se lo volverá a hacer.
Además, le permite al Banco Central computar a valor técnico los bonos que recibirá en contrapartida por la emisión necesaria. En una palabra,
el balance de dicha institución se verá «ensuciado», reflejando una realidad patrimonial y una solidez que no son reales, ya que dichos títulos valen menos de la mitad de su valor técnico. Nuevamente se pretende engañar a los ciudadanos y se termina afectando la capacidad de respuesta de la entidad monetaria ante una corrida cambiaria, ya que en ese momento dichos bonos no serán vendibles a su valor contable.
Gracias a la oposición responsable de algunos senadores (que obraron en defensa de los intereses de la comunidad y a pesar del costo político que les implicaba, como el tucumano Pablo Walter, cuya provincia sufre una cuasi moneda local), el proyecto no tuvo media sanción en dicha Cámara. Lamentablemente, violando una vez más el estado de derecho, el Ministerio de Economía decidió seguir con el canje, a pesar de no contar con el sustento legal necesario. Como siempre durante esta gestión, prima la demagogia sobre el respeto de los derechos y las instituciones.
No es cierto que esto no afectará la solidez del peso y que no generará problemas en el mercado monetario. La autoridad monetaria no debe responder por las cuasi monedas, ya que éstas son responsabilidades asumidas por las provincias emisoras.
Además, es grave que se emita moneda nacional por hasta $ 7.000 millones.
Esto implicará que el Banco Central verá aumentar los pasivos por los que debe responder ante una corrida cambiaria en casi 20%. Como contrapartida, recibirá bonos de un Estado quebrado que nadie quiere.
Por último, al rescatarse las cuasi monedas a valor de mercado y con emisión monetaria, se vuelve a enjuagar desde la Nación el manejo irresponsable de las cuentas públicas de algunas provincias, convalidando la estafa a los receptores de dichos papeles. Premiamos la irresponsabilidad y luego nos quejamos de la fuerte tendencia al desmanejo fiscal de algunos gobernadores.
En la Cámara de Diputados, presentado por el
Bloque Azul y Blanco, y en el Senado, por el legislador Pablo Walter, hay un proyecto que resuelve el problema de las cuasi monedas sin poner en riesgo el patrimonio de los argentinos ni afectar la solidez del Banco Central. La propuesta autoriza al gobierno nacional a:
a) Emitir LECOP por hasta la suma de todas las cuasi monedas provinciales que están en el mercado. b) Acordar con las provincias darles un crédito en dicho bono para que puedan rescatar sus cuasi monedas provinciales. c) Los gobiernos provinciales se comprometerán a no emitir más cuasi monedas. d) De la recaudación de las provincias que entren en el acuerdo se detraerá mensualmente una cuota que permitirá rescatar los LECOP que recibieron en el plazo de su vencimiento. e) Se prohibirá a las provincias emitir cuasi monedas y se les quitará el curso forzoso que inconstitucionalmente le dieron en su territorio. f) Se demandará judicialmente a las que no cumplan con este último punto, para obligarlas a encuadrarse dentro de la Constitución nacional. Esta manda que el único emisor de moneda sea el Banco Central y quien lo autoriza es el Congreso Nacional.
De esta forma, quedarían vigentes sólo dos monedas y, en 2006, se terminarían de rescatar los LECOP, y quedaría sólo el peso.

* Economista, socio y director general de EXANTE.

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