Con calma vino un máximo trimestral

Si miramos únicamente el 0,86% que trepó el Dow al cerrar en 11.327,12 puntos, casi se podría pensar que fue una rueda positiva, pero para nada llamativa, y estaríamos equivocados. Es que la "profundidad" de la suba pasó por otros lados que no fueron los precios. Por ejemplo, pasó por el hecho de que cada tres papeles (del NYSE) que cerraron en suba, apenas uno lo hizo a la baja. De que las empresas de alta tecnología, las aerolíneas, las de transporte y las biotecnológicas fueron las que lideraron las subas. De que el NASDAQ acumula una suba de 4,46% en apenas tres ruedas, algo que no veíamos desde 2003. De que casi sin darnos cuenta, ayer el S&P 500 y el Dow cerraron en el punto más alto desde comienzos de mayo. Es claro que no estamos pasando por un momento de euforia (en el NYSE se hicieron operaciones con 1.600 millones de papeles, 5,5% debajo del promedio diario trimestral), pero sí de una suba más que sostenida. La explicación de lo ocurrido es más o menos la misma que la del martes. Datos sobre la inflación (esta vez fue la minorista) mejores que los esperados, una baja en el costo del dinero (la tasa de 10 años cayó a 4,871%, el valor más bajo desde principios de abril), más calma para todos los inversores (el índice VIX conocido como el "índice del miedo"que mide la volatilidad implícita en las opciones cayó a 12,5, el punto más bajo desde el 11 de mayo) y una mayor posibilidad que ven los inversores de que la Fed repita en setiembre lo que acaba de hacer en agosto, y para rematar el petróleo que nuevamente cedió terreno al finalizar en u$s 71,89 por barril. Claro que también hubo datos no tan buenos, en especial por el lado de la construcción. Pero de a poco el mercado parece ir confiando más y más en Ben Bernanke, así que ni esto preocupa demasiado.