Hubo quien decía que la vida era tan curiosa que cualquier cosa podía pasar… hasta que el fútbol italiano decidió tomarse esa frase al pie de la letra. En Avellino no solo se habla de táctica y formación 4-3-3, sino también de una suerte que más parece un guion salido de un cuento que de una hoja de resultados.
Cada muerte de obispo: el equipo de fútbol que festeja cada vez que fallece un Papa
Para este club, esta frase es mucho más que un dicho: una realidad. Conocé la particular historia de estos italianos.
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El equipo de fútbol que asciende cada muerte de obispo, literalmente.
Para los más escépticos, la casualidad es solo eso, pero para los hinchas del club del sur de Italia cada vez que la Iglesia Católica despide a uno de sus obispos máximos es motivo de celebración de una nueva hazaña deportiva por la que elevar las copas. Ese equipo que ha hecho de la sincronía entre el Vaticano y el ascenso su propia leyenda es el Unione Sportiva Avellino 1912.
Muere un Papa, asciende Avellino: una insólita historia en el fútbol italiano
Desde mediados del siglo XX, la trayectoria del Avellino ha estado marcada por un patrón tan insólito como persistente: en los años en los que un Papa ha fallecido o renunciado, el club ha conseguido subir de categoría en el competitivo fútbol italiano. La primera vez que se notó esta coincidencia fue en 1958, cuando la muerte del Papa Pío XII coincidió con el ascenso del Avellino desde la cuarta a la tercera división del calcio.
Cinco años más tarde, en 1963, el fallecimiento de Juan XXIII volvió a marcar otro salto de categoría para el equipo, que regresó a la Serie C tras un breve descenso. Ese impulso “papal” se repitió con fuerza en 1978, año singular en el que murieron Pablo VI y Juan Pablo I, y Avellino vivió uno de sus momentos más históricos: el ascenso a la Serie A, la máxima categoría del fútbol italiano.
La tradición siguió con el fallecimiento de Juan Pablo II en 2005, cuando el club volvió a ascender y, aunque en 2013 no hubo muerte sino la renuncia de Benedicto XVI, Avellino también celebró otro ascenso ese año. Más recientemente, en 2025, el equipo confirmó su regreso a la Serie B con una victoria clave sobre el Sorrento y, apenas 48 horas después, se anunció el fallecimiento del Papa Francisco, cerrando de manera casi profética otro ciclo de éxitos ligado a un evento en el Vaticano.
Esta serie de coincidencias ha hecho que, en las charlas futboleras y entre los seguidores del club, se hable de señales, destino o simplemente de una ironía cósmica que parece jugar con los calendarios del deporte y de la fe. Sea casualidad o no, la historia del Avellino y los cambios en la Iglesia Católica ya forma parte del folclore futbolístico italiano y continúa sorprendiendo a quienes buscan conexiones imposibles entre el césped y el cielo.
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