12 de enero 2020 - 20:00

Alberto Fernández concentra todo el poder económico y pone la mira en la renegociación de la deuda

El camino de la renegociación de la deuda no está despejado, pero sin conocer la propuesta en los mercados se detecta calma.

Martín Guzmán.

Martín Guzmán.

Ignacio Petunchi

Entre las urgencias que se ha planteado la gestión de Alberto Fernández, la renegociación de la deuda externa ocupa un lugar relevante. Con el anuncio de la decisión de renegociar y cumplir con los vencimientos inmediatos, el ministro de Economía Martín Guzmán ha comenzado a construir un camino en este sentido como lo demuestra la baja del riesgo país por debajo de los 2.000 puntos básicos – en torno de los 1.800 puntos – que si bien sigue siendo una cifra importante, no deja de mostrar una tendencia.

El Palacio de Hacienda viene manteniendo encerrados bajo siete llaves los términos de la negociación. Uno de los temas que más preocupa a los acreedores es la perspectiva fiscal de la Argentina. Sin embargo, aunque aún sin conocer la propuesta argentina a los tenedores o el tenor de las conversaciones con el FMI, en los mercados se detecta calma.

Esta “tranquilidad” respondería a que una de las decisiones que más se ponderó en el mundo financiero internacional fue la posibilidad que logró el gobierno de Fernández de manejar a piacere los ajustes de las jubilaciones que junto con otras partidas sociales representan el 60% del gasto público. Es que, el gobierno de Fernández - aunque no mencionan la palabra “ajuste” que fue reemplazada por “solidaridad”- lo cierto es que, cálculos preliminares estiman que la mejora fiscal podría llegar hasta 2 puntos del PBI.

“El presidente (Emmanuel) Macron de Francia acaba de frenar su proyecto de reforma de pensiones por la presión popular pese a que sólo quería extender a 64 años el límite para jubilarse, y ustedes en la Argentina -sin casi ninguna reacción- de un solo golpe congelaron las jubilaciones”, señaló un analista de un fondo de inversión a Ámbito.

Esto no significa, explicaba el mismo analista, que el camino de la renegociación de la deuda argentina esté despejado aunque, en los mercados internacionales se señala que “a nadie le conviene que la Argentina caiga en default”. Es que para los acreedores significaría degradar sus activos. En tanto, las tasas de interés internacionales continúan siendo bajas y sin perspectivas de un cambio significativo en el futuro inmediato lo que ayudaría a que exista disposición a escuchar una propuesta por parte de Argentina.

En la misma sintonía, fuentes del Palacio de Hacienda señalan que “las negociaciones vienen bien y ya hubo varios contactos con privados”.

Actividad

Mientras tanto, analistas económicos locales señalan que el gobierno ha optado atacar en primer término la caída en la actividad y ocuparse luego de una baja significativa de la inflación. En este contexto, las principales consultoras vaticinan que la inflación del primer trimestre del año difícilmente baje de escalones del 3 a 4% mensual.

El relanzamiento del sistema de “Precios Cuidados” constituye una herramienta para mantener estables los precios por tres meses. “Son precios de referencia para el consumidor”, explican fuentes de la conducción económica al tiempo que anticiparon a Ámbito que “se incorporarán permanentemente productos y se realizarán también canastas regionales”.

El acuerdo es por un año y los participantes se han comprometido a no cambiar el producto ofrecido, salvo alguna situación muy particular como por ejemplo, faltante de la materia prima. Es decir, la intención es que el consumidor siempre encuentre los productos ofrecidos y observe que por tres meses los precios no se alteran.

La previsibilidad para el consumidor a lo que se sumó el paquete de medidas para impulsar una mejora en el consumo, son dos herramientas que tienen como objetivo que el motor de la economía comience a funcionar.

El gobierno cuenta con una ventaja, la importante capacidad ociosa de los sectores productivos, pero también sabe del elevado nivel de endeudamiento que hoy sufren las empresas -y no solo las Pymes-.

