7 de junio 2002 - 00:00

El Tesoro logró superávit por primera vez desde setiembre

El aumento de la recaudación impositiva en mayo (por la suba de precios, no por reactivación, claro) le permitirá a Roberto Lavagna dar otra señal positiva: después de siete meses, se registró un superávit fiscal primario (no se computan pago de intereses de la deuda). Será como mínimo de 600 millones de pesos y se debe fundamentalmente a que, con ingresos tributarios en alza, el gasto público se mantuvo congelado. Sin embargo, ya hay dentro del equipo de Eduardo Duhalde quien tiene planes de gastar ese excedente. Un clásico de la política populista pero ahora ocurre antes de que se hagan los anuncios oficiales con ese superávit fiscal. La ministra de Trabajo, Graciela Camaño, señaló ayer que su intención, además de impulsar un alza de los salarios privados de 100 pesos, es recomponer 13% de los sueldos al sector público que se había reducido. Una amenaza a la precaria estabilidad de las cuentas públicas y especialmente una invitación a que se repita como en los '80 el círculo vicioso de emisión de dinero, alza de precios y suba del gasto que terminó en la hiperinflación.

El Tesoro logró superávit por primera vez desde setiembre
El aumento de la recaudación impositiva de mayo le permitirá al Ministerio de Economía anunciar el lunes otra buena noticia: el Tesoro Nacional mostró el mes pasado un superávit primario por primera vez desde setiembre del año 2001, con un piso de por lo menos 600 millones de pesos de ganancias entre ingresos y gastos del Estado Nacional. Con esto quiebra una tendencia negativa de siete meses. Según la ley en 2002 entre los ingresos y los egresos de la administración pública nacional debería haber un resultado positivo de 2.949 millones de pesos. Como hasta ahora entre enero y abril se registró un déficit de casi 2.000 millones de pesos si la recaudación sigue así podría equilibrarse entre agosto y setiembre, y terminar en superávit en los últimos tres o cuatro meses del año.

Salvedades

Sin embargo, en estas previsiones positivas que anunciará el lunes el gobierno, hay que tener en cuenta dos salvedades importantes. Este superávit fiscal de mayo y el que muy probablemente se dé en los próximos meses, es sólo el primario. Esto quiere decir que únicamente se tienen en cuenta los ingresos y los gastos corrientes, sin considerar aún ningún tipo de egresos como el pago de los intereses de la deuda. Para tener una idea de la distancia en que se encuentra por estos días la Argentina de poder cumplir con los pagos a los acreedores externos, los 600 millones de pesos equivaldrían a aproximadamente 160 millones de dólares al precio del mercado libre de la moneda norteamericana. Teniendo en cuenta que la Argentina este año debería haber pagado más de 10.000 millones de dólares en intereses, el país habría necesitado 37.500 millones de pesos de superávit, una cifra utópica.

El segundo dato del superávit de mayo de 2002 es que, como principal motivación, tiene el incremento de la recaudación; lo que a su vez fue provocada por una combinación de factores, dentro del cual los principales fueron la inflación y las retenciones a las exportaciones. Ambos aportes a los ingresos continuarán en el resto del año, lo que garantizaría el superávit primario; pero siempre y cuando no haya aumento del gasto público. La principal presión en contra de esto se está dando precisamente en estos días, a partir del anuncio de la ministra de Trabajo, Graciela Camaño, de estudiar un incremento de los salarios privados de 100 pesos mensuales desde el 1 de julio. Ayer fuentes de la Secretaría de Hacienda, que dirige Jorge Sarghini, le aseguraron a este diario que de ninguna manera se está analizando algún tipo de indexación salarial para el Estado Nacional. Los planes del Ministerio de Economía son mantener congelados los pagos a los estatales hasta fin de año y recién estudiar cualquier tipo de mejora en el próximo presupuesto para el año 2003. Sin embargo, desde el Ministerio de Trabajo de Graciela Camaño hay otras ideas menos ortodoxas. Fuentes de esa cartera afirmaban ayer que en los próximos días comenzaría a trabajar un equipo de análisis entre los técnicos de Trabajo y los sindicalistas estatales para estudiar futuros aumentos para los empleados de la administración pública nacional. Una alternativa que se analiza es la posibilidad de restituir 13% de rebaja de los salarios públicos que rige desde setiembre del año pasado. Según afirman desde Trabajo, este incremento de los pagos a los trabajadores públicos, donde están implicados aproximadamente 15 millones de pesos mensuales, podría no demandar un incremento en el gasto público, sino que se buscará crear una comisión con el sindicato de UPCN para redistribuir partidas ya asignadas por el presupuesto.

Los economistas están alertas ante cualquier iniciativa de este tipo. Según el profesional de FIEL, Juan Luis Bour, si efectivamente Cama-ño logra su intención, y aumentan tanto los salarios públicos como privados, la próxima medición del desempleo de octubre de 2002 podría llegar a 27% (ver Contratapa). Serían más de 3,3 millones de personas que no encontrarían trabajo
.

Dejá tu comentario

Te puede interesar