20 de febrero 2022 - 12:28

Qué piensa Enrique Szewach sobre el dólar, tasa e inflación tras el acuerdo con el FMI

El economista consideró que los objetivos económicos del Gobierno resultarán imposibles de alcanzar sin reformas estructurales y sin amplios acuerdos políticos.

Qué piensa Enrique Szewach sobre el dólar, tasa e inflación tras el acuerdo con el FMI.

Qué piensa Enrique Szewach sobre el dólar, tasa e inflación tras el acuerdo con el FMI.

En jornadas marcadas por la firma del entendimiento con el Fondo Monetario Internacional (FMI), los datos de inflación oficial y la suba de tasas, el economista Enrique Szewach realizó su pronóstico sobre el escenario local.

En un artículo publicado en Infobae, Szewach consideró que si el Banco Central quiere liberar algo más de importaciones para que la actividad no se paralice, "tendrá que racionar un poco menos por cantidad, y racionar la demanda de dólares un poco más por precio".

"En otras palabras, para convencer a los exportadores para que le venda los dólares, más allá de las regulaciones, tendrá que pagarlos más caros. Y cuando tenga algo más de dólares en las reservas, sea por el ingreso neto de préstamos de organismos internacionales o del FMI, o por el ingreso por exportaciones, tendrá que vendérselos más caros a los importadores y a quienes tienen que pagar compromisos en moneda extranjera, incluyendo el turismo. De eso se trata un mercado, cuando se raciona más por el precio que por el cepo. Es cierto que un dólar más caro pega sobre los precios internos, pero no es menos cierto que una parte ya está pegando, por expectativas, y por otro lado, en general, resulta preferible, salvo en una situación muy excepcional, que haya dólares para la producción aunque implique un precio mayor", señaló el economista.

En la misma línea sostuvo que "este movimiento en el precio del dólar frente a la tasa de inflación, y la forma en que retroalimenta el aumento de los precios internos, se hace más complejo, si el Banco Central, como ahora, prefiere devaluar en cuotas, en lugar de dar un salto de una sola vez en el precio".

Por otra parte, pidió distinguir entre ahorro en dólares oficiales, o ahorro en dólares libres: "Si el tenedor de pesos espera que el dólar oficial le gane a la tasa de inflación y a la tasa de interés, su mejor “negocio” es ahorrar en bienes que tengan mucho componente de dólar oficial metido adentro. De ahí la demanda excedente que se está viendo, por ejemplo, en el mercado de ciertos bienes durables, en dónde, además, está restringida la oferta, no sólo por la falta de dólares para importar productos o insumos, sino también, porque quienes poseen stocks de esos bienes para vender, tienen las mismas expectativas que quienes los compran, y sólo se desprende de ellos en la cantidad mínima imprescindible para mantener su negocio, y, casi seguramente, a un precio superior al de lista que le compense la pérdida esperada con la devaluación futura o la eventual falta de dólares para reponer la mercadería. Un caso diferente es el dólar libre en sus distintas versiones, en dónde las expectativas de su evolución, su oferta y su demanda, están más ligadas a la voluntad de mantener el ahorro en activos financieros y no en bienes. Aquí lo que juega más directamente es la cantidad de pesos que “sobran” y la tasa de interés que los remunera".

"Para mejorar su balance, el Banco Central necesita ganar reservas en dólares y que los pesos de su pasivo se licúen respecto del valor de esos dólares", sostuvo.

Respecto a la reducción del déficit fiscal y la nueva emisión de pesos, para el economista sin el ancla de un menor déficit y menos pesos emitidos, existe el riesgo de que esta carrera de precios relativos espiralice la tasa de inflación".

"Pero para que el déficit se reduzca, los ingresos fiscales se tienen que ganarle a los gastos. Los ingresos tienen que ser “inflados” y los gastos “licuados”. Entre esos gastos están los subsidios económicos, para mantener por debajo del costo las facturas de la electricidad, el gas y el precio del transporte. Y están las jubilaciones, los salarios del sector púbico y los llamados subsidios sociales", añadió en la misma línea.

"Y por si esto fuera poco, hay precios de servicios privados regulados por el Estado, que también tienen que recuperarse, al menos parcialmente, de los congelamientos de estos años, mientras que las negociaciones paritarias pretenderán que los salarios se pongan las zapatillas y le ganen también a la inflación esperada. Obviamente, que todos les ganen a todos es imposible. Es por eso que, para minimizar costos, y ordenar la carrera, es necesario el programa con el FMI", concluyó.

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