El fútbol y nada más que el fútbol produce estos milagros. San Lorenzo perdía por 3 a 0 en menos de 30 minutos, pero no se dio por vencido y siguió luchando. A Racing le expulsaron a su arquero Campagnuolo por tocar la pelota con la mano fuera del área, y San Lorenzo pudo revertir la historia en los últimos cinco minutos, y después de sufrir mucho y hasta de desperdiciar un penal. El fútbol también a veces brinda estos espectáculos emocionantes. Con siete tantos y muchísimas situaciones de gol más. Porque Racing al final lo pudo empatar con un tanto anulado a Claudio López, y San Lorenzo, además de los cuatro goles, pudo marcar un par más.
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Racing tuvo en el primer tiempo una efectividad asombrosa. Generó en ese período cinco situaciones de gol y convirtió tres. Es cierto que tuvo la ayuda de la defensa de San Lorenzo, especialmente por el sector derecho donde Hirsig y Tula perdieron permanentemente la marca de Domingo Salcedo, pero también tuvo precisión a la hora de definir.
El primer gol fue un «blooper». Hirsig hizo un lateral para Orión, quien tuvo que salir del área a buscarla y perdió con Erwin Avalos. Falta del arquero y tarjeta amarilla, centro de Domingo Salcedo a la boca del arco, pasaron todos de largo y la pelota le pegó en el pecho a Aureliano Torres y se metió ante la desesperación de Orión.
El segundo gol de Racing nació de un desborde del paraguayo Salcedo por izquierda y terminó en un buen remate de su compatriota Erwin Avalos.
El tercero llegó luego de un desborde de Salcedo, y después de un rechazo corto, Pellerano empalmó de afuera del área y la clavó en un ángulo.
San Lorenzo había empezadomejor. Manejando la pelota con Gastón Fernández y con un Menseguez «picante» que desbordaba con facilidad a Sosa, pero los goles fueron minando su voluntad.
El gol de Silvera (gran definición cruzada) y la expulsión de Campagnuolo lo volvieron a «meter en el partido» y en el segundo tiempo salió a arrollar a Racing.
A los dos minutos Silvera de cabeza puso el 3 a 2. Racing retrasó sus líneas y se dedicó nada más que a defenderse. A los 15 hubo un penal de Sosa a Menseguez,que Fernández remató a las manos de Martínez Gullotta.
San Lorenzo acorraló a Racing en su área y lo llenó de centros. Cuando iban 41 minutos, Romeo le puso la cabeza a uno y empató. No se quedó ahí y siguió buscando, por lo que tuvo su premio cuando se desencontraron Cáceres y Martínez Gullotta, y el defensor la impulsó contra su arco, aunque antes de entrar la aseguró Romeo.
San Lorenzo ganó por ambicioso, ante un Racing que cometió el pecado de buscar nada más que defenderse.
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