9 de junio 2007 - 00:00

Federer y Nadal se disputan hoy la final

El suizo Roger Federer y el español Rafael Nadal, los dos mejores tenistas del mundo definirán hoy, como lo hicieron en la edición 2006, el segundo Grand Slam de la temporada sobre el polvo de ladrillo de Roland Garros, torneo que reparte que reparte 15.264.500 euros.

El publico francés tiene a Federer como favorito, pero muchos españoles, entre ellos el actor Antonio Banderas y el basquetbolista Pau Gasol, estarán hoy en el imponente court Philippe Chatrier, desde las 15 (10 de Argentina, televisa ESPN), para presenciar una final de gran nivel.

"Creo que mi situación es mas cómoda que la del año pasado porque era la primera vez que llegaba a la final. Ahora estoy mejor, mas distendido, relajado. Mentalmente estoy dispuesto a todo, porque se que será un macht largo", afirmó ayer el número 1 en conferencia de prensa.

Por su parte, Nadal, de 21 años recién cumplidos, se quitó presión.

"Todos dicen que soy favorito pero enfrente esta Federer. La presión es de los dos porque yo defiendo el título y el busca el Grand Slam".

Desde 1968 y 1969 que Roland Garros no repetía finalistas, cuando el australiano Rod Laver superó las dos veces a su compatriota Ken Rosewall.

Justamente, Federer intentará repetir lo realizado por el Laver, el último tenista en haber ganado un 'Grand Slam', los cuatro grandes torneos consecutivamente.

El suizo cuenta con 10 títulos de Grand Slam en su haber y mañana irá por el único título que le falta a su vitrina.

En su camino a la final Federer, que solo perdió un set, superó sucesivamente al estadounidense Michael Russell (6-4, 6-2 y 6-4); al local Thierry Ascione (6-1, 6-2 y 7-6); al italiano Potito Starace (6-2, 6-3 y 6-0); al ruso Mikhail Youzhny (7-6, 6-4 y 6-4); al español Tommy Robredo (7-5, 1-6, 6-1 y 6-2); y al ruso Nicolay Davydenko (7-5, 7-6 y 7-6) acumulando 12h33m de juego.

Por su parte, Nadal eliminó a Juan Martín Del Potro (7-5, 6-3 y 6-2); al italiano Fabio Cipolla (6-2, 6-3 y 6-2); al español Albert Montañes (6-1, 6-2 y 6-2); al australiano Lleyton Hewitt (6-3, 6-1 y 7-6); a su compatriota Carlos Moya (6-4, 6-3 y 6-0); y al serbio Novak Djokovic (7-5, 6-4 y 6-2) en 13h24m de juego.

En semifinales la gran resistencia que plantearon el ruso Nicolay Davydenko (a Federer) y el serbio Novak Djokovic (a Nadal) no bastó para frenar la marcha de los mejores tenistas del circuito, quienes torneo tras torneo demuestran que poseen un amplio margen sobre el resto de sus colegas.

Los números del suizo asustan a cualquier rival: lleva ocho finales de Grand Slam consecutivas desde Roland Garros 2005 y 27 partidos en Grand Slam ganados consecutivamente, pero si se cuentan los partidos jugados en Grand Slam desde su primer título en Wimbledom 2003 el respeto se torna necesario: 96 victorias en 101 encuentros.

Nadal y ha demostrado que no se asusta ante nadie y que le sobra juego en esta superficie para seguirla dominando por mas tiempo, aunque íntimamente sabe también que hoy tendrá un prueba de fuego.

Por su nivel, su potencia física y por ser un especialista en polvo de ladrillo, el máximo favorito es el mallorquín, sin embargo, la jerarquía, el hambre y la determinación por superarse que irradía Federer hacen que el pronóstico sea incierto.

Nadal es uno de los pocos tenistas que domina a Federer en el historial (7-4), especialmente en polvo de ladrillo (5-1), aunque la reciente victoria del suizo en la definición del Masters Series de Hamburgo (2-6, 6-2 y 6-0) hace que el pronóstico de la final del domingo sea abierto.

"Los dos últimos set en Hamburgo me sirven para armar tácticamente el encuentro", confió Federer que no tiene entrenador desde que hace dos meses despidió al australiano Tony Roche.

Sin embargo, aclaró que "Sería un error pensar que ganaré porque gané ese partido.

No es si de fácil porque para que eso pase deberé jugar al 100%", aunque deslizó que "es importante saber que puedo dominarlo también en esta superficie".

Invencible en Roland Garros (20 partidos), el mallorquín accedió por primera vez a la final en Paris sin perder un solo set.

Mañana, en su court fetiche Nadal buscará recibir su tercera Copa de los Mosqueteros de manos de Gustavo Kuerten ante un hambriento Federer que dejara todo por no dejar pasar la oportunidad de ganar el título que le falta para inscribir su nombre como el más grande en la historia del tenis mundial.

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