28 de octubre 2020 - 15:24

Furor por la Hilux: hay 6 meses de demora para la compra del nuevo modelo de Toyota

Se lanza en noviembre pero ya hay reservas. En menor medida, el fenómeno se repite en otros modelos de alto precio. Es por la ganancia en dólares por la brecha cambiaria. (Imagen de archivo).

Toyota Hilux (Foto de archivo).

Toyota Hilux (Foto de archivo).

Con una brecha cambiaria que viene potenciando la demanda de autos desde hace meses y un abastecimiento de vehículos limitado por trabas a importaciones, sumado a una producción que - debido a restricciones sanitarias y escasez de piezas - crece a menor ritmo, es inevitable que las consecuencias se sientan en el mercado. Eso se refleja en la demora en los plazos de entrega de unidades que, en promedio, rondan entre 60 y 90 días. Sin embargo, hay datos que muestran que en los segmentos de mayor poder adquisitivo, la situación puede ser más llamativa.

Sin duda, la pickup Hilux es un referente en ese sentido. Se trata de un modelo que suele encabezar el ranking general de ventas pese a que su precio está lejos de los 0km más accesible. Una “chata” de las que se producen en la planta de Zárate cuatriplica el costo de los autos de valor más bajo en su nivel de tope de gama. En noviembre se lanzará un restyling de este vehículo de Toyota y en las concesionarias de la marca ya están tomando reservas con un plazo de hasta seis meses. “Estamos comunicando a los clientes que quieran la nueva Hilux que recién se la podremos entregar hacia fines de marzo o comienzos de abril del 2021” admitieron en una agencia. La información fue confirmada tras un relevamiento en otros locales de la red. Esto es algo que no se veía desde los últimos años de la anterior gestión kirchnerista, cuando las trabas a las importaciones y la brecha cambiaria también provocó una fuerte puja entre oferta y demanda.

El furor no se limita sólo a la pickup sino que alcanza a la SW4, la versión SUV que comercializa la automotriz y que también se produce en la Argentina. La compañía ya envió la listas de precios de su gama de productos para noviembre que, fuera estos dos modelos, tienen un ajuste de entre 1% y 5% pero para Hilux y SW4 el incremento anunciado es de 8,6% en el primer caso y de 10,8% en el segundo. Este salto incluye el ajuste mensual –alrededor de 3,6%- más la actualización de precios por cambio de modelos. Así, la versión más equipada de Hilux quedará en $3.930.000 mientras que el SUV pasará a $4.719.000.

Si bien eso números parecen elevados, todo es relativo, especialmente para los consumidores de este tipo de vehículos que hacen los cálculos al valor dólar. El precio histórico de una SW4 está por arriba de los u$s50.000. Con la anormalidad cambiaria que existe hoy en el país, quienes cambien billetes verdes en el mercado paralelo para comprar una unidad, deberán desprenderse de poco más de u$s25.000 al cambio actual del blue. Visto así, un negocio muy atractivo.

Si bien la terminal viene aumentando su ritmo de producción, por el momento otorga a cada concesionaria un cupo limitado de modelos de toda la gama, incluso de Hilux y de SW4, lo que explica la larga espera que deben hacer los interesados en su compra. En la red aseguran que la demanda triplica el volumen de unidades que reciben por mes. Este fenómeno se repite en menor magnitud en casi todos los segmentos de altos precios. Modelos importados, básicamente SUV, como también en el resto de las pickups que se producen en el país. El sector del campo, la minería y el petróleo son fuerte demandantes de estos vehículos pero también, las versiones tope de gama, con ato nivel de equipamiento, son difíciles de conseguir para un consumidor de uso urbano.

Un dato para medir la situación actual es que, entre noviembre y diciembre, las ventas de Hilux equivaldrán al 40% del plan de negocio que tenían elaborado a comienzos del año, cuando la pandemia no existía y nadie imaginaba que la brecha cambiaria iba a ser de hasta 130%. La semana pasada, cuando el blue se acercó a $200, los vendedores de autos (de casi todas las marcas) recibieron una avalancha de compradores que buscaban hace una diferencia. El problema es que el stock es bajo y, ante la incertidumbre económica y la poca certeza de los precios de reposición, prácticamente no hubo operaciones. En todo caso, las que se hacen, como se vienen publicando desde hace meses, se concretan son sobreprecios muy por arriba de los valores oficiales. Con el retroceso del cambio paralelo de esta semana, el mercado se calmó un poco aunque, los conocedores del sector, dicen que es un descanso para tomar nuevo impulso en cuanto la cotización salte de nuevo.

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