Si algo quedó claro este domingo con la presentación del Presupuesto 2025, es que el Gobierno no tiene claro cuándo logrará tener aprobado un nuevo programa con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Ahí se encuentra la génesis de la regla fiscal introducida por el presidente Milei. De esta manera, el mandatario y todo su equipo económico van a cambiar en los próximos meses las usuales “metas trimestrales” de un virtual programa como el Extended Fund Facility (EFF), por una regla que pone primero el pago de los intereses de la deuda y luego habilita algún tipo discusión para el resto de los gastos.
Con "regla fiscal" pero sin programa con el FMI, Javier Milei y Luis Caputo viajan la semana próxima a EEUU
El Gobierno no tiene claro cuándo logrará tener aprobado un nuevo programa con el FMI. Eso explica el prematuro anuncio del Presupuesto 2025.
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El lector debe pensar en un inversor prototípico. Necesita alguna señal para mantener sus tenencias en la renta fija soberana argentina. Y esa señal, habitualmente, son las revisiones trimestrales del FMI, garante en última instancia de una supervisión de las cuentas públicas y de la efectividad del plan económico en marcha. Sin ese monitoreo, es probable que los mercados se pongan escépticos y que el riesgo país vuelva a niveles insostenibles para cualquier promesa de refinanciación. Por eso se entiende el gesto forzado de Milei al anunciar un presupuesto con pocos datos atados a la realidad, pero con una promesa contundente de ajuste basado en el pago de la deuda.
La falta de dólares, un problema para sentarse a negociar
El Gobierno tiene miedo de una reacción de los mercados. La falta de dólares para pagar la deuda ha disparado gestiones para cerrar un préstamo en el exterior que logre blindar los primeros desembolsos que deben realizarse a comienzos del 2025. En esas conversaciones se encuentra el equipo económico. También, y quizás con más énfasis, en Economía se esmeran por estas horas en cerrar una refinanciación de buena parte de esa deuda contra nuevas emisiones. Son más de u$s5.000 millones en vencimientos que podrían generar sobresaltos en el mercado del dólar financiero si no son debidamente atendidas con antelación.
En última instancia, la promesa del equilibrio fiscal que contuvo la presentación del presupuesto presentado por Milei podría tener también otro objeto, un tiro por elevación, para mostrarle a Washington el grado de compromiso de la Casa Rosada.
Todos a Estados Unidos, para blindar los primeros pagos
En las próximas seis semanas, el equipo económico completo junto al titular del Banco Central, Santiago Bausili, tiene previsto viajar a Estados Unidos para reforzar las gestiones en dos sentidos distintos: por un lado, sondear la posibilidad de avanzar en las negociaciones con el FMI. Por otro, buscar créditos con entidades financieras.
La semana próxima, Luis Caputo viajará junto a Javier Milei en su visita a New York para participar en la Asamblea General de la ONU. No se descarta algún encuentro de máximo nivel, si bien la mesa de negociación aún persiste en Washington, donde tienen su despacho tanto Luis Cubeddu, subdirector del departamento para el Hemisferio Occidental del FMI, como también Ashvin Ahuja, el jefe de la misión de Argentina. Según pudo saber Ámbito, Cubeddu ha pensado ya que la estructura del nuevo acuerdo con la Argentina debe ser otro EEF. Eso sí: las condiciones habrá que negociarlas.
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