Si algo pareció quedar demostrado con la primera rueda de esta semana es que los que apostaban por un rally alcista, luego de la megarrebaja de tasas que dispusiera la Reserva Federal a principios de la semana anterior (en realidad, lo que se redujo fueron las tasas de referencia para el sistema financiero, que no necesariamente son iguales a las tasas del mercado), se equivocaron. De hecho, ayer el S&P 500 quedó por debajo del cierre establecido aquel martes, y si bien el Promedio Industrial sigue ganador en este lapso, ha reducido la diferencia a 0,14 por ciento. Esto que podría reflejar simplemente cierta falta de optimismo se complica cuando vemos que, tras ganar 0,39% poco antes de mediodía, el Dow cerró la jornada de ayer cediendo 0,44% para quedar prácticamente en el punto más bajo de sesión en 13.759,06 puntos.
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Podemos adjudicar parte del malhumor a la advertencia del FMI sobre que la inestabilidad de la economía tomará su tiempo, al informe que el Deutsche Bank se vería obligado a absorber pérdidas por u$s 2.400 millones (esto repercutió especialmente en el Citigroup y el Bank of America haciendo que el sector financiera retrocediera 1,2 por ciento), a la huelga que está azotando a General Motors (y golpeó de lleno a todos sus proveedores), a los rumores sobre los balances que difundirán hoy varias empresas (Lennar y KB Home, entre las mas importantes) del sector construcción que se desplomó más de 5 por ciento, a la baja del petróleo a u$s 80,95 por barril (por primera vez en 10 ruedas Exxon cerró en baja) e incluso a lo que alguno consideró como una "ida de boca" del presidente de la Fed de Dallas.
Pero atenernos sólo a estos elementos significa dejar de lado lo que tal vez sea la parte más importante tras esta historia. Es que nuevamente el dólar marcó un mínimo histórico frente al euro y el oro alcanzó otro máximo para los últimos 28 años (u$s 732,10 por onza) reflejando la poca confianza que sigue existiendo en una pronta recuperación de la economía norteamericana. Negocios siguen habiendo (Ford medró de GM, Apple vende muy bien sus nuevos productos, Google luce imparable y Microsoft apuesta al nuevo "Halo"), pero también riesgo.
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