9 de enero 2019 - 00:01

Buzios, meca de los argentinos en Brasil, sufre impacto de crisis

EN LOS ÚLTIMOS AÑOS SE INCREMENTÓ LA LLEGADA DE CHILENOS - Si bien se mantiene la tendencia y son mayoría entre visitantes de otros países, agencias de turismo locales aseguran que se redujo la cantidad con respecto a años anteriores y que consumen menos.

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La devaluación que sufrió el peso durante 2018 modificó la planificación de las vacaciones de verano para muchos turistas. Así es que creció el optimismo en los principales destinos nacionales y muchos clásicos internacionales quedaron relegados. Es el caso de Punta del Este, que en el comienzo del año recibió un 30% menos de argentinos que una temporada atrás, y de otra “meca” para los amantes de la playa: Buzios, en Brasil. Agencias de turismo y posadas del balneario brasileño aseguraron a este diario que, si bien siguen siendo mayoría entre visitantes de otras latitudes, la cantidad se redujo en comparación con épocas pasadas. También sostienen que quienes optaron por viajar a la península, cambiaron sus hábitos de consumo.

Flavio Bordalo, director de marketing de In Buzios, fue categórico: “Realmente, el público argentino cayó este año. Estamos recibiendo, por el momento, menos de la mitad que el año anterior”. La empresa para la que trabaja ofrece paquetes turísticos, y se especializa en el traslado de pasajeros desde el aeropuerto de Río de Janeiro o desde los hoteles a otros destinos cercanos.

“Noto menos argentinos que en otros años. Y más chilenos. Aunque los precios de las posadas no aumentaron mucho con relación al año pasado, comer en la playa sí está más caro. Generalmente, para contar con una sombrilla basta con consumir algo en los bares de la playa. Pero eso es más caro que años anteriores. En cambio, hay vendedores ambulantes que ofrecen precios más accesibles, como sándwiches y choclos”, sostuvieron desde Buzios Turismo, una web que permite reservar posadas y paseos.

Desde la agencia Tropicalia, en tanto, sostienen que la cantidad no mermó, pero los visitantes sí modificaron sus costumbres. “Siempre recibimos argentinos. Se sigue recibiendo. Son la mayoría. Lo que sí se nota es que antes venían 15 días y ahora por ahí vienen una semana. Además de hacer una estadía más corta, consumen menos. Hacen menos paseos y buscan precios”, sostuvo, y agregó: “Por ahí los brasileños se sorprenden de que, con la situación que se vive en Argentina, tantos argentinos sigan viniendo. Además, muchos chilenos descubrieron Buzios. Para el chileno es muy barato. Para el argentino todo está caro”.

El cambio, a diferencia de otras épocas, no ayuda a los argentinos. Para comprar un real se necesitan diez pesos y eso, sobre todo a la hora de las comidas, complica el presupuesto. En cuanto a los hospedajes, es posible encontrar una posada para dos personas, con pileta y cerca de la playa, a $2.700 la noche. Un pasaje aéreo a Río de Janeiro, para los primeros días de febrero, cuesta actualmente unos $14.000, mientras que un transfer desde el aeropuerto hasta la posada en Buzios (ida y vuelta) cuesta cerca de $2.000. También es posible conseguir paquetes para ir ocho días, en los primeros días de febrero, a $29.000.

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