20 de septiembre 2001 - 00:00

Aportes a AFJP cayeron al nivel más bajo desde el '94

Aportes a AFJP cayeron al nivel más bajo desde el 94
Los ministerios de Economía y Trabajo terminaron de delinear el esquema para darle una dura batalla a la evasión en el área de la seguridad social, que asciende a cifras millonarias. La lucha se dará a través de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), que creó una nueva dirección general a cargo de Osvaldo Giordano, un experto en temas previsionales, que es incondicional al titular del Palacio de Hacienda, Domingo Cavallo.

De esta forma, la AFIP -que comanda Armando Caro Figueroa- quedará ahora con tres direcciones generales, todas con cavallistas de la primera hora. Impositiva, con Horacio Rodríguez Larreta a la cabeza; Aduana, con el recientemente nombrado César Albrisi; y la flamante Dirección General de Recaudación de la Seguridad Social, que comandará Giordano.

El funcionario, que hace pocos días había ingresado como asesor de la AFIP, confirmó el nombramiento a Ambito Financiero y señaló que «se trata de una respuesta a la genuina preocupación que existe en distintos sectores, incluyendo al gobierno, por los problemas de evasión y fraude que existen en la previsión social».

La ministra de Trabajo, Patricia Bullrich, tendrá dentro de su cartera un área de Coordinación de la Seguridad Previsional, que actuará en paralelo con la AFIP. Una función clave de la novedosa dirección general será colaborar con la Administración Nacional de Seguridad Social en la detección de fraudes en el sistema.

Sin acceso

Giordano explicó que en la Argentina «existen cinco millones de personas que directamente no tienen posibilidad de acceder a la seguridad social, pero también un número muy importante que aporta en forma irregular y por eso perdió sus derechos».

Un síntoma de esta situación es el descenso en picada de aportantes a las administradoras de fondos de jubilaciones y pensiones (AFJP). En julio pasado, por ejemplo, sólo aportó 37,61% del total de afiliados, la menor cifra desde que se puso en marcha el sistema de capitalización en 1994 (ver gráfico).

No sólo la evasión genera este problema. También el aumento de la desocupación y del empleo en negro (casi 40% del total de trabajadores) achica la cantidad de aportantes.

De los 8,62 millones de afiliados, sólo aportan 3,26 millones. Pero hay 5,34 millones que, si bien figuran en el sistema, no tendrán derecho a la jubilación ni al cobro de pensiones en caso de invalidez o fallecimiento. Esto genera no sólo un perjuicio a quienes no aportan, sino también a las AFJP y al Estado, ante la abrupta caída de la recaudación previsional.

También el sector privado denunció numerosos fraudes vinculados a las jubilaciones. El procedimiento detectado es el siguiente:

Las empresas le pagan el sueldo en blanco al trabajador. Allí figura la parte del salario que tiene como destino el pago del aporte jubilatorio.

Pero en realidad, la compañía no realiza dicho envío y se queda con el dinero, sin que se entere el empleado.

Cuando el afiliado acude a la AFJP para el cobro de un beneficio, por ejemplo una pensión, se encuentra con que los aportes o directamente nunca fueron hechos o sólo se realizaron parcialmente.

La AFJP está obligada a pagarle, porque la ley busca defender al empleado que actuó de buena fe. Sin embargo, difícilmente haya sanciones ni investigaciones para las compañías que actuaron delictivamente.

Alternativas

Por supuesto, lo que le pasa a la industria de fondos de pensión también le sucede al Estado con aquellos que permanecen en el sistema de reparto, soportando pérdidas millonarias.

Giordano señaló que «se buscaría ir hacia un sistema similar al que hoy tienen las aseguradoras de riesgo de trabajo, las cuales tienen muchas alter-nativas de accionar contra la empresa que cometió el fraude». Las ART cubren al trabajador accidentado, aunque el dinero de la póliza no le haya llegado, pero tiene la posibilidad de pedir la ejecución de la empresa incumplidora ante la Justicia.

Un importante avance para acotar este tipo de fraude será el pago del salario «bruto» a través del sistema bancario. En la actualidad, sólo va por circuito financiero el salario neto. Pero la empresa realiza por el canal que desee los restantes aportes, como obras sociales, AFJP, PAMI y ART.

En ese sentido, la semana que viene comenzará una prueba piloto con 3.000 empleados. Provenientes de empresas y bancos líderes, se aplicará el nuevo esquema, por el cual el salario total pasará por el banco.

• Fraudes

«No podremos hacer nada con los que están cobrando en negro, pero al menos podremos detectar los fraudes que se cometen contra los trabajadores que están en el circuito formal», aseguró Giordano.

Otro de los puntos que atacará la nueva Dirección General de Recaudación de Seguridad Social tiene que ver con las asignaciones familiares. El ministerio de Trabajo tiene en carpeta que a partir del 1 de enero de 2002 estos beneficios sean pagados directamente por el Estado en las cuentas bancarias de los trabajadores.

La intención es, otra vez, detectar un fraude clásico. La empresa cobra la asignación, pero nunca se la remite al empleado.

Este nuevo esquema no sólo asegurará que el trabajador cobre el denominado salario familiar, sino también evitará otras maniobras. Por ejemplo, que marido y mujer cobren la asignación cada uno por el mismo hijo, una práctica muy extendida, pero que no es aceptada por ley.

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