Confirmado: impuesto al cheque se coparticipará

Domingo Cavallo confirmó ayer que el tributo a los débitos y créditos bancarios, más conocido como impuesto al cheque, comenzará a ser coparticipado con las provincias. Esta novedad, adelantada ayer por Ambito Financiero, implica que de los ingresos de este origen que superen 2,5 por mil 48% del porcentaje del tributo que es descontado de IVA, Ganancias y contribuciones patronales, será girado a las arcas provinciales. El 52% restante quedará para la Nación. Si se tomaran los 432 millones de pesos ingresados en agosto pasado, aproximadamente 324 millones ingresarían en el concepto de coparticipables y 156 millones podrían distribuirse en las provincias.

El ministro de Economía confirmó estos datos ayer al anunciar los resultados de la recaudación impositiva de agosto, que arrojaron una caída de 3,4% contra el mismo mes del año pasado. Cavallo, entusiasmado con los resultados de los ingresos fiscales, comenzó la conferencia de prensa que dio a la tarde en el microcine del Ministerio de Economía, visiblemente eufórico y rodeado por los secretarios de Hacienda, Jorge Baldrich, y de Ingresos Públicos, José María Farré, el hasta hoy titular de la AFIP, Héctor Rodríguez, y el entrante Armando Caro Figueroa. Ambos tomarán juramento para sus nuevos cargos, hoy a las 12.30 en el Salón Blanco y con la presencia de Fernando de la Rúa.

Cavallo comenzó explicando la importancia de la recaudación para el Déficit Cero al ser «la única fuente válida de recursos». Tomando revancha, y sin mencionar explícitamente a nadie, habló sobre las diferencias entre las proyecciones que la mayoría de los economistas privados hacían sobre los ingresos de agosto, y que hablaban de caídas superiores a 9%, lo que hacía suponer nuevos ajustes. Así, Cavallo, habló de que 3,4% de baja interanual permitirá «un leve superávit» para agosto de 2001. Mencionó luego que la baja en los primeros 8 meses del año contra el mismo período de 2000 es de 3,3%, «lo que se irá reduciendo en lo que resta del año».

Habló de las tres semanas de altas tasas que espantaron a los contribuyentes durante gran parte de agosto, pero evitó mencionar la caída de 17,3% en los ingresos del IVA. Para esto utilizó una estrategia original: aparentemente los lentes que eligió para la conferencia de prensa no le permitían visualizar este porcentaje de caída: era el único dato que nublaba los anteojos ministeriales.