Investigadores del Instituto Americano de Física analizaron cómo el uso de ruidos de baja frecuencia puede mejorar la visibilidad y seguridad de los vehículos eléctricos, especialmente en entornos urbanos concurridos. En su reciente trabajo presentado en la Sexta Reunión Conjunta de la Sociedad Acústica de América y la Sociedad Acústica de Japón, la estudiante de posgrado Mei Suzuki y su equipo presentaron una innovadora propuesta para diseñar sonidos de aproximación personalizados para estos vehículos.
El uso de sonidos de baja frecuencia sirve para mejorar la seguridad de los vehículos eléctricos
Investigadores exploran cómo los ruidos personalizados de este estilo pueden ayudar a los autos 100% a batería a destacarse en entornos urbanos, contribuyendo a la responsabilidad vial y reduciendo el riesgo de accidentes con peatones.
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Una nueva investigación sobre los autos eléctricos abre el debate mundial
Aunque los vehículos eléctricos tienen la ventaja de ser considerablemente más silenciosos que los autos tradicionales a gasolina, esta cualidad puede volverse un inconveniente en situaciones donde se requiere una alerta sonora para peatones. Las regulaciones actuales obligan a los fabricantes a dotar a estos vehículos de sonidos audibles a baja velocidad, pero dejan margen para elegir el tipo de ruido a emitir, lo que abre un abanico de posibilidades para crear sonidos más efectivos y personalizados.
Cómo se realizó la investigación sobre el uso de sonidos
El equipo de investigación se centró en diseñar sonidos basados en onomatopeyas y ruido rosa, un tipo de ruido con predominancia de frecuencias bajas, con el objetivo de hacerlos fácilmente perceptibles. Para evaluar la eficacia de estos sonidos, los investigadores realizaron pruebas tanto en laboratorio como en condiciones reales de tráfico, donde los participantes calificaron los estímulos sonoros según su urgencia y facilidad de percepción.
El sonido más efectivo resultó ser una versión de ruido rosa, debido a su capacidad para destacar incluso en entornos ruidosos. Este tipo de sonido, con sus componentes de baja frecuencia, se mostró especialmente resistente a ser enmascarado por otros ruidos ambientales, lo que asegura que los vehículos eléctricos sean escuchados de forma clara y consistente, independientemente de las condiciones del entorno.
Los investigadores ahora planean extender esta investigación al diseño de sonidos para otros dispositivos de micromovilidad, como bicicletas eléctricas y patinetes. En este campo aún hay mucho por explorar, y los investigadores creen que estas innovaciones podrían reducir las colisiones con peatones y personas con discapacidad visual, mejorando así la seguridad en las ciudades.





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