14 de abril 2020 - 00:00

Deuda: tiempo de descuento para la propuesta a los bonistas

Se descartan a partir de allí negociaciones muy duras con los acreedores de títulos públicos bajo legislación extranjera.

Martín Guzmán.

Martín Guzmán.

Noticias provenientes de los Estados Unidos señalan que en el curso de esta semana la Argentina formalizará su propuesta de renegociación de la deuda externa a los acreedores. Si bien existe incertidumbre en cuanto a qué resultado se logrará en estas negociaciones, es decir, si se llegará a un acuerdo o el país volverá a caer en default, sí existe certeza en cuanto a que las negociaciones serán “muy duras”.

Con el riesgo-país arañando los 3.900 puntos, los mercados están dando una señal en cuanto a las dudas que plantea la Argentina. Sin embargo, analistas de algunos fondos que concentran buena parte de la deuda argentina no son tan escépticos y evalúan que un “deal” (acuerdo) es posible.

En todo momento, el ministro de Economía, Martín Guzmán, sostuvo que sólo hará una propuesta que sea “sustentable” en el tiempo, es decir, que permita la recuperación de la economía argentina además de hacer frente a los compromisos de la deuda.

Esto supone un “esfuerzo sustancial” por parte de los acreedores privados según las palabras del Fondo Monetario Internacional en sus análisis sobre el endeudamiento argentino, una propuesta que constituye un espaldarazo a la posición del Gobierno argentino.

El problema es que este tipo de propuesta supone un descuento importante en el valor de la deuda y un período de espera (¿3/4 años?) antes de que los acreedores puedan empezar a cobrar, un esquema que, se anticipa en Wall Street, al menos inicialmente será rechazado.

Una fecha clave será el próximo 22 de abril cuando el país enfrentará vencimientos por algo más de 500 millones de dólares por cupones de bonos regidos bajo ley extranjera (globales 2021, 2026 y 2046). Se especula con que la Argentina podría decidir no pagar en esa fecha y tomar el período de gracia de 30 días con que cuenta para forzar un acuerdo -contra reloj- en ese plazo.

De no mediar cambios en la estrategia oficial, se considera que dentro de esos treinta días la conducción oficial -y especialmente el presidente Alberto Fernández- decidirá si caer en cesación de pagos -con el argumento adicional derivado de la crisis provocada por el coronavirus- o si, como se hizo en anteriores oportunidades, logrará un acuerdo a último momento.

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