25 de septiembre 2008 - 00:00

FMI agorero: la crisis costará u$s 1,3 billón

Dominique Strauss-Kahn
Dominique Strauss-Kahn
Washington (EFE) - El Fondo Monetario elevó ayer a u$s 1,3 billón el costo de la crisis para las instituciones financieras, más de 30% por encima de su cálculo anterior, debido a la intensificación de los problemas.

El director gerente del organismo, Dominique Strauss-Kahn, dijo que la cifra supera ampliamente los u$s 700.000 millones en pérdidas que se han constatado hasta ahora.

«Eso significa que hay más por delante», dijo Strauss-Kahn en una breve intervención en una conferencia sobre los precios de las materias primas en la sede del Fondo en Washington.

Posteriormente, el «número dos» del organismo, John Lipsky, dio más detalles de ese cálculo en un discurso en la UCLA.

Indicó que los bancos europeos y estadounidenses perderán entre u$s 640.000 millones y u$s 735.000 millones por la caída del valor de sus activos, principalmente en dólares.

Al añadir los perjuicios para otras instituciones, las pérdidas ascenderán a u$s 1,3 billón a nivel de todo el sistema financiero, explicó.

En abril, el FMI había estimado el costo de la crisis en u$s 945.000 millones, equivalente a todo el PBI de México.

En su discurso, Lipsky afirmó que la crisis financiera ha hecho que el FMI reduzca «de forma modesta» sus perspectivas de crecimiento mundial, pero ésta «no impedirá en sí misma una recuperación gra-Dominique Strauss-Kahn dual» en 2009, en opinión del organismo.

El funcionario no dio números exactos, dado que el Fondo divulgará dentro de unas semanas sus nuevos pronósticos de crecimiento.

  • Teoría desvirtuada

    En julio la institución elevó en cuatro décimas su cálculo de crecimiento a nivel mundial para este año, hasta 4,1% y subió en una décima su cifra para 2009, que quedó en 3,9%. Lipsky señaló que la ralentización económica ocurre en todo el planeta, no sólo en los países avanzados, lo que desvirtúa la teoría de que las naciones emergentes estaban de alguna forma aisladas de las tribulaciones financieras de sus vecinos ricos.

    En esas naciones existe ahorael peligro de que se interrumpa la entrada de capital extranjero, alertó.

    Lipsky constató, además, que la debilidad económica originada en Estados Unidos se ha extendido a Japón y Europa.

    Advirtió, en particular, de que «con la caída del sector inmobiliario en Reino Unido, Irlanda y España, aumenta la preocupación sobre el efecto en sus sistemas financieros».

    Mientras, en Estados Unidos hay algunas señales de desaceleración como la bajada de los precios de las casas, pero Lipsky insistió en que la crisis inmobiliaria aún no ha terminado.

    El «número dos» del Fondo dijo que es posible que la crisis de la vivienda toque fondo en 2009, con ayuda del departamento del Tesoro, que aumentará el crédito en el mercado tras tomar control de los gigantes hipotecarios Fannie Mae y Freddie Mac.

    Dijo que el FMI respaldó esa medida y dijo que «es obvio que se necesitará intervención fiscal directa en Estados Unidos y otros lugares» para eliminar deuda de mala calidad de las cuentas de los bancos.

    Actualmente el Congreso y el gobierno negocian un paquete de rescate para adquirir esos títulos «tóxicos», que contará con un fondo de u$s 700.000 millones.

    No obstante, numerosos legisladores de ambos partidos expresaron sus dudas sobre el programa y presionaron al departamento del Tesoro para que incluya más mecanismos de protección del dinero de los contribuyentes, entre otras medidas.
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