River Plate consiguió esta noche en La Plata un triunfo por 3 a 0 sobre Gimnasia y Esgrima que aplacó temporariamente el mal clima imperante en el club a raíz de las chances dilapidadas en esta temporada, tanto en este torneo Clausura como en la Copa Libertadores.
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Los dos equipos jugaron para cumplir y los regalos del arquero local Carlos Kletnicki en el primer tiempo le facilitaron el trabajo a los dirigidos por Daniel Passarella, que después de la "carta pública al hincha de River" que dio a conocer el pasado 25 de mayo (día de su cumpleaños, el del club y el del estadio Monumental), al menos hoy estuvo a salvo de las críticas.
En cuanto al encuentro, excepto algún intento solitario del uruguayo Sergio Leal, ninguno de los dos inquietó a los arqueros hasta el final del partido.
El primer tanto de Ernesto Farías, a los 12 minutos, tras una innecesaria salida de Kletnicki en un centro que terminó obstaculizando el rechazo de dos compañeros, y un 'tirito' de Leonardo Ponzio a los 43 que se le escapó insólitamente al arquero 'tripero', fueron las dos acciones que merecieron algún gesto compulsivo de los hinchas visitantes.
Y estos iban a tener nuevamente motivos para sacarse el intenso frío que reinó en la noche platense cuando después de la media hora de un insípido segundo período, se dedicaron a insultar nuevamente a la comisión directiva riverplatense, ante la realidad de no tener nada mejor que hacer.
Es que el juego no daba ni para alentar al equipo, que ganaba pero no podía concretar una diferencia mayor ante el bisoño conjunto que el colombiano Francisco Maturana puso en la cancha, como para ir probando para la próxima temporada.
Claro que la gente no está muy conforme con este equipo que hace ocho fechas que no gana, nunca lo hizo de la mano de Maturana y por eso los hinchas pidieron el retorno de Pedro Troglio, justo un ex River.
El tercer gol que selló el resultado, justo convertido otra vez por el ex Estudiantes 'Tecla' Farías, cerró una semana caliente para River en la gélida La Plata, donde el triunfo sirvió para poner algunos paños fríos a tanto disconformismo.
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