Martín Guzmán comenzó ayer a proponerles a los grandes inversores mundiales que mantienen, bajo protesta, bonos de la deuda argentina emitida bajo legislación reestructurada, que renueven el “pacto de caballeros” con el país. Pidió además que confíen en la recuperación de sus inversiones, hoy bastante ruionosas y en niveles de default. El ministro de Economía tomó contacto directo ayer al inicio de su gira por los Estados Unidos, con muchos de los tenedores de títulos públicos, quienes los recibieron a un Valor Presente Neto (VPN) de u$s54,8 y hoy cotizan navegando entre los 30 y los 33 dólares. Son inversores no acostumbrados a una pérdida tan demoledora y que están casi en pie de guerra por la falta de respuestas desde el Gobierno de Alberto Fernández por la ventura de sus títulos públicos. De los encuentros que mantuvo ayer y que continuarán hoy en Nueva York, el ministro de Economía sumó también a muchos bancos importantes que operan en Wall Street, para que cambien su visión radicalmente negativa sobre la actualidad del mercado de títulos públicos locales y se resistan a ver al mercado de capitales local como una alternativa de inversión.
Guzmán pidió a los fondos que confíen en el valor de los bonos
El ministro se reunió ayer -y continuará hoy- con tenedores de títulos públicos y también con representantes de bancos que operan en Wall Street. Preocupa valor de los bonos.
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Guzmán dejó afuera de sus encuentros (que se prolongarán durante esta jornada) a aquellos que en los últimos meses mantuvieron una actitud públicamente más dura contra el país, publicando alternativamente comunicados explosivos contra la estrategia oficial. Puntualmente, los miembros del Grupo Ad Hoc y del Exchange Bondholders, manifestaron una rebeldía y espíritu de protesta desde el mismo momento en que aceptaron el canje; y, pese a haber aceptado el “Pacto de Caballeros”, reclamaron permanentemente un acuerdo con el FMI y una clarificación de la política económica oficial. Uno de los grupos, el Exchange Bondholders, publicó ayer por la mañana un quejoso Twitter donde afirmaba que “compartimos estos sentimientos de una experiencia desafortunada. Los tenedores de bonos cambiarios, que recientemente acordaron reestructurar su deuda con Argentina por segunda vez, ni siquiera recibieron la cortesía de una invitación para reunirse con el ministro Guzmán en sus reuniones con inversionistas en Nueva York”.
Frente a estos dos grupos, se encuentran los fondos más sofisticados, que sí fueron invitados a participar de los encuentros de ayer y de hoy en Wall Street. Se trata de firmas como BlackRock, PIMCO, Fidelity, Ashmore y similares, que acordaron de palabra con el HSBC, Bank of America y el Lazard, respetar una tradición de hierro en el sistema financiero internacional: siempre que se reestructura de manera voluntaria una deuda soberana o de una gran empresa sale al mercado, unos días después los grandes operadores financieros tenedores de esos papeles,sostienen el precio o lo hacen crecer de manera prolija; pero nunca se viven avalanchas vendedoras que hagan que la inversión comience su vida útil con malas señales en sus primeras jornadas. Más aún si los colocadores son entidades del club de los grandes del mercado financiero mundial. Se trata de una estrategia habitual y normal de buenas artes del sistema financiero internacional, para que el precio de los bonos de una reestructuración reciente no colapsen y a los bancos intervinientes les caiga una mala imagen. Son pactos no escritos que se ejecutan inyectando muy lentamente la nueva deuda en los mercados, donde la instrumentación viene de parte de los colocadores, y que acompañaron en el caso argentino todos los grandes bancos colegas (JPMorgan, UBS. Santander, Barclays, Citi, ING, Credit Suisse, Commerzbank, Itau, BNP y similares). Los tenedores de la deuda y los bancos intervinientes cumplieron. Mantuvieron las tenencias, esperando además una mejora en las condiciones y proyecciones económicas del país. Sin embargo, y tal como adelantó este diario, hoy están en pie de guerra; con la amenaza permanente del lanzamiento de un comunicado críticamente explosivo en contra del gobierno de Alberto Fernández. Según el especialista de FinGuru, Sebastian Maril, “la cotización de los bonos no puede basarse en la reestructuración exitosa. Como todo activo que cotiza en los mercados, los precios responden a un conjunto de variables que terminan formando el valor del activo. Los bonos argentinos, hasta que el país no haga reformas estructurales que ayuden a crecer la economía o al menos hasta que la actividad económica muestre claras señales de crecimiento, no van a experimentar una marcada y prolongada tendencia alcista”.
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