Mar del Plata estaba asolada. La pandemia de coronavirus hacía estragos en todo el país y La Feliz no era la excepción. Los deportistas estuvieron entre los primeros exceptuados. Con el correr de los días, en una casa resonaban los pelotazos y una raqueta. Solana Sierra, la gran promesa del tenis argentino, entrenaba como podía en el hogar de su coach, Bettina Fulco, hasta que pudo practicar en canchas privadas y volver al deporte que ama.
Solana Sierra: de entrenarse en una cochera a la elite del tenis
La marplatense debutó en el circuito WTA con una victoria. Hace poco más de un año, practicaba en la casa de su coach, Bettina Fulco. "Fue increíble jugar el Argentina Open", se emocionó.
-
Fue uno de los mejores tenistas de su generación pero las drogas, orgías y el derroche del dinero acabaron con su carrera
-
Copa Davis: Francisco Cerúndolo abrió la serie ante Canadá con una derrota
A los 17 años, la vorágine de Sierra en el circuito de tenis no se detiene. Ella tampoco. Crece, evoluciona y muestra facetas poco usuales en los courts argentinos. El gran hito en la incipiente carrera de la bonaerense es su reciente debut en torneos de la WTA. En el Argentina Open, de categoría 125K, hizo su estreno y logró su primera victoria en el nivel superior, luego de superar 6-2 y 6-4 a su compatriota Sol Faga.
“Fue increíble todo esto, hacía mucho no jugaba en Argentina. Haber estado en este estadio, con todo mi equipo, familiares, amigos. Estoy contenta por mi primera victoria WTA y por haber jugado mi primer torneo de esta categoría en el país”, le reconoce a Ámbito. Haber quedado eliminada del certamen porteño le pesó hasta las lágrimas, pero asegura que “recapacitaré y veré lo positivo de la semana. Es todo aprendizaje”.
Sol, como la conocen en el tenis argentino, fue una de las cuatro invitadas por la organización. La empresa Tennium, dueña del torneo tanto femenino como masculino, también representa desde hace un año a la marplatense en el marco de su arribo a la región. “Ellos se encargan de representarme. Me dan wild cards, los sponsors, si quiero irme a Europa también me ayudan. Estoy contenta por las oportunidades que me dan”, argumenta.
La historia de Sierra comenzó en su Mar del Plata natal, la misma ciudad que vio transformarse a Guillermo Vilas en una leyenda del deporte de las raquetas. A los 3 años tuvo su primer contacto con Fulco –otra hija pródiga de La Feliz-, quien le recomendó a la familia algunos trabajos propios para la edad. Un año después, la pequeña ya pasaba pelotas por encima de la red. Era tiempo de forjar su carrera.
A partir de ese momento, la ex N°23 de la WTA y excapitana del equipo nacional de la Copa Billie Jean King comenzó a entrenarla con el sistema Play and Stay y las pelotas de diferente presión. La diferencia era notoria: a los 8 años era una de las mejores jugadoras Sub 10, y una temporada después ya conseguía triunfos en la categoría Sub 12.
“Ella estaba en mi escuelita de Kimberley y Teléfonos, hacía clases particulares conmigo y con un profesor de educación física que también daba clases de tenis. Le trabajábamos el desarrollo de esas edades. A su vez, le recomendé a Claudia Castillo, una de las mejores profes de educación física del país”, evoca Fulco a pedido de este medio.
Tras un tiempo de trabajo separadas, volvieron a reencontrarse cuando Sierra ya tenía 14 años y sus aspiraciones profesionales eran de un altísimo tenor. Su entrenadora la preparó para un tenis diferente, agresivo, en donde el saque predomina y las canchas rápidas son norma corriente. Hoy, por esa decisión tomada en conjunto, muestra una forma de juego distinta al promedio de las chicas de su edad.
“Desde diciembre venimos así. Estamos haciendo un buen trabajo y espero seguir así”, comenta Sierra sobre su estilo: juega más adelantada, con impactos bien tempranos para ganar tiempo sobre el rival y ángulos típicos de superficies veloces. Su equipo hoy lo componen Emilio y Leandro Arisqueta como entrenadores, Mario Duré como preparador físico y su psicólogo es Claudio Sosa.
La actual número 826 del ranking WTA (subió 193 puestos tras el Argentina Open) no se detiene en el momento y ambiciona: “Mejoré mucho tenísticamente. Me falta mejorar la parte mental, el físico, pero creo que voy por buen camino. Si doy todo voy a seguir creciendo”.
“Algo ha hecho y algunas cosas todavía le faltan, como abrir un poco más la cancha, tirar algunos drops, subir más a la red. Progresó muchísimo en las voleas. Considero que para jugar en este nivel tiene que tener más recursos y más jugadas tácticas”, analiza Fulco, su mentora y quien estuvo en la tribuna los primeros días del torneo porteño para acompañarla.
Sierra fue protagonista excluyente del Argentina Open, el torneo que marcó el regreso del tenis femenino al país luego de 34 años. Su próxima parada será en Montevideo, en otro torneo categoría WTA 125. A lo largo de 2021 disputó los cuadros juniors de Roland Garros, Wimbledon y el US Open -llegó a semifinales- por ser parte del equipo oficial ITF, lo que le permitió viajar y competir sin invertir.
Es inevitable no pensar en los casos de Leylah Fernandez y Emma Raducanu, finalista y campeona del último US Open respectivamente y figuras Sub 20. Hace algunos meses, ambas daban sus primeros pasos en el circuito mayor. “Pude verlas en Nueva York. Es increíble lo que lograron, verlas cómo compiten, la fortaleza mental que tienen. Eso me inspira mucho, veo que lo puedo lograr también”, se ilusiona Sierra, ya lejos de las lágrimas y con mucho futuro por delante.
- Temas
- Tenis
- WTA
- Argentina Open
Dejá tu comentario