30 de enero 2022 - 12:04

FMI: mil veces mejor que el acuerdo de Macri

El viernes el presidente Alberto Fernández anunció que se llegó a un entendimiento con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Kristalina Georgieva y Alberto Fernández

Kristalina Georgieva y Alberto Fernández

Lo adelantamos el miércoles entre líneas: “lo que caracteriza al buen negociador reside en su capacidad de potenciar opciones creativas, todo lo contrario de lo que rumiaban los robots…”

Y así fue, despotricaron desde la modorra dogmatica hasta “el Oaky” de García Ferré, pero en el Gobierno no había disposición para desplazarse en una dirección cuyo destino final se desconoce. -¿Quién pudo mejorar esta combinación que despeja las amenazas que estaban en cierne?- Avanzaba una corrida de depósitos aventada por el elenco estable, con altas probabilidades de éxito. Recuerden que en una encuesta el 40% de los encuestados respondió que la deuda la tomó Alberto Fernandez.

Nadie de los que hablaron hizo una experiencia mejor de lo que hemos observado, porque nunca estuvimos en una situación con tantas imbricaciones. En ese punto tropiezan con el hecho de que cualquier idea rebelde se choca con que no se puede hacer nada para cambiar las cosas, tal y como están dadas en el sistema financiero internacional. Pero no dominan el funcionamiento articular de la globalización.

Hubo que operar una mediación gradual entre dos extremos. Los que querían “patear el tablero” y la “escudería vernácula del FMI”. Tenía que mantener distancia ante una protesta ensambladora. No vimos ningún Robespierre para acompañarlo en el fracaso, ni Mao o Lenin que triunfaron. A la derecha Bolsonaresca la tendremos bufoneando por un tiempo con nosotros, pero no se le dio cabida. El sistema financiero internacional posee su propia inercia y movimientos inmanentes, inclusive el marco democrático ya está adaptado a la estructura del sistema financiero. Resultaba ilusorio que la Argentina lo pudiera cambiar en forma radical, y reorganizara el sistema mundial. -¿Acaso ignoramos que los daños colaterales no son un tema para la dinámica de los organismos multilaterales de crédito?-

Una legado perverso

Recordemos que la situación es el resultado de los catastróficos años de Macri, marcados por la corrupción y la degradación de las instituciones que contribuyeron a la humillación y la ruina de la Argentina y sus ciudadanos. Ahora sabemos que los sindicalistas fueron perseguidos y encarcelados por una Gestapo judicial. Un ex vicepresidente y varios ex funcionarios del poder ejecutivo fueron encerrados sin previo juicio, empresarios fueron extorsionados y perdieron sus empresas. La persecución política fue obsesiva con la contribución de un indecente sector del Poder Judicial, donde todas las causas recaían en el juzgado del juez extinto, con unos medios hegemónicos comedidos y defensores asociados al régimen.

Cambiemos desconcertó. Pasó de ser un gobierno de incompetentes a convertirse en una gerencia tramposa que logró introducir cambios institucionales y negocios vergonzosos en forma simultánea, a una velocidad inédita. Desde 2016 se ha llevado a cabo la trasferencia de recursos más importante de la historia argentina. Los salarios registrados pasaron de ser los primeros de América Latina a ser los ante últimos. El PBI per cápita cayó 11 % en 4 años según Sturzenegger, pero en dólares cayó 40%. Se les quitó la medicina gratuita a los ancianos y las computadoras portátiles a los niños. Como consecuencia de esos años la tasa de pobreza pasó de 25% a 40%, haciendo trizas en la ciudadanía toda esperanza de una vida decente. El verdadero objetivo fue dejar un país colonizado por el FMI, sumido en la pobreza y dependencia permanente.

Entre la espada y la pared, defendiendo las decisiones soberanas

En ese entendimiento el Gobierno ha alcanzado el mejor principio de acuerdo posible, posterior al chantaje brutal a que nos sometió la administración Macri con el FMI. Que en definitiva no será un Acuerdo de Facilidades Extendidas, sino un programa de 30 meses, del tipo Stand By, unas mil veces mejor que el que firmaron Macri, Dujovne, Sturzenegger. El Gobierno controla el problema primordial que afrontaba la economía, un más que probable incumplimiento acumulado por alrededor de u$s 20.000 millones, que la pandilla de sinvergüenzas había comprometido.