Moratoria

Por esta razón y a todo vapor se trabaja en la AFIP para tener lista la reglamentación de la moratoria en “unas semanas”, según comentaron fuentes oficiales.

El rol de la moratoria será clave para dar oxígeno a las empresas de todo tipo, por eso el beneficio fiscal abarca a los monotributistas que podrán acceder con la sola inscripción como pyme (sin cambiar su condición fiscal).

Más allá de que se baja de manera sustancial la tasa de interés de los planes, a 3% mensual fija por un año, uno de los puntos clave es que la primera cuota vence recién el próximo16 de julio, es decir dependiendo de cuán rápido se inscriba el contribuyente, puede llegar a tener casi seis meses de gracia. Este dinero que se ahorra, estiman a nivel oficial, se volcará hacia consumo que estaba reprimido y/o inversiones postergadas.

Atraso cambiario

Las expectativas también están puestas en el consejo que coordine con empresarios y sindicatos políticas de estabilización y crecimiento, un tema sobre el que mucho se ha hablado pero del que todavía faltan definiciones.

Mientras tanto, algunos analistas muestras preocupación por la estabilidad del tipo de cambio que, en un contexto de alta inflación mensual, perfila el riesgo de un nuevo atraso del dólar en el futuro. “Nuestras estimaciones son que el tipo de cambio real se encuentra ligeramente por encima del promedio histórico, pero en un contexto de una mayor presión impositiva que lleva a pensar en la necesidad de un dólar algo más alto si es que se quiere lograr un repunte significativo de las exportaciones”, señaló un analista a Ámbito.

De acuerdo a la opinión de un economista heterodoxo, “si bien las medidas no son las ideales, en tanto el Banco Central siga comprando reservas y se preserve el equilibrio fiscal, creo que hay margen para una recuperación moderada, tal vez de 3 a 4% de crecimiento en el año medido entre puntas”.

Quienes dicen conocer al ministro Guzmán afirman que todavía es prematuro hacer pronósticos. “Es un economista, que entiende el equilibrio general y tiene una visión pragmática, no debería extrañar que el verdadero plan económico se conozca una vez que termine la renegociación de la deuda externa”.

De todas maneras, el presidente Alberto Fernández hoy cuenta con las herramientas necesarias para y ajustar las variables que necesite. Un trabajo de Synopisis sintetiza las facultades delegadas por el Congreso al Poder Ejecutivo por la Ley de Emergencia. De su enumeración surge la referida “centralización” en la toma de decisiones:

  • Renegociar la Deuda para darle sustentabilidad
  • Fijar o Modificar los Derechos de Exportación (con un tope)
  • Renegociar la Revisión Tarifaria Integral vigente
  • Bajar las Retenciones a Economías Regionales
  • Intervenir Organismos de control de los Servicios Públicos
  • Determinar los aumentos Jubilatorios
  • Fijar impuestos adicionales para bienes en el extranjero
  • Decretar aumentos para el Sector Privado
  • Incorporar nuevas operaciones al impuesto PAIS
  • Facultades para emitir Deuda por un monto determinado.

Con estas diez facultades delegadas, los analistas consideran que el Poder Ejecutivo cuenta con las herramientas necesarias para tomar decisiones rápidas en un contexto que el gobierno ha definido como de “profunda crisis”.

Por qué un Gobierno que tiene mayoría en el Senado y casi mayoría en Diputados provoca semejante proceso de centralización de la toma de decisión. Según señala la consultora, “quizás la decisión se entienda como una respuesta de Fernández a los desafíos de estar al frente de una alianza poderosa, pero con el poder descentralizado”.

Al respecto, indica que si bien la coalición tiene mucho poder “no todo ese poder está en manos de Fernández” y por esta razón al menos para el manejo económico el presidente centralizó la toma de decisiones en un contexto de crisis.

Dejá tu comentario

Te puede interesar