El arquero brasileño Bruno Fernandes, liberado de prisión tras purgar parcialmente la pena por el asesinato de una examante, fue presentado este martes por su nuevo club, Boa Esporte de Varginhas (Minas Merais, sudeste), pese a la pérdida de patrocinadores y a las críticas que originó su contratación.
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"Estoy muy feliz con esta oportunidad", le confesó Bruno a la prensa, vistiendo la casaca de este club de segunda división, aún con la inscripción de uno de los patrocinadores que retiraron su apoyo.
"Me estoy preparando desde hace bastante tiempo. Pasar por lo que he pasado no ha sido fácil. Sinceramente, no me preocupa lo que la gente diga por ahí. Me concentro en mi trabajo. Lo importante para mí es volver a empezar", agregó.
Bruno Fernandes de Souza, de 32 años, ingresó preventivamente a prisión en 2010 y fue condenado en 2013 a 22 años y tres meses de cárcel por el asesinato de Eliza Samudio, de 25 años, con quien había tenido un hijo.
El cuerpo de la joven nunca apareció y el jugador confesó ante el juez que el cuerpo desmembrado de Samudio fue arrojado a los perros por los autores materiales del crimen.
Pero la corte suprema ordenó el pasado 24 de febrero su liberación, para que pueda seguir sus recursos de apelación en libertad.
La decisión levantó una ola de críticas, en el quinto país con mayor número de asesinatos de mujeres del mundo.
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