No hay políticas de ajuste, la recuperación de la economía sigue en marcha, aunque se planteó una moderación en el déficit fiscal y la expansión monetaria para el corriente año. Un admisible déficit de 2.5% en 2022; 1.9% en 2023 y 0.9% en 2024. Hacemos énfasis en “déficit fiscal”, porque para apuntarlo se fortalecerá la administración tributaria, atacando por el lado de los ingresos (reducción de la evasión y lavado de dinero). Es hora de entrarle fuerte a esos dos temas cruciales. Recuerde que si hay u$s 400.000 millones fuera del país, es porque parte de la deuda pública se utilizó para financiar algunos ahorros externos “non santos”

Decíamos que en términos de política monetaria, habrá una reducción gradual de la asistencia al Tesoro en 2022, se propone 1%, en 2023 0.6% y 2024 alrededor de cero. En los próximos dos años y medio, habrá “roll over” de los vencimientos, lo cual aplica a una normalización convergente. El FMI además, restituirá lo sufragado en concepto de amortización de capital en los últimos dos años.

Como adelantamos hace un año, que no existirían los habituales condicionamientos del FMI que perjudicaron a los jubilados, ni reformas estructurales, ni laborales, ni privatizaciones de empresas públicas, ni devaluaciones abruptas. Nada de lo que suele soportar la receta estándar. Algo que paso desapercibido, pero muy importante, es que se darán estímulos a los sectores exportadores. Tiene que haber una política promocional coherente con una estrategia de desarrollo generalizado en el sector industrial. La promoción de exportaciones de manufactura debe realizarse en el marco de una política de desarrollo. La formación de la mayor capacidad para importar es necesaria para superar el recurrente estrangulamiento externo, y debe ser apoyada en exportaciones dinámicas y empleo intensivo de recursos vía inversiones directas y préstamos; otorgando facilidades para su operación en un momento coincidente con una gran liquidez internacional. Pero el crecimiento de las exportaciones necesita imprescindiblemente ser acompañado de una expansión económica sostenida. Vale decir que el mercado interno juega un papel crucial en el crecimiento de las exportaciones. También llegará financiamiento de organismos multilaterales por el equivalente de 0.9% del PIB, aproximadamente u$s 4.000 millones.

Lo menos conveniente son las “tasas de interés positivas” que desalientan la inversión productiva. Habrá que ver en qué medida “positivas”. No es lo mismo 1% sobre la inflación que 30% positivo de las Leliq de Sandleris-Macri. Si los spreads de los bancos devienen desorbitantes en los préstamos, el BCRA tendrá que intervenir para aliviar la carga. Es hora que el sector financiero ajuste su proverbial ineficiencia financiada por el conjunto de la sociedad desde 1977. Por el lado de precios, los acuerdos de precios van a tener un papel significativo en el croquis de la lucha antiinflacionaria. Como es habitual, cuando contrajeron la deuda en 2018 los funcionarios sabían que habría revisiones y desembolsos. De hecho, ellos mismos tropezaron vez tras vez de manera casi humorística. Cambiaron las reglas a los pocos días de comenzar... Con esos desembolsos se irá cancelando el programa que había acordado Macri-Dujovne, y el remanente se utilizará para fortalecer reservas.

La intención del Gobierno es tener todos los acuerdos cerrados antes de fines de marzo, cuando llegan pagos por u$s 2.800 millones.

Conclusión

Como dijimos en artículos anteriores, “LE mieux est l'ennemi du bien”, “lo mejor es enemigo de lo bueno” (Voltaire). Existe una trampa lógica que se conoce como la “Falacia del Nirvana”, que consiste en rechazar una acción o idea comparándola con lo mejor, con eso tan “mejor” que resulta imposible. No le hagamos caso a los que encontraron el ejemplo de Grecia en 2018, estamos muy lejos de la obscenidad de Grecia (desde 2010), un país verdaderamente bajo ocupación de la Troika. Recuerde que su ministro de Finanzas-Yanis Varoufakis-no tenía acceso a los datos de su propio ministerio y se le acusó de traición por tratar de obtenerlos.

Si alguien quiere producir algo nuevo en política económica tiene que explicar una estrategia concreta y un plan táctico de lo que propone, sin contar que necesita el apoyo social de las masas. El gran problema de casi todos los quijotes disruptivos es que carecieron de un plan sincrónico para reorganizar la economía argentina, después de repudiar la deuda con el FMI. Si alguien pudiera dar ese paso sería un autentico suceso, lo demás como dijimos en repetidas ocasiones, hubiera sido dar un salto al vacío.

(*) Profesor de Posgrado UBA y Maestrías en universidades privadas. Máster en Política Económica Internacional, Doctor en Ciencia Política, autor de 6 libros. @PabloTigani

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