3 de septiembre 2025 - 00:00

Diálogos de Wall Street: la independencia de la FED en juego, con la pulseada por la baja de tasas de fondo

Se aproxima la próxima reunión de la FED. ¿La baja de tasas es un hecho, Gekko? ¿Cuán decisiva será la información sobre el mercado de trabajo? ¿Cuánto incide la presión política que Trump ejerce sin dar respiro?

Gordon Gekko, un veterano de mil batallas en Wall Street, sostiene que mientras Powell permanezca al timón, habrá una Reserva Federal independiente.

Gordon Gekko, un veterano de mil batallas en Wall Street, sostiene que mientras Powell permanezca al timón, habrá una Reserva Federal independiente.

Periodista: Se avecina una reunión de la FED para alquilar balcones. ¿Votará el enviado del presidente Trump, Stephen Miran, como recambio de la renunciante gobernadora Adriana Kugler? ¿Llegará a tiempo? ¿Podrá votar la actual gobernadora Lisa Cook, a la que Trump despidió por las redes sociales? La independencia de la FED está en la picota, y a nadie parece interesarle en los EEUU. Todo el énfasis se pone en la meneada baja de tasas. ¿Por qué? Wall Street está en las nubes gozando de una bonanza notable. No parece necesitar una ayuda del banco central. Es la FED la que necesita respiro de la presión asfixiante de la Casa Blanca. Trump dio vuelta las cosas con su frenesí y sus golpes bajos. ¿Es el mundo del revés?

Gordon Gekko: Antes de la reunión, tendremos mucha información relevante. Esta semana y la que viene. Habrá oportunidad de tomarle el pulso al mercado de trabajo.

P.: Que es la principal razón para explicar la necesidad hoy de una baja de tasas.

G.G.: Correcto. Tendremos por delante la tira usual de indicadores. El informe JOLTS que nos da un marco amplio para entender las búsquedas laborales, las contrataciones y las separaciones. No hemos visto un aumento de los despidos, todavía, lo que sí sería una señal inconfundible de problemas in crescendo.

P.: A principios de junio se detectó un salto en los pedidos iniciales de subsidios de desempleo a 250 mil que encendió una luz amarilla, pero las lecturas más recientes volvieron a ubicarse entre 220 mil y 230 mil. No son valores muy distintos de los que vemos a lo largo de los ciclos de expansión.

G.G.: La pesadez no viene por el lado de los despidos como de las dificultades para reinsertarse. También en junio vimos un ascenso en la cantidad de subsidios de desempleo que permanecen en vigencia. El total se arrimó a los 2 millones, que es una cifra relativamente alta, y se mantiene allí. No descomprime. Si se chequea el porcentaje de la fuerza laboral que lleva desempleada 15 semanas o más se pasó de 1,5% en mayo a 1,8% en julio. Es un registro más elevado que en cualquier mes de 2022 que fue un año en que se descontaba una recesión (que al final no ocurrió). Ahí sí hay un problema.

P.: ¿En el nivel? ¿En la aceleración?

G.G.: En la combinación de ambos. La tasa de desempleo en el segmento que va de 16 años a 24 saltó de 9% en enero a 10% en julio. La tasa general apenas subió dos décimas a 4,2%. Lo que se frenó muchos son los primeros contratos de trabajo. Ahí existe otro motivo genuino de inquietud.

P.: ¿Y justifican una baja de tasas?

G.G.: No lo han hecho todavía. Aunque en la última reunión de la FED hubo dos voces – de un total de once – que querían un recorte a modo de seguro contra un posible agravamiento de estas señales incipientes.

P.: Entiendo que lo más fuerte vino después de la reunión. Se esperaban más de 100 mil empleos nuevos en julio y fueron solo 73 mil. Y se evaporaron 250 mil posiciones que habían sido equivocadamente informadas en mayo y junio.

G.G.: Así fue. El viernes conoceremos la medición de agosto. Y también sabremos si hay nuevas revisiones a la baja.

P.: ¿Qué números se esperan?

