Italia: héroes mundialistas al borde de duro castigo judicial
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Concretamente, el fiscal Stefano Palazzi pidió que Juventus sea descendida por lo menos a la Serie C y que además sufra la pérdida de sus dos últimos títulos y la quita de seis puntos, al tiempo que pidió que Milan, Lazio y Fiorentina sean castigadas a la Serie B.
Milan debería iniciar esta temporada la Serie B con quita de tres puntos, y Lazio y Fiorentina, con una quita de quince puntos cada uno, mientras que los principales implicados en el escándalo de corrupción del calcio tendrían que ser suspendidos por cinco años.
La requisitoria del fiscal se produjo sólo horas antes de la semifinal del Mundial que la selección dirigida por Marcello Lippi jugó ante Alemania en Dortmund.
Si bien no se registraron comentarios oficiales de los jugadores afectados, fuentes de prensa dijeron que la noticia no fue bien recibida, pues muchos de ellos podrían encontrarse con sus clubes descendidos de categoría cuando retornen a Italia.
Cinco de ellos (Gianluigi Buffon, Paolo Cannavaro, Mauro Camoranesi, Gianluca Zambrotta y Alessandro Del Piero) juegan en Juventus, club para el cual el fiscal pidió el descenso a la Serie C1.
Otros cinco (Alessandro Nesta, Andrea Pirlo, Gennaro Gattuso, Alberto Gilardino y Filippo Inzaghi) juegan en Milan, para el que se pidió el descenso a Serie B, mientras que los tres restantes son Luca Toni (Fiorentina) y Angelo Peruzzi y Massimo Oddo (Lazio), que también podrían caer a la B.
Se trata de jugadores que ganan sueldos topes de entre 4 y 5 millones de euros anuales, como los casos de Buffon, Nesta, Del Piero e Inzaghi, por lo que deberían cambiar de equipo si sus clubes son efectivamente descendidos de categoría.
Palazzi afirmó en su pedido de condena que el sistema de corrupción tenía un alto grado de «sofisticación», buscaba que los «favores» a determinados clubes no fueran «evidentes» y contaba para ello con una apoyatura a nivel mediático que llevaba adelante el propio Luciano Moggi, ex gerente de Juventus.
El esquema armaba las designaciones y luego controlaba a los árbitros, con comprobados contactos entre dirigentes y clase arbitral antes de cada partido y hasta llamadas posteriores de agradecimiento, dijo Palazzi, quien afirmó que Milan también debe ser castigado porque el dirigente Meani, que influía entre los árbitros, era miembro pleno del club rojinegro y su conducta era aprobada por el vice Galliani.
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