El gobierno resolvió volver a flexibilizar las condiciones en que operan las estaciones de servicio que venden GNC y que tienen contrato interrumpible. De este modo, la cantidad de gas que recibirán como mínimo en los días de restricción esas bocas de expendio se elevó de 3.000 a 5.000 metros cúbicos diarios.
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El carácter interrumpible del servicio -que implica tarifa más baja- se estableció a partir de 2004 en forma obligatoria para las estaciones nuevas que se fueran instalando, estimándose que en la actualidad son menos de un centenar en todo el país, mientras las 1.000 restantes tienen gas sin restricciones, todos los días del año.
Aunque la falta de gas en 10% del total de estaciones que venden el combustible sólo puede tener un efecto leve en los usuarios, cada vez que sube el consumo doméstico por el frío y se aplican esas restricciones, las entidades que agrupan a expendedores presionan sobre el gobierno para conseguir un cambio.
Esto se explica porque las estaciones de GNC no aceptaron el cambio de las reglas de juego de 2004 y pretenden volver al estatus anterior, por el cual tenían asegurado el gas sin interrupciones, en forma equiparable a la de los hogares. Es decir, antes de los decretos de ese año, impulsados por el ministro de Planificación, Julio De Vido, estaba prohibido cortar el gas al GNC, mientras ahora 90% de las estaciones tienen contrato ininterrumpible, lo que significa que en caso de fuerza mayor (si se necesitara todo el gas para atender a la demanda doméstica), también se les cortaría a los expendedores como a la industria que tiene contratado igual tipo de servicio firme.
Las restricciones surgieron como consecuencia de la crisis de energía que empezó a detectarse en 2004. Pero también fueron -ante la escasez de gas- un método para desestimular la conversión de vehículos a GNC que, tras la devaluación, alcanzó niveles altísimos por la diferencia de precios entre el gas (congelado) y los combustibles, que siguieron la evolución del dólar y del petróleo en el mundo hasta principios de 2004.
Pero, por otra parte, el tema es utilizado por entidades que agrupan a estaciones de servicio independientes que tienen dificultades para abastecerse de gasoil, porque las petroleras entregan primero a las estaciones que contratan su bandera y luego a los mayoristas que les venden al agro y a las llamadas estaciones blancas.
En esas circunstancias, estacioneros presionan también con el argumento de que hay restricciones en la oferta de GNC, para dar más potencia a los reclamos.
Además, desde hoy se debe vender gasoil a precio más alto a los vehículos con patente extranjera que compren en estaciones de áreas de frontera. Esta norma también inquieta a los expendedores de esas zonas porque van a tener una baja significativa en las ventas.
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