6 de mayo 2020 - 00:00

Diálogos de Wall Street

¿Qué piensa Warren Buffet sobre la crisis que la Bolsa no? Gordon Gekko contesta.

wall street.jpg

Periodista: Habló Warren Buffet, el legendario gurú de Omaha, con los accionistas de su compañía de inversión. Está sentado sobre una montaña de cash…

Gordon Gekko: Como siempre. Y es una montaña en constante crecimiento: 137 mil millones de dólares.

P.: Todos tienen presente al Buffet comprador agresivo en la crisis de Lehman, capaz de invertir en acciones y bonos convertibles de los bancos en plena zozobra, cuando nadie se atrevía. La sorpresa es que esta vez Buffet prefiere mirar lo que pasa desde la tribuna. Pequeña diferencia.

G. G.: Buffet tiene un discurso muy constructivo. Aconsejó no apostar en contra de EE.UU. Se recuperará, sin duda. El coronavirus no lo va a doblegar. Pero su actitud como inversor es diferente.

P.: El discurso es bullish; la toma de decisiones, no tanto. De hecho, Buffet vendió toda su participación en las principales aerolíneas del país.

G. G.: Y conste que no era una moneda ni un posicionamiento tomado a las apuradas. Acumulaba el 11% del paquete de Delta, un 10% de American y de Southwest Airlines y el 9% de United. El Covid-19 cambió el negocio. Eso le va a costar una fortuna a las compañías. Y no lo dudó. Liquidó sus tenencias.

P.: Y de paso tomó una pérdida memorable...

G. G.: El coronavirus le costó 50 mil millones de dólares a su portafolio. Eso no importó a la hora de la definición. Buffet mira hacia adelante.

P.: Tampoco confía demasiado en las maniobras de salvamento que pudiera ejecutar el Tesoro...

G. G.: No porque sea escéptico de la voluntad del Gobierno. Simplemente ve a las aerolíneas succionando caja de sus accionistas por un tiempo que puede ser muy prolongado.

P.: En general, los dueños y los altos ejecutivos de las empresas han sido compradores importantes de las acciones de sus propias firmas. Buffet nos muestra otra visión, una perspectiva menos amable.

G. G.: La plata para invertir la tiene. La experiencia y la costumbre de pescar en río revuelto y con jugosas ganancias, también. Si prefiere esperar, y no tocar nada, es porque no está convencido de que la ocasión sea una verdadera oportunidad.

P.: En parte, me imagino, debe ser porque la Bolsa no le dio tiempo para rastrear bagatelas. Los precios rebotaron el 30%, muy rápido, como una exhalación.

G. G.: Yo diría que está más preocupado por entender bien cómo será el mundo de los negocios tras la dislocación que el virus trae consigo. Buffet es un inversor que busca valor y es difícil estar seguro de haberlo encontrado, aun tomando una posición a precios bajos, si uno realmente no tiene claro cuál es la dimensión de los cambios que van a suceder. La visión de Buffet en 2008 y 2009 era que la crisis bancaria no iba a acabar con los grandes bancos. Visión que tenía en tiempo real, en plena zozobra.

P.: Esa es la convicción que no tiene hoy sobre los sectores -como las aerolíneas- que han sido golpeados de lleno por la nueva crisis.

G. G.: Tal cual, los precios de los activos en esos sectores -ya sean acciones o bonos- son sustancialmente más bajos que antes. Y hay políticas de apoyo público que irán al rescate, como ocurrió entonces con los bancos.

P.: Pero el negocio en sí hace agua, está dañado. Deberá reinventarse, achicarse o perecer.

G. G.: Por eso vende las aerolíneas aunque los papeles hayan caído de precio, y no usa el cash abundante que tiene disponible para meterse en empresas que serían muy rentables si se pudiera volver a la normalidad previa al virus.

P.: La cautela que destila Buffet es la que la falta a la Bolsa, ¿no le parece?

G. G.: La Fed y las respuestas de política económica le cambiaron la visión a Wall Street, pero no a Buffet. Eso no es nuevo, es de siempre.

P.: Wall Street se solaza con la tendencia a relajar la cuarentena; a Buffet no le mueve el amperímetro.

G. G.: No vendió las aerolíneas porque piense que la población va a estar encerrada toda su vida, desde ya. Pero habrá menos demanda, menos vuelos y costos de operación presumiblemente más altos por los nuevos protocolos a aplicar. Es simple. A la larga se arreglará. A la corta se va a perder mucha plata.

Dejá tu comentario

Te puede interesar