22 de septiembre 2008 - 00:00

Tigre dio la gran sorpresa y derrotó claramente a Boca

San Lorenzo se afirmó como puntero del torneo Apertura en una fecha en la que perdieron Boca y River. San Lorenzo derrotó el viernes a Colón, mientras que Boca perdió con Tigre 3-2 y River en Tucumán ante San Martín por 3 a 1. Vélez, que le ganó el sábado a Rosario Central, es escolta a dos puntos, junto con Tigre, y el miércoles se puede sumar a ese pelotón el que gane de Newell's y Boca. Una de las notas destacadas de la fecha fue el triunfo de Racing ante Estudiantes por 2 a 1.

Morelfesteja conAltobelli yRusculledael tercer golde Tigre,que le ganóa Boca y lecortó uninvicto de17 meses y29 partidossin perderen suestadio.
Morel festeja con Altobelli y Rusculleda el tercer gol de Tigre, que le ganó a Boca y le cortó un invicto de 17 meses y 29 partidos sin perder en su estadio.
Tigre sorprendió a Boca y lo derrotó en su cancha en un triunfo histórico, porque había ganado allí por única vez hace 59 años.

La primera sorpresa fue el planteo táctico. Porque Tigre salió a jugar con enganche y dos delanteros y dispuesto a cambiar ataque por ataque con Boca, que esperaba un rival timorato que le planteara un partido de contraataque.

La segunda la dio la defensa de Boca, incluido Caranta, por su fragilidad. Tigre cada vez que se lo propuso llegó y en 12 minutos ganaba 2 a 0, gracias a un zurdazo de Luna, después de un despiste defensivo y a la maestría de Morel para ejecutar un tiro libre, por una falta de Calvo a Rusculleda en la puerta del área.

Eso hizo que Boca tuviera que replantear el partido y, con más amor propio que fútbol, saliera a arrinconar al rival.

Consiguió descontar gracias a Battaglia, luego de cuatro situaciones salvadas por Islas, y pudo empatar, con mucha fortuna, cuando Jonathan Blanco desvió de cabeza un remate de Dátolo y descolocó a su arquero.

Parecía que a partir del empate, Boca tenía toda las posibilidades (futbolísticas y anímicas) para ganar el partido. Tigre estaba retrasado en su campo y sufría el partido, rechazando cada intento de Boca de marcar el tercer gol. Sin embargo, Morel se quedó con un rebote en la puerta del área y con un remate bajo y cruzado volvió a vencer a Caranta y eso hizo cambiar nuevamente el partido.

Tigre, cómodo con el resultado, empezó a hacer circular la pelota a través de Morel y Rusculleda, y Boca quiso retomar el dominio, pero no encontraba la pelota.

La situación se agravó con la justa expulsión de Battaglia (buen arbitraje de Rafael Furchi) por un golpe artero de atrás a Rusculleda.

Boca, perdiendo y con un hombre menos, salió a jugarse y chocó con un Tigre adulto, que retrocedió a sus jugadores, pero nunca perdió la línea futbolística y que de contraataque llegaba a posición de gol. Desaparecido en acción Riquelme, maniatado Palacio por Arrabuarrena y perdiendo Viatri de alto con Blengio y Paparatto, Boca se quedó sin argumentos ofensivos y, aunque atacó, lo hizo sin claridad ni convicción. Tigre dejó correr los minutos, tratando de tener la pelota lejos de Islas y terminó festejando un triunfo que lo deja segundo a dos puntos de San Lorenzo.

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