La final de la Copa América se demoró por más de una hora: "La gente tiró las puertas abajo"

Se registraron inconvenientes en la entrada de los hinchas y el partido comenzó a las 22.15. Ambito.com dialogó con un hincha argentino que vivió la odisea de ingresar al Hard Rock Stadium de Miami.

Desmadre. La final de la Copa América se vio empañada por el descontrol en el ingreso al estadio. 

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En el ingreso al Hard Rock Stadium, donde se jugó la final de la Copa América, se registraron varios incidentes y hubo muchos simpatizantes, principalmente de Colombia, que se quedaron sin la posibilidad de ingresar al escenario del partido.

Según se pudo ver en un video que se viralizó en redes sociales, los colombianos rompieron varias vallas de contención en las proximidades del estadio donde la Selección argentina y su par de Colombia disputarán la final de la Copa América.

En ese contexto Ambito.com pudo dialogar con Manuel Ramos, un hincha argentino que estuvo alentando a la Selección en la final de la Copa América ante Colombia.

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"La idea era dejarnos afuera a todos"

Manuel Ramos siguió todo el camino de la Selección argentina en esta Copa América y la final era la frutilla del postre de un viaje inolvidable.

Pero los recuerdos, al menos de la previa, no serán los imaginados ya que el ingreso al estadio de Miami fue mucho más problemático de lo esperado.

En diálogo con Ámbito.com Manuel contó la odisea que fue ingresar al Hard Rock Stadium. "Un desastre, nosotros llegamos a las seis de la tarde. Dos horas antes del partido", comenzó el relato.

"La puerta principal estaba cerrada y había muchísima gente. Y algunos hinchas adentro. O sea que ya habían cerrado la puerta. Se empezó a juntar mucha gente, especialmente colombianos, y en la desesperación por entrar empezaron a tirar las vallas. Nos fuimos a otra puerta donde estuvimos dos horas parados en una marea de gente. Habría entre 40 y 50 mil personas", continuó.

"Como no abrían las puertas se puso muy pesado el clima. Con gente descompensada, mucho nene llorando. Cerca de las 21 horas (22 de Argentina) abrieron las puertas y pudimos entrar todos en una estampida humana. Saltando los molinetes, aplastados contra una reja. A mí me partieron el pecho contra una columna. Un desastre", explicó.

"La cancha está llena de gente sin entrada", advirtió.

"Seguridad y Policía cerraron la puerta y se quedaron adentro del estadio por tres o cuatro horas. Fueron inexistentes. Abrían de a una sola puerta y como la gente se agolpaba la cerraban automáticamente. Nunca vi algo así. No se cuál era la idea, para mí era dejarnos afuera a todos. Si no era porque la gente literalmente tiró las puertas abajo todavía estábamos afuera", finalizó indignado aunque ya ubicado en su asiento del estadio que albergó la final de la Copa América que se vio empañada por las críticas a los campos de juego y a la organización de uno de los anfitriones de la próxima Copa del Mundo.