La industria aceitera argentina atraviesa uno de sus mejores momentos del año. Según un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), la molienda de soja alcanzó en septiembre un récord histórico para el mes, con 4,13 millones de toneladas procesadas. El acumulado de la campaña ya supera las 23 millones de toneladas, un 4% por encima del promedio de la última década para esta altura del ciclo productivo.
Récord de molienda y ventas históricas: la soja impulsa al complejo agroindustrial
En septiembre se procesaron 4,13 millones de toneladas, el mayor volumen para ese mes. Las compras locales alcanzan el 77% de la cosecha y China sostiene la demanda.
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Fin de retenciones cero: productores en alerta, con malestar y dudas sobre el precio de la soja en el mercado local
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Efecto guerra comercial: estiman que las exportaciones de soja marcarán un récord, ante fuerte demanda china
El mercado argentino ya comprometió 38 millones de toneladas de soja.
El desempeño se explica por la combinación de una fuerte demanda industrial interna y el flujo sostenido de compras de porotos por parte de China, que impulsa tanto el nivel de exportaciones como el ritmo de comercialización local. Al 15 de octubre, el mercado argentino comprometió 38 millones de toneladas de soja, equivalentes al 77% de la producción estimada para esta campaña, el mayor avance proporcional de los últimos catorce años, excluyendo los períodos de sequía.
Sin embargo, la BCR advierte que en las últimas semanas las tensiones geopolíticas y las expectativas electorales locales comenzaron a influir en el comercio de granos. A medida que se diluyó el impacto de la suspensión temporaria de retenciones, las cotizaciones de la oleaginosa retrocedieron en torno al 7%, desde los u$s360 por tonelada del 22 de septiembre a valores cercanos a u$s323/u$s324. Ese cambio de escenario redujo la comercialización diaria, que promedió apenas 58.000 toneladas.
Optimismo en Chicago y récord industrial en Estados Unidos
El informe de la entidad rosarina señala que, en el plano internacional, la soja en Chicago registró una leve recuperación, con precios que tocaron los u$s384 por tonelada, máximos desde mediados de septiembre. El repunte se atribuye al optimismo del mercado ante la inminente cumbre entre Donald Trump y Xi Jinping, prevista en el marco del encuentro de líderes de APEC 2025 en Corea del Sur, donde se espera un nuevo acuerdo comercial que incluya mayores compras chinas de soja estadounidense.
En paralelo, Estados Unidos también marcó un récord de molienda para septiembre, con 5,38 millones de toneladas procesadas, el cuarto mes con mayor nivel de crushing en la historia del país, según datos de la National Oilseed Processors Association (NOPA). El cierre de la campaña 2024/25 arrojó un total de 62,7 millones de toneladas industrializadas, un 12,8% más que el promedio de los últimos siete años.
La mayor demanda de aceite de soja para biodiésel y combustibles renovables fue clave para ese desempeño. La Agencia de Protección Ambiental (EPA) elevó las metas de mezcla de biomasa con combustibles fósiles a 33.010 millones de galones en 2025, y prevé un incremento del 21,7% para 2026. Solo en 2025, 8,7 millones de toneladas de aceite de soja se destinaron a la producción de biocombustibles, cifra que subiría a 10,5 millones en 2026 y 10,9 millones en 2027.
El maíz, entre una siembra acelerada y ventas rezagadas
En contraste con la soja, el mercado de maíz muestra signos de lentitud. De acuerdo con la Secretaría de Agricultura, la siembra ya cubre el 30% del área prevista, ritmo récord para esta época del año, con una proyección total de 9,7 millones de hectáreas y un potencial productivo superior a 60 millones de toneladas, un 16% más que el último máximo.
Aun así, la comercialización avanza con rezago. Se comprometieron 4,8 millones de toneladas de la campaña 2025/26, de las cuales solo el 15% tiene precio cerrado, el nivel más bajo en una década. El volumen sin vender del ciclo 2024/25 se estima en 13 millones de toneladas, tres veces más que el promedio histórico.
La BCR advierte que esta sobreoferta, combinada con los amplios suministros internacionales, podría ejercer presión sobre las cotizaciones hacia fin de año. Aunque Argentina podría volver a posicionarse como principal exportador regional de maíz, la recuperación productiva de Estados Unidos y Ucrania, junto con una caída del 69% en las importaciones chinas, anticipa un mercado global más pesado y precios bajos.





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