G.G.: Una creación neta de 75 mil puestos. Con una leve suba de la tasa de desempleo a 4,3%. En Jackson Hole, Jay Powell admitió que estamos ante un equilibrio “curioso” del mercado laboral por la influencia de la política inmigratoria de Trump. Cae la demanda de trabajo, pero también cae la oferta de mano de obra extranjera. Por eso Powell pondera el rol de la tasa de desempleo como el indicador relevante. Y tiene razón. Pero, Chris Waller y Michelle Bowman, los dos disidentes, señalan que no hay que dejar de lado la dinámica propia de la demanda laboral porque esa debilidad va más allá del mero mercado de trabajo – es un indicio de fragilidad en distintos renglones de la actividad económica – y ello puede ameritar tomar cartas tempranas en el asunto.

P.: ¿Usted qué piensa?

G.G.: Que todo signo de debilidad, aunque sea parcial, va a llevar a la FED a unirse detrás de un recorte de un cuarto de punto. Con particular énfasis en su carácter individual, puntual. Con la inflación también en alza, y una FED descalzada, no hay espacio para sugerir una seguidilla de otras bajas de tasas. En ese sentido, el martes 9 se difundirá la revisión anual de las estimaciones de empleo. Y creo que si se verifica lo que se espera – una reducción de entre medio millón y un millón de puestos de trabajo con respecto a lo previamente informado –será el empujón para definir el recorte.

P.: Este jueves, el Senado le concederá audiencia a Stephen Miran para examinar sus credenciales para ocupar un asiento en la Junta de Gobernadores de la FED. Tuvo que renunciar la gobernadora Kugler antes de que venciera su mandato para que se abriera esta posibilidad. ¿Cree que el Senado aprobará su pliego?

G.G.: Me sorprendería mucho que no.

P.: ¿Y estará listo Miran para votar el 17?

G.G.: Es lo que acaba de decir el secretario del Tesoro, Scott Bessent, que es quien comanda la operación.

P.: Trump pone un pie en la FED con un funcionario suyo. Y ya tenía a los dos disidentes – ambos designados por él – abogando por una baja de tasas. ¿Sacará del juego a la gobernadora Cook? ¿Será que impone así su voluntad?

G.G.: Él también designó a Powell al frente de la FED. No se olvide. Waller y Bowman están a favor de un banco central independiente. Que ahora favorezcan una baja de tasas no es por mera alineación política, aunque les interese reemplazar a Powell (como a Powell le interesó sustituir a Yellen). Stephen Miran, sí, es sapo de otro pozo. Un economista militante. Que el año pasado escribió una propuesta detallada para que la Junta de Gobernadores de la FED dependa del Ejecutivo. Esa es la duda de fondo que uno puede tener sobre la aprobación del Senado. Y, finalmente, la gobernadora Cook es muy probable que permanezca en funciones con un amparo de la Justicia. Y, a juzgar por sus declaraciones de tiempo atrás, debería ser partidaria también de la baja de tasas. Así que no cometería el error de pensar que si se produce es por la coerción de Trump.

P.: No todo está perdido, entonces. Me refiero a la independencia de la FED, aunque las voces que se quejan vienen más bien de lejos. El nuevo titular del Banco de Basilea. Y Christine Lagarde, del BCE. En EEUU no se observa mucha indignación.

G.G.: Los bonos no dan muestras de perturbación. Eso es lo más sorprendente. No obstante, mientras Powell permanezca al timón, creo que tendremos un banco central independiente. Pero su mandato termina en mayo.

P.: ¿Y ahí termina también la independencia?

G.G.: Si el gobernador Waller es el elegido, yo creo que la independencia continuará. Lo que veo difícil va a ser mantener la credibilidad. Tendrá que hacer mucho mérito para preservarla en el nivel al que nos hemos acostumbrado. Y si los bonos recuperan la memoria, y replican, por ejemplo, la sensibilidad que vemos hoy en Europa, donde las tasas más largas están subiendo a pesar de los recortes de las tasas cortas, ahí es dónde tendremos un verdadero dolor de cabeza. Y una FED remozada deberá mostrar su talento.

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