11 de junio 2007 - 00:00

De la mano de Ramón Díaz San Lorenzo fue campeón

San Lorenzo se consagró campeón del torneo Clausura con su triunfo ante Arsenal por 4 a 2 y ahora sólo falta resolver el segundo descenso directo y cuál será el sexto equipo argentino en la Copa Sudamericana y con posibilidades de jugar la Copa Libertadores si Boca resulta campeón de la presente edición. Descendido desde hace rato Quilmes, el segundo equipo que pierde la categoría saldrá de Belgrano y Nueva Chicago. Los de Mataderos les llevan dos puntos a los cordobeses y jugarán en Rosario ante Newell's.

GastónFernándezsalegritando sugol mientrasAndrésSilvera sele acercapara unirseal festejo.El exjugador deRivermarcó dosanteArsenal (arriba). RamónDíaz esllevado enandas. Eltécnico fueuno de losprincipalesartífices deltítulologrado porSanLorenzo, eldécimo ensu historia (abajo).
Gastón Fernández sale gritando su gol mientras Andrés Silvera se le acerca para unirse al festejo. El ex jugador de River marcó dos ante Arsenal (arriba). Ramón Díaz es llevado en andas. El técnico fue uno de los principales artífices del título logrado por San Lorenzo, el décimo en su historia (abajo).
Si alguien hubiera pronosticado al comienzo de este torneo que San Lorenzo iba a ser el campeón lo hubieran tratado de loco. Por el contrario, muchos pronosticaban el fracaso de Ramón Díaz, que por primera vez iba a dirigir un equipo sin grandes estrellas y hasta decían que se iba a ir antes de empezar el campeonato porque no le traían los refuerzos pedidos.

En cambio, Ramón Díaz sacó a relucir todo su carisma y sus conocimientos de fútbol llevándose a dos viejos conocidos de River, Cristian Ledesma y Gastón Fernández, y cambiando el pesimismo de un equipo vencido por un optimismo increíble. Díaz les sacó toda la presión a los jugadores y se la echó él encima. Si perdían, perdía él, y si ganaban, ganaban todos.

Ese fue el principal secreto de este San Lorenzo campeón que venía de un técnico (Oscar Ruggeri) que pensaba que la forma de ganar era presionando a sus propios jugadores.

Los futbolistas se liberaron y así se vio el verdadero nivel de jugadores resistidos como Santiago Hirsig, Sebastián Méndez y Osmar Ferreyra. De entrada marcó que Lavezzi (que estaba con un pie en River) y Silvera eran «la mejor delantera del fútbol argentino». Le dio la titularidad a Orión haciendo que un ídolo como Saja se fuera y preconizó que Orión iba a jugar en la Selección y a los dos meses salía de suplente ante Chile.

Por eso, más que nunca, en este campeonato el director técnico tiene una importancia porcentualmente superior a los jugadores. Porque en 80% los jugadores son los mismos que en el torneo Apertura perdieron 7 a 1 con Boca y 5 a 1 con River, entre otros resultados negativos.

San Lorenzo comenzó por cambiar el clima de los entrenamientos y después se adaptó al planteo táctico de un director técnico que es, por sobre todas las cosas, práctico. Por eso San Lorenzo jugó con línea de cuatro, línea de tres y hasta de cinco defensores según las situaciones del partido. Adelante tuvo tres puntas, dos puntas y hasta una sola punta de acuerdo con el rival y las circunstancias. Nadie puede decir cuál es el dibujo preferido de Ramón Díaz, y si se le pregunta al riojano, dirá: «El que sirva para ganar».

Es cierto que los refuerzos fueron importantes: Ledesma ordenó el mediocampo y fue salida clara, y Gastón Fernández marcó 9 goles, pero se encontraron con un equipo solidario que supo manejar los tiempos de los partidos y fue un gran campeón.

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