3 de diciembre 2025 - 10:05

El desembarco chino en la Argentina no es solo eléctrico: por qué los autos a combustión siguen firmes en la transición

El desembarco asiático en el país combina distintos tipos de vehículos y motorizaciones, marcando una etapa clave en la reconfiguración del mercado local.

Los vehículos a combustión continúan resistiendo en la Argentina

Los vehículos a combustión continúan resistiendo en la Argentina

Pixabay

La expansión global de la industria automotriz china ya no es solo una tendencia internacional: también está transformando el escenario argentino y el resto de Sudamérica, donde la combinación de precios accesibles y oferta variada coincide con un sistema de infraestructura aún en desarrollo.

Mientras China multiplica su presencia en los mercados emergentes gracias a su capacidad de producción y a una oferta que abarca combustión, híbridos y eléctricos, la Argentina se prepara para recibir un volumen creciente de modelos que requieren respuestas locales en red vial, energía y servicios posventa.

La Argentina continúa con una red de carga limitada

La llegada masiva de vehículos chinos responde a un fenómeno global. Con un mercado interno saturado y una capacidad industrial que supera la demanda local, los fabricantes chinos encontraron oportunidades en países donde los autos eléctricos enfrentan obstáculos ligados a la infraestructura. En la Argentina, pese al avance del segmento electrificado, la red de carga todavía es limitada y está concentrada en los grandes centros urbanos. Esa realidad explica que muchos consumidores continúen optando por modelos a combustión o híbridos, donde las marcas chinas ofrecen opciones competitivas y tecnológicamente maduras.

El desembarco de empresas como Chery, BAIC, Changan, Dongfeng, Jetour o Great Wall se produce en un contexto en el que la expansión de rutas nacionales, la actualización de los corredores bioceánicos y los planes para ampliar la capacidad energética resultan claves para acompañar el crecimiento del parque automotor. Mientras tanto, el sector privado acelera inversiones en cargadores rápidos, conversión de flotas y centros de servicio adaptados a nuevas tecnologías.

Electrico Auto Cargador
En la Argentina, pese al avance del segmento electrificado, la red de carga todavía es limitada y está concentrada en los grandes centros urbanos.

En la Argentina, pese al avance del segmento electrificado, la red de carga todavía es limitada y está concentrada en los grandes centros urbanos.

A diferencia de Europa o Estados Unidos (donde los subsidios y la infraestructura robusta impulsaron la adopción del eléctrico), la competencia en la Argentina ocurre en un terreno híbrido: el país avanza hacia la electrificación, pero mantiene una fuerte demanda de combustión por distancia geográfica, hábitos de uso y disponibilidad de mantenimiento. Allí, los fabricantes chinos encuentran una oportunidad: ofrecer vehículos bien equipados, con sistemas de asistencia modernos, precios por debajo de competidores tradicionales y variedad en casi todos los segmentos.

Por ejemplo, en países como Polonia, la llegada simultánea de múltiples marcas provenientes de China alteró por completo el panorama comercial y tomó por sorpresa tanto a concesionarios como a usuarios. Una situación similar ocurre en Sudáfrica, donde los modelos a combustión de origen chino se imponen progresivamente frente a fabricantes tradicionales con décadas de presencia.

En otras regiones, como Chile y Uruguay, las largas distancias y la infraestructura de carga todavía insuficiente hacen que los vehículos a combustión sigan siendo la alternativa más conveniente para la mayoría de los conductores. En ese contexto, las automotrices chinas logran destacarse con una oferta amplia, precios competitivos y una gama que incluye desde sedanes y utilitarios hasta pick ups y SUVs de distintos tamaños.

La tendencia parece consolidarse. Con terminales locales adaptando estrategias y nuevos importadores sumándose al negocio, la discusión en la Argentina ya no pasa solo por la llegada de autos más económicos, sino por la infraestructura necesaria para sostener la movilidad del futuro.

El desafío será equilibrar el crecimiento del eléctrico con la realidad de un país extenso, atravesado por rutas largas, donde coexistirán por muchos años tecnologías diferentes. En ese escenario, las marcas chinas ya ocupan un rol protagónico.

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