Quizás Novak Djokovic nunca imaginó cruzar todos los límites del tenis cuando se refugiaba de las bombas que caían del cielo por la Guerra de los Balcanes. Su infancia transcurrió entre Banjica, algunos kilómetros al sur de Belgrado, y las montañas de Kopaonik, casi en la frontera con Kosovo. Hoy es un emblema nacional de su Serbia, que lo ve erigirse como la figura descollante de la historia de su deporte. Su nación festejó hace pocas horas otro título en Wimbledon.
Djokovic campeón en Wimbledon: la figura que redefine el tenis
El serbio logró su sexto Wimbledon e igualó el récord de 20 Grand Slams de Federer y Nadal. En el US Open buscará ser el máximo ganador e intentará obtener los cuatro en un mismo año.
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Para Serbia, un país que dejó atrás las muertes y floreció social y económicamente, es tan solo otro hito deportivo. Para el N°1 del mundo es tal vez el momento más significativo de su carrera. Esta sexta coronación en la Catedral del tenis, tras vencer al italiano Matteo Berrettini por 6-7 (4), 6-4, 6-4 y 6-3, lo transforma en el tercer jugador que logra el récord de Grand Slams junto a Roger Federer y Rafael Nadal, todos con 20.
"Con siete años en Serbia era este trofeo el que imaginaba fabricándolo con los materiales que encontraba. Ganarlo por sexta ocasión es increíble", comentó el flamante campeón antes de retirarse del Court Central del All England.
¿Cuánto faltará para que Djokovic destruya el límite de la historia? Tal vez sean algunas semanas más, cuando el 30 de agosto comience el US Open. Allí tendrá la oportunidad de alcanzar aquello que muy pocos privilegiados pudieron disfrutar: ser el hombre con más títulos grandes.
Pero esa situación esconde un logro doble, porque además se transformaría en el segundo hombre que conquista los cuatro torneos principales en un mismo año en la Era Abierta. Hasta el momento sólo pudo hacerlo la leyenda australiana Rod Laver, en 1969, primer año completo del profesionalismo. Fue el propio oceánico que lo había conquistado en 1962, mientras que el estadounidense Don Budge fue el primero, en la temporada 1938. Junto a Laver son los únicos tenistas masculinos en ganar los primeros tres grandes del año.
"Me considero el mejor de la Era Abierta. Si soy el mejor de todos los tiempos es un debate que dejo a otros. Lo he dicho, es muy difícil comparar las diferentes épocas del tenis. Las raquetas son diferentes, la tecnología no es la misma, las pelotas tampoco, las canchas... Estoy muy orgulloso de formar parte de este debate", detalló Djokovic en conferencia de prensa.
No obstante, para llegar a este punto deberá atravesar todo el US Open, y previamente, los Juegos Olímpicos de Tokio, a los cuales aún no sabe si asistirá: “Tengo dudas. Hoy es un 50%”. Nunca en la historia del tenis masculino un jugador pudo quedarse con los cuatro certámenes de más prestigio y la medalla de oro en un mismo año. Sólo el estadounidense Andre Agassi fue campeón en las cinco citas, aunque en temporadas diferentes.
Djokovic parece derribar todos los muros inconquistables. Cuando la rivalidad entre Federer y Nadal ocupaba las páginas, sitios web y horas de transmisión por completo, “Nole” se metió en la pelea para reclamar su lugar. Casi 15 años después, mira a todos para abajo, tan imponente como su juego y con una base casi soberbia después de una década de hegemonía. Nadie pondrá en duda el espacio que posee en la historia del deporte de las raquetas.
Lo que depara el futuro para el serbio luce tan predecible como titánico. Con 20 títulos de Grand Slams, intentará ser el máximo ganador entre los varones -más allá de obtener los cuatro en el año- y seguramente por la máxima marca de la australiana Margaret Court, que tiene 24. En el medio tendrá los peldaños de Steffi Graf, con 22, y Serena Williams, que logró 23.
"Igualar a Roger y Rafa para mí significa que ninguno de nosotros se detendrá. Tengo que rendir un gran homenaje a ellos dos; son dos leyendas de nuestro deporte y los dos jugadores más importantes a los que me enfrenté, la razón por la que estoy acá hoy", dignificó el serbio.
Con 34 años, el margen para coleccionar los trofeos más importantes del planeta se reduce cada vez más. No obstante, la nueva generación no parece todavía dar el golpe definitivo para desbancar al Big 3. Baste como ejemplo que Nadal perdió en Roland Garros ante el propio Djokovic, y Federer fue eliminado de Wimbledon en cuartos de final ante el polaco Hubert Hurkacz con 39 años y una diferencia de 15.
La era de estos tres monstruos es la más dominante de toda la historia del tenis. El trío supera los 300 títulos combinados y 848 semanas como números 1 del mundo. En total, los tres acumulan más de 16 años en la cima del ranking y sólo el escocés Andy Murray logró meterse en el medio, con 41 semanas.
Algunas cifras de Djokovic ponen de manifiesto su clara intención de arrollar todos los récords posibles. Además de ser uno de los tres dueños del récord de Grand Slams, también es quien más Masters 1000 obtuvo (36, al igual que Nadal) y quien más semanas acumuló como líder del ranking, con 328 a partir del lunes.
Al ganar Roland Garros por segunda vez, a comienzos de junio, se transformó en el único tenista varón en ganar al menos dos veces todos los grandes. Además de la Copa de los Mosqueteros, tiene 9 Abiertos de Australia, 6 Wimbledon y 3 US Open. En total disputó 30 finales de Grand Slams en 65 torneos jugados. Sólo Federer está por encima, con una definición más.
Aunque su imagen estuvo muchas veces castigada por cuestiones extradeportivas (como declaraciones en contra de las vacunas o realizar un torneo en plena pandemia de coronavirus con varios involucrados contagiados), su figura deportiva se agiganta con cada paso que da. A tal punto llega su poder que inició una guerra abierta con la ATP al formar un nuevo sindicato de jugadores.
Djokovic logró su 8° Grand Slam después de los 30. Ningún jugador conquistó tantos trofeos grandes una vez cumplida esa edad. En poco tiempo intentará derribar los 8 trofeos de Wimbledon que tiene Federer, y así irá uno por uno hasta quedarse con todos los números en su poder.
En lo inmediato estará la inhóspita marca de 21 majors. "Probablemente comencé a pensarlo hace dos o tres años. Antes me parecía intocable", se sinceró el N°1. En las últimas semanas reconoció con franqueza que los Grandes son los torneos que lo motivan actualmente y que irá con todo por quedarse en el primer escalón.
Nadie quitará el mérito a Federer y a Nadal por lo conquistado y por haber marcado una etapa sin igual en el tenis. Como el propio Djokovic adujo tras la final en Londres, la rivalidad entre ellos potenció al serbio, que hoy desafía a la historia y con argumentos potentes. En sus manos está la posibilidad de destruir todo lo escrito y redefinir los tiempos del tenis.